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Júpiter, también conocido como Jove (Latín: Iūpiter o Iuppiter[1], genitivo: Iovis) es el dios del cielo y el trueno y el rey de los dioses en la antigua religión y mitología romanas. Júpiter era la deidad principal de la religión estatal romana a través de las época republicanas e imperiales, hasta que el cristianismo se convirtió en la religión dominante del imperio. En la mitología romana, negocia con Numa Pompilio, el segundo rey de Roma, para establecer los principios de la religión romana, como las ofrendas o los sacrificios.

Normalmente se considera que Júpiter se originó como un dios celeste. Su herramienta identificativa es el rayo y su principal animal sagrado es el águila,[2] que tenía precedencia sobre otras aves en la toma de auspicios[3] y se convirtió en uno de los símbolos más comunes en el ejército romano. Los dos emblemas solían combinarse para representar al dios en forma de un águila sosteniendo un rayo con sus garras, frecuentemente visto en las monedas griegas y romanas.[4] Como el dios celeste, era el testigo divino de los juramentos, la sagrada confianza de la que depende la justicia y el buen gobierno. Muchas de sus funciones se centraban en la Colina Capitolina, donde se situaba la ciudadela. Era la deidad principal de la antigua triada capitolina con Marte y Quirino.[5] En la triada capitolina tardía, era el guardián central del estado con Juno y Minerva. Su árbol sagrado era el roble.

Los romanos consideraban a Júpiter como el equivalente del griego Zeus,[6] y en la literatura latina y arte romano, los mitos e iconografía de Zeus son adaptados bajo el nombre Iuppiter. En la tradición influenciada por los griegos, Júpiter era el hermano de Neptuno y Plutón, los equivalentes romanos de Poseidón y Hades, respectivamente. Cada uno presidía los tres reinos del universo, cielo, las aguas y el inframundo. El Diespiter itálico era también un dios celeste que se manifestaba en la luz del día, normalmente, aunque no siempre, identificado con Júpiter.[7] Tinia se considera su equivalente etrusco.[8]

Función en el estado[]

Lens - Inauguration du Louvre-Lens le 4 décembre 2012, la Galerie du Temps, n° 058

Fragmento de decoración de un arco triunfal: los guardias del emperador, la guardia pretoriana, mostrada en un relieve con un águila agarrando un rayo en sus garras; en referencia a la forma equivalente romana de Júpiter.

Los romanos creían que Júpiter les otorgaba supremacía porque les honraba más que a otros pueblos. Júpiter era "la fuente de los auspicios sobre el que descansaba la relación de la ciudad con los dioses"[9]. Personificaba la autoridad divina de los mayores cargos de roma, la organización interna y las relaciones externas. Su imagen en el capitolio republicano e imperial porta insignia reales asociadas con los antiguos reyes romanos y los honores consulares e imperiales más altos.[10]

Los cónsules daban su juramento de su cargo en el nombre de Júpiter, honrándolo en la feria anual del capitolio en septiembre. Para agradecerles su ayuda (y para asegurar su apoyo constante), le ofrecían un buey blanco (Bos mas) con cuernos dorados.[11] Los generales triunfantes le hacían una ofrenda similar, que entregaban las señales de su victoria a los pies de la estatua de Júpiter en el capitolio. Algunos académicos han visto el triumphator como personicando a Júpiter en la procesión triunfal.[12]

Arch of titus - imperial cortege

Triumphator en su cuádriga, del Arco de Tito.

