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Tlaltecuhtli monolith

Monolito de Tlaltecuhtli descubierto en Ciudad de México en el 2006 (1502 CE)

Tlaltecuhtli es una deidad mesoamericana precolombina venerada principalmente por los mexicas (aztecas). A veces referidas como el "monstruo terrestre", el cuerpo desmembrado de Tlaltecuhtli era la base para el mundo en el mito de creación azteca del quinto y último cosmos.[1] En las tallas, Tlaltecuhtli suele mostrarse como un ser antropomórfico con brazos y piernas extendidos. Considerado la fuente de todas las cosas vivas, tuvo que ser saciada con sacrificios humanos para asegurar la continuidad del orden del mundo.

Tlaltecuhtli es conocida por varios manuscritos posteriores a la conquista que estudiaban la mitología mexica y sus sistemas de creencias, como Histoyre du méchique,[2] el Códice Florentino y el Códice Bodley, ambos compilados en el siglo XVI.[3]

Representaciones en el arte[]

Tlaltecuhtli codex painting

Representación de Tlaltecuhtli en el Códice Borbónico (ca. 1520), mostrando un cuchillo de pedernal entre sus dientes.

Tlaltecuhtli suele mostrarse como una criatura en cuclillas similar a una rana con grandes garras, boquiabierta y piel de cocodrilo, que representaba la superficie de la tierra. En las tallas, su boca suele mostrarse con un río de sangre fluyendo de ella o con un cuchillo de pedernal entre sus dientes, una mención a la sangre humana que ansiaba. Sus codos y rodillas solían adornarse con cráneos humanos, y a veces aparece con múltiples bocas de dientes afilados por todo su cuerpo. En algunas imágenes, viste una falda hecha de huesos humanos y un sendero de estrellas, un símbolo de su sacrificio primordial.[4]

Muchas esculturas de Tlaltecuhtli eran solo para los dioses y no debían ser vistas por los humanos. Solía ser tallada en el fondo de las esculturas donde tenían contacto con la tierra, o bajo las cajas de piedra llamadas cuauhxicalli ("caja águila"), que mantenían los corazones de sacrificio que ansiaba. En mención a su función mitológica como apoyo de la tierra, Tlaltecuhtli solía ser tallada en las esquinas de los templos, como en la pirámide de El Tajín.[5]

La importancia de Tlaltecuhtli en el panteón mexica se demuestra por su inclusión en importantes obras de arte. Puede encontrarse una representación de la diosa en cada lado de la piedra de coronación de 1503 d.C. del gobernante azeca Moctezuma II, junto con los glifos del agua y del fuego - símbolos tradicionales de la guerra. La historiadora Mary Miller incluso sugiere que Tlaltecuhtli puede ser la cara en el centro de la famosa Piedra del Sol, dodne simboliza el fin del quinto y último cosmos.[4]

Tlaltecuhtli aparece en el calendario azteca como los días de las deidades 2 y 13, y su glifo era 1 Conejo.

Narración de creación[]

Tlaltecuhtli carving

La cabeza de Tlatlecuhtli se muestra movida hacia atrás con una lengua de serpiente y un cuchillo de sacrificio entre sus dientes.

Según el Códice Bodley,[6] había cuatro dioses terrestres: Tlaltecuhti, Coatlicue, Cihuacóatl y Tlazoltéotl.

En la historia de creación mexica, Tlatlecuhtli se describe como un monstruo marino (a veces llamado Cipactli) que habitaba en el océano tras el cuarto gran diluvio. Era la personificación del caos que se desencadenó antes de la creación.[4] Un día, los dioses Quetzalcóatl y Tezcatlipoca descendieron de los cielos en forma de serpientes y encontraron a la monstruosa Tlaltecuhtli sentada sobre el océano con grandes colmillos, piel de cocodrilo y dientes rechinantes pidiendo carne de la que alimentarse. Los dos dioses decidieron que el quinto cosmos no prosperaría con una criatura tan horrible vagando por el mundo, por lo que se dispusieron a destruirla. Para atraerla, Tezcatlipoca usó su pie como cebo, y Tlatlecuhtli se lo comió. En la lucha, Tezcatlipoca perdió su pie y Tlaltecuhtli perdió su mandíbula inferior, quitándose su habilidad de sumergirse bajo el agua. Tras una larga contienda, Tezcatlipoca y Quetzalcóatl consiguieron separar su cuerpo en dos: de la mitad superior surgió el cielo y la mitad inferior la tierra.[2] Sin embargo, ella siguió viva y pidió sangre humana como pago por su sacrificio.

