Amaterasu (天照), Amaterasu-ōmikami (天照大神/天照大御神) o Ōhirume-no-muchi-no-kami (大日孁貴神) es parte del ciclo mitológico japonés y deidad principal de la religión shinto. Es la diosa del Sol pero también del universo. El nombre Amaterasu deriva de Amateru ("brillar en el cielo"). El significado de su nombre completo, Amaterasu-ōmikami es "la gran diosa augusta que brilla en el cielo". Basándose en las historias en el Kojiki y Nihon Shoki, los emperadores de Japón se consideran descendientes directos de Amaterasu.
Historia[]

Amaterasu parece ser la expresión japonesa de una diosa solar panasiática histórica. Se han encontrado muchas similitudes entre la diosa solar japonesa y la coreana Hae-nim, en particular a su adoración shamanística, usando los mismos símbolos y prácticas. Otra posible expresión es la china Xihe. Aunque históricamente fue muy venerada, Japón es el único lugar donde se ha seguido venerando de manera continua como una figura central, ya que en otras zonas los nuevos movimientos religiosos como el budismo o el taoismo desalentaron la veneración de diosas solares.[1]
Las leyendas más antiguas de Amaterasu viene del Kojiki (ca. 680 d.C.) y del Nihon Shoki (ca. 720 d.C.), los más antiguos de la historia japonesa. En la mitología japonesa, Amaterasu, la diosa del Sol, es hermana de Susanoo, el dios de las tormentas y el mar, y de Tsukuyomi, el dios de la Luna. Los tres nacieron de Izanagi cuando se purificó tras visitar el Yomi, el inframundo, tras fracasar en rescatar a Izanami. Amaterasu nació cuando Izanagi se lavó su ojo izquierdo, Tsukuyomi cuando se lavó el derecho y Susanoo cuando se lavó su nariz.
Gobernó el Sol y los cielos junto con su hermano, Tsukuyomi, el dios de la Luna y señor de la noche. Originalmente, Amaterasu compartía el cielo con Tsukuyomi, su esposo y hermano hasta que, de asco, mató a la diosa de la comida, Uke Mochi, cuando ella sacó "comida de su recto, nariz y boca"[2]. Este asesinato molestó a Amaterasu provocando que señalara a Tsukuyomi como un dios maligno y se alejara de él; separando la noche del día.
Los textos también cuentan una larga rivalidad entre Amaterasu y su otro hermano, Susanoo. Antes de su descanso divino, Izanagi repartió su reino entre sus tres hijos. Susanoo se quedó con la tierra, el mar y el rayo, pero no los deseaba. Aprovechando el descanso de su padre, se enfrentó a su hermana. Amaterasu sospechaba, pero cuando Susanoo le propuso un desafío para probar su sinceridad, ella aceptó. Cada uno cogió un objeto del otro, engendrando dioses y diosas de ellos. Amaterasu engendró a tres mujeres de la Totsuka-no-Tsurugi, mientras que Susanoo creó a cinco hombres de su collar. Afirmando que los dioses eran suyos al nacer del collar y las diosas de él, él decidió que había ganado el desafío, ya que su objeto produjo mujeres. Los dos estuvieron satisfechos por un tiempo, pero Susanoo, el dios de la tormenta, se inquietó. En un brote de rabia, destruyó los campos de arroz de su hermana, lanzó un poni despellejado a su telar y mató a uno de sus asistentes. Amaterasu, movida por la furia y el dolor, se escondió dentro de Ama-no-Iwato ("cueva de roca celestial"), ocultando el Sol durante un largo periodo de tiempo. Por esto, Susanoo fue expulsado del Cielo. Mientras, persuadían a Amaterasu para que saliera de la cueva. Al final resolvieron su conflicto cuando Susanoo le entregó como regalo de reconciliación la Kusanagi-no-Tsurugi.
Según la leyenda, Amaterasu legó el espejo Yata no Kagami, la joya Yasakani no Magatama y la espada Kusanagi-no-Tsurugi a su descendiente Ninigi. Estos tres objetos se convirtieron en los Tres Tesoros Imperiales de Japón.
Referencias[]
- ↑ Jacques H. Kamstra, Encounter Or Syncretism: The Initial Growth of Japanese Buddhism
- ↑ Roberts, Jeremy (2010). Japanese Mythology A To Z, 2nd edición, New York: Chelsea House Publishers. ISBN 978-1604134353.