La asociación de Júpiter con la realeza y soberanía fue reinterpretada conforme cambiaba la forma de gobierno de Roma. Originalmente, Roma era gobernada por reyes; cuando se abolió la monarquía y se estableció la república, las prerrogativas religiosas fueron transferidas a los patres, la clase patricia gobernante. La nostalgia de la monarquía (affectatio regni) se consideraba traición. Aquellos sospechosos de poseer ambiciones monárquicas eran castigados, a pesar de su servicio al estado. En el siglo V a.C., el triumphator Camilo fue enviado al exilio tras dirigir una cuadriga con cuatro caballos blancos - un honor reservado para el propio Júpiter. Cuando Marco Manlio, cuya defensa del capitolio contra los galos invasores le otorgó el nombre Capitolino, fue acusado de pretensiones reales, fue ejecutado como traidor siendo arrojado por la roca Tarpeya. Se arrasó su casa en la colina capitolina y se decretó que ningún patricio tendría permitido vivir allí.[13] El Júpiter capitolino se encontró en una posición delicada: representaba una continuidad del poder real del periodo real, y confería poder a los magistrados que le rendían homenaje; al mismo tiempo, personificaba lo que ahora estaba prohibido, aborrecido y despreciado.[14]

Durante el conflicto de los órdenes, los plebeyos romanos pidieron el derecho de tener cargos políticos y religiosos. Durante su primera secesión (Similar a un golpe militar), se retiraron de la ciudad y amenazaron con fundar una propia. Cuando acordaron volver a Roma, juraron la colina donde habían retirado a Júpiter como símbolo y garantizador de la unidad de la res publica romana.[15] Los plebeyos finalmente fueron elegibles para todos los magisterios y la mayoría de sacerdocios, pero el sumo sacerdote de Júpiter (Flamen Dialis) siguió siendo para los patricios.[16]

Flamen Dialis y Flaminica Dialis[]

Ara pacis fregio lato ovest 2 B

Detalle del relieve del Altar de la Paz Augusta, mostrando a flaminis vistiendo el apex puntiagudo.

Júpiter era servido por el patricio Flamen DIalis, el miembro de más alto rango de los flaminis, un collegium de quince sacerdotes en el culto público oficial de Roma, cada uno dedicado a una deidad particular. Su esposa, la Flaminica Dialis, tenía sus propios deberes, y presidía sobre el sacrificio de un cordero a Júpiter cada nundinae, los días de "mercado" del ciclo del calendario, comparable a una semana.[17] La pareja necesitaba casarse por el ritual patricio exclusivo de confarreatio, que incluía un sacrificio de pan de espelta a Júpiter Farreo (De far, "trigo, grano")[18]

El cargo de Flamen DIalis estaba circunscrito por varias prohibiciones rituales únicas, algunas de las cuales arrojaban luz sobre la naturaleza soberana del propio dios.[19] Por ejemplo, el flamen podía quitarse sus ropas o apex (sombrero en punta) solo bajo un techo, para evitar mostrase desnudo al cielo - es decir, "como si estuviera bajo los ojos de Júpiter" como dios de los cielos. Cada vez que la Flaminica veía un rayo u oía un trueno (el instrumento distintivo de Júpiter) se le prohibía llevar su rutina normal hasta que aplacara al dios.[20]

Algunos de los privilegios del flamen de Júpiter podían reflejar la naturaleza real de Júpiter: tenía uso de la silla curul[21], y era el único sacerdote (sacerdos) que era precedido por un lictor[22] y tenía un asiento en el senado. Otras regulaciones tratan su pureza ritual y su separación de la función militar; tenía prohibido cabalgar un caballo o ver un ejército fuera de la frontera sagrada de Roma (pomerium). Aunque servía a un dios que personificaba la santidad del juramento, no era religiosamente permisible (fas) para el Dialis realizar un juramento.[23] No podía tener contacto con nada muerto o relacionado con la muerte: cadáveres, funerales, piras funerarias, carne cruda. Este conjunto de restricciones refleja la plenitud de vida y la libertad absoluta que son rasgos de Júpiter.[24]

Augures[]

Los augures publici eran un grupo de sacerdotes a cargo de todas las inauguraciones y la realización de ceremonias conocidas como auguria. Su creación se adscribió tradicionalmente a Rómulo. Fueron considerados los únicos intérpretes oficiales de la voluntad de Júpiter, por lo que eran esenciales para la propia existencias del Estado Romano, ya que los romanos veían a Júpiter como la única fuente de la autoridad estatal.

Feciales[]

Los feciales eran un grupo de 20 hombres dedicados a la administración religiosa de asuntos internacionales del estado.[25] Su tarea era conservar y aplicar la ley fecial (ius fetiale), un complejo conjunto de procedimientos enfocados a asegurar la protección de los dioses en las relaciones de Roma con estados extranjeros. Iuppiter Lapis es el dios bajo cuya protección actuaban, y a quien el jefe fecial (pater patratos) invocaba en el rito que concluía un tratado.[26] Si la declaración de guerra prosigue, el fecial llama a Júpiter y a Quirino, los dioses celestiales, terrenales y ctónicos como testigos de cualquier violación potencial del ius. Él puede declarar la guerra en 33 días.[27]

La acción del fecial cae bajo la jurisdicción de Júpiter como defensor divino de la buena fe. Varios emblemas del cargo de fecial pertenecen a Júpiter. El sílex era la piedra usada para el sacrificio fecial, albergada en el Templo de Júpiter Feretrio, como fue su cetro. Las hierbas sagradas (Sagmina), en ocasiones identificadas como la verbena, tenían que ser tomadas de la ciudadela cercana (arx) para su uso ritual.[28]

Júpiter y la religión en la secesión de los plebeos[]

La función de Júpiter en el conflicto de las órdenes es una reflexión de la religiosidad de los romanos. Mientras los patricios eran capaces de pedir el apoyo del dios supremo con bastante naturalidad al ser los soportes de los auspicios del estado, los plebeyos discutían que Júpiter era la fuente de la justicia y estaba de su lado dado que su causa era justa.

La primera secesión fue causada por la excesiva carga de deudas que soportaban los plebeyos. Dado el instituto legal del nexum, un deudor podía convertirse en un esclavo de un acreedor. Los plebeyos argumentaron que las deudas se habían vuelto insostenibles por los gastos de las guerras deseadas por los patricios. Como el senado no accedía a la propuesta de la remisión total de la deuda avanzada por el dictador y augur Manio Valerio Máximo, los plebeyos se retiraron al monte Sacro, una colina situada a tres millas romanas al nornoreste de Roma, pasando el puente Nomentano en el río Anno.[29] El lugar era ventoso y normalmente era un sitio para ritos de adivinación realizado por arúspices. El senado finalmente envió una delegación compuesta por diez miembros con plenos poderes para hacer un trato con los plebeyos, del cual formaban parte Agripa Menenio y Manio Valerio. Fue Valerio, según la inscripción encontrada en Arezzo en 1688 y escrito por orden de Augusto así como de otras fuentes literarias, el que bajó a los plebeyos del monte, después de que los secesionistas lo hubieran consagrado a Júpiter Territor y construido un altar (ara) en su cumbre. El miedo de la ira de Júpiter era un elemento importante en la solución de la crisis. La consagración del monte probablemente solo se refería a la cumbre. El ritual requería la participación tanto de un augur (presumiblemente el propio Manio Valerio) y un pontifex.[30]

La segunda secesión fue causada por el comportamiento autocrático y arrogante del decenvirato, que había encargado al pueblo el escribir las leyes en vigor, hasta entonces mantenidas en secreto por los magistrados patricios y los sacerdotes. Todas las magistraturas y los tribunos de los plebeyos se resignaron por adelantado. La tarea resultó en XII tablas, que concernían solo a la ley privada. Los plebeyos se retiraron de nuevo al monte Sacro: este acto además de recordar a la primera secesión servía para encontrar la protección del dios supremo. La secesión terminó con la resignación del decenvirato y la amnistía para los soldados rebeldes que habían desertado de su campo cerca del monte Álgido mientras luchaban contra los volscos, abandonando a sus comandantes. La amnistía fue otorgada por el senado y garantizada por el pontifex maximus Quinto Furio, en la versión de Livio, o Marco Papirio, que también supervisó el nombramiento de nuevos tribunos de los plebeyos, entonces reunidos en la colina Aