Alux (del maya alux, con el mismo significado).[1] Para el imaginario maya en la península de Yucatán y en ciertos lugares de Belice y Guatemala, es el equivalente al elfo, el duende germánico, y como él se dedica a robar niños, ganado y a hacer todo tipo de diabluras.[2]
Mitología[]
En lengua maya el plural de alux es aluxo'ob, aunque en la mayor parte de México el plural se forma como en español: aluxes. Es el nombre dado al duende o espíritu en la tradición mitológica de algunos pueblos mayas de la península de Yucatán y Guatemala. Se cree que los aluxo'ob o aluxes son pequeños, con una estatura que sólo se acerca a la altura de las rodillas de una persona normal, y con la apariencia de personas miniatura, tradicionalmente vestidas a la usanza maya. La tradición sostiene que los aluxes son invisibles generalmente, pero pueden asumir forma física con el propósito de comunicarse o espantar a los humanos así como para congregarse entre ellos. Están asociados generalmente con lugares de la naturaleza tales como las selvas, grutas, piedras, y los campos pero también pueden ser engatusados a moverse hacia algún lugar por ofrendas. Su descripción y papel mitológico, como por ejemplo las artimañas que ellos juegan, son muy semejantes a las que tienen otras entidades míticas en otras culturas(tal como el leprechaun celta o el chaneque totonaca).Se dice que habitan en los cenotes y grutas
Creencia actual[]
Algunos mayas contemporáneos aún creen que los aluxes son convocados en cuanto un campesino construye en su propiedad una especie de altar en una casita conocida como kahtal alux o "la casa del alux", normalmente en su milpa. Durante siete años, los aluxes ayudarán a crecer el maíz, llamar la lluvia y vigilar los campos de noche, silbando para espantar a los animales de rapiña o delatar a los ladrones. Al final de los siete años, el granjero debe cerrar las ventanas y las puertas de la casita, sellando al alux dentro. Si esto no es así, se puede perder el control sobre el alux y éste empezará comportarse de forma agresiva en contra de las personas.
Algunos mayas contemporáneos aún consideran que los altares les son útiles en sus labores de campo (aunque sus orígenes y el propósito verdaderos de estos les sean desconocidos).
Viejos relatos[]
Además, existen relatos indicando que los aluxo'ob se detienen ocasionalmente en los caminos para pedir a los viajeros una ofrenda. Si ellos se la niegan, el alux a menudo causará estragos y extenderá enfermedades. Sin embargo, si sus condiciones son aceptadas, el alux protegerá a la persona de los ladrones y aún, le traerá buena suerte. Si son tratados con respeto, pueden ser muy útiles.
Se dice en los relatos que no es bueno llamarlos en voz alta, ya que se podría sin querer convocar a un alux malhumorado.
Su origen en la región: ¿los piratas?[]
Algunos autores piensan que todas estas tradiciones bastante similares también a las del folclore británico podrían haber surgido de la interacción que los piratas del siglo XVI (muy a menudo británicos, originarios de un sitio donde la creencia en hadas fue bastante común, especialmente entre los de la clase socioeconómica baja, a la que los piratas generalmente pertenecían) tuvieran en el Caribe con los mayas. Un ejemplo de este intercambio cultural es el que la palabra en inglés para "tiburón", "shark", deriva del maya "Xoc" [Sh-äwk], datando de cuando John Hawkins dirigió una expedición al Caribe en 1568.
La suposición de que los aluxo'ob figuraron en las tradiciones míticas de los mayas precolombinos está sustentada posiblemente por concepciones similares postuladas en descripciones de trabajos artísticos precolombinos, pero no hay una evidencia directa.
Referencias[]
- ↑ Barrera Vásquez Alfredo. Cordemex. Diccionario Maya. Español - Maya. 1980, Mérida, Yucatán, México.
- ↑ Yucatán en el tiempo. Enciclopedia Alfabética. México 1998. ISBN 970-9071-04-1
Bibliografía[]
- Álvarez, José Rogelio (1998). Leyendas mexicanas. España: Everest.
- Baqueiro López, Oswaldo (1983). Magia, mitos y supersticiones entre los mayas. México: Maldonado editores.
- Medina, Elsie Encarnación (1947). El alma de Campeche en la leyenda maya. México: Biblioteca Enciclopédica Popular. Segunda época. Número 166.
- Morley, Sylvanus (1965). La civilización maya. México: Fondo de Cultura Económica.
- Peniche Barrera, Roldán (1992). El libro de los fantasmas mayas. México: Maldonado editores.
- Peniche Barrera, Roldán (1982). Fantasmas mayas. México: Presencia latinoamericana.
- Ruz Lhuillier, Alberto (1961). Planeación e instalación del Museo Nacional de Antropología. México: INAH.
- Scheffler, Lilian (1991). Cuentos y leyendas de México. México: Panorama.
- Suárez, Isabel (2002). Leyendas de la provincia mexicana. Zona Sureste. México: Selector.
- Trejo Silva, Marcia (2004). Guía de seres fantásticos del México prehispánico. México: Vila Editores. ISBN 968-5414-24-6.
- Trejo Silva, Marcia (2009). Fantasmario mexicano. México: Trillas. ISBN 978-607-00698.
- Uc Colí, José Norberto. El duende alux "cuidador del Mayab". Tradiciones y Leyendas. Calkini.net (n.d.). Consultado el día 3 de abril de 2007..
- Varios autores (1999). Duendes, gnomos, hadas, trolls y otros seres mágicos. México: Grupo Editorial Tomo.
- Varios autores (1941). Los mayas antiguos. México: El Colegio de México.
- Villa Rojas, Alfonso (1987). Los elegidos de Dios. Etnografía de los mayas de Quintana Roo. México: Instituto Nacional Indigenista. Serie de Antropología Social. Colección INI número 56.
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