Los otros dioses se enfurecieron al enterarse del tratamiento de Tlatlecuhtli y decretaron que las distintas partes de su cuerpo desmembrado se convertirían en rasgos del nuevo mundo. Su piel se convirtió en la hierba y flores pequeñas, su pelo los árboles, sus ojos los manantiales y pozos, su nariz las colinas y valles, sus hombros las montañas, y su boca las cuevas y ríos.[2]

Ritos y rituales[]

Dado que el cuerpo de Tlaltecuhtli se transformó en rasgos geográficos, los mexicas atribuyeron los sonidos extraños de la tierra a los gritos agónicos de Tlaltecuhtli o a sus peticiones de sangre humana. Como fuente de vida, era necesario aplacar a Tlaltecuhtli con sacrificios de sangre, especialmente corazones humanos. Los aztecas creían que el insaciable apetito de Tlatlecuhtli debía ser satisfecho o la diosa cesaría su nutrición de la tierra y los cultivos no prosperarían.[7]

Los mexicas creían que Tlaltecuhtli se tragaba al Sol con sus enormes mandíbulas en el crepúsculo para regurgitarlo al alba. El miedo de que se interrumpiera este ciclo, como durante los eclipses solares, solía ser la causa de malestar y un aumento de sacrificios rituales.[8] La conexión de Tlaltecuhtli con el Sol aseguraba que esta fuera incluida en las oraciones a Tezcatlipoca antes de las campañas militares aztecas.[8]

Finalmente, debido a la asociación de Tlatlecuhtli con la fertilidad, las parteras solicitaban su ayuda durante partos difíciles, como cuanod un "guerrero niño" amenazaba con matar a la madre durante el parto.[4]

Debate de género[]

Tlaltecuhtli stone carving

Antropomorfismo masculino de Tlaltecuhtli encontrado en Tenochtitlán (ca. 1500), llevando una máscara maxtlatl masculina.

Uno de los mayores debates en torno a Tlaltecuhtli es sobre su género. En náhuatl, tlal- se traduce como "tierra" y tecuhtli como "señor". Aunque esta palabra es típicamente masculina, hay notables excepciones, por ejemplo, las diosas Ilamatecuhtli y Chalmecatecuhtli.[9] Aunque el nombre de Tlaltecuhtli es masculino, la deidad suele representarse con características y ropas femeninas. Según Miller, "Tlaltecuhtli significa literalmente 'Señor Tierra', pero la mayoría de las representaciones aztecas muestran claramente a esta criatura como femenina, y a pesar del género masculino del nombre, algunas fuentest llaman a Tlaltecuhtli como una diosa. [Ella es] normalmente en un Hocker [taburete], o dando a luz en cuclillas, con su cabeza hacia atrás y su boca de hojas de pedernal abierta".[4]

Tlaltecutli tiny painting

Antropomorfismo femenino de Tlaltecuhtli en el Códice Tudela (ca. 1540), vistiendo una túnica huipic femenina.

Otros académicos, como Alfonso Caso, interpretan esta pose como el Tlaltecuhtli masculino en cuclillas bajo la tierra con su boca abierta, esperando devorar a los muertos.[10] Mientras las mayoría de las representaciones de Tlaltecuhtli son femeninas, algunas son claramente masculinas (aunque estas distinciones pueden surgir en ocasiones por el género en el español).[11] H. B. Nicholson escribe: "la mayoría de las pruebas disponibles sugiere que...el monstruo terrestre en posición mamazouhticac era concebida para ser femenina y mostrada vistiendo la ropa adecuada para ese sexo. Un aspecto masculino de la deidad también es reconocido y representado ocasionalmente en la vestimenta apropiada - pero aparentemente era bastante subordinada a la concepción femenina más fundamental y ubicua".[12]

Esta ambiguedad ha animado a algunos académicos a discutir que Tlaltecuhtli pudo haber poseído un género dual como otras deidades primordiales mesoamericanas. En el Códice Florentino de Bernardino de Sahagún, por ejemplo, Tlaltecuhtli es invocada como in tonan in tota —"nuestra madre, nuestro padre"— y la deidad es descrita tanto como un dios como una diosa.[7] Más que una señal de hermafroditismo o androginia, el arqueólogo Leonardo López Luján sugiere que estas distintas personificaciones son testamento de la importancia de la deidad en el panteón mexica.[9]

Monolito[]

Templo Mayor 2015 183

Monolito Tlaltecuhtli en exposición en el Museo del Templo Mayor.

En el 2006, se descubrió un inmenso monolito de Tlaltecuhtli en una excavación del templo mayor en Tenochtitlán (actual Ciudad de México).[13] La escultura mide aproximadamente 4 x 3,6 metros y pesa unas 12 toneladas, convirtiéndolo en uno de los mayores monolitos aztecas descubiertos, incluso mayor que la Piedra Calendario. La escultura, tallada en un bloque de andesita rosa, presenta a la diosa en su posición típica en cuclillas y está vívidamente pintada en rojo, blanco, negro y azul. La piedra estaba rota en cuatro pedazos por el peso del edificio colonial que estuvo encima. Al restaurarse, se puede ver el traje de cráneos y huesos de Tlaltecuhtli y el río de sangre fluyendo de su boca.

Aunque la mayoría de representaciones de Tlaltecuhtli se colocaban boca abajo, este monolito estaba boca arriba. Agarrado en su garra derecha estaba el glifo para 10 Conejo (1502 d.C.). López Luján señala que según los códices conservados, 1502 era el año en el que murió uno de los gobernantes más temidos del imperio, Ahuitzotl.[14] Debajo de este monumento se encontró la Ofrenda 126, un gran depósito dedicatorio con 12 mil objetos.

Tras varios años de excavación y restauración, el monolito puede verse en exposición en el Museo del Templo Mayor en la Ciudad de México.

Referencias[]

  1. . Tlaltecuhtli. Ancient History Encyclopedia. Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
  2. 2,0 2,1 2,2 Thevet, André (c. 1540). «IX», Histoyre du mechique, pp. 31-34.
  3. . Error: No se ha definido url de la página (c. 1500). Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
  4. 4,0 4,1 4,2 4,3 4,4 Miller, Mary Ellen and Karl Taube (1993). The Gods and Symbols of Ancient Mexico and the Maya: An Illustrated Dictionary of Mesoamerican Religion, London: Thames and Hudson.
  5. . Mother Earth for the Aztecs Was a Horrific, Demanding Monster. ThoughtCo. Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
  6. Caso, Alfonso (fifth printing 1978) The Aztecs: People of the Sun Norman: University of Oklahoma Press. ISBN: 0-8061-0414-7 pp. 52-56 OCLC 58-11603
  7. 7,0 7,1 de Sahagún, Bernardino (1590). «Book 6», Códice Florentino, pp. 13.
  8. 8,0 8,1 de Sahagún, Bernardino (1590). «Book 6», Códice Florentino.
  9. 9,0 9,1 Lopez Lujan, Leonardo (2010). Tlaltecuhtli, Mexico City: Sextil Editores, pp. 101.
  10. Caso, Alfonso (fifth printing 1978) The Aztecs: People of the Sun Norman: University of Oklahoma Press. ISBN: 0-8061-0414-7 pp. 52-56 OCLC 58-11603
  11. Henderson, Lucia (2007). Producer of the Living, Eater of the Dead: Revealing Tlaltecuhtli, the Two-Faced Aztec Earth, Archaeopress, pp. 5.
  12. Nicholson, H.B. (1967). «A Fragment of an Aztec Relief Carving of the Earth Monster». Journal de la Société des Americanistes 56:  pp. 81. 
  13. Stefan Lovgren, "Aztec Temple found in Mexico City", National Geographic News, October 5, 2006.
  14. Lopez Lujan, Leondardo (2010). Tlaltecuhtli, Mexico City: Sextil Editores.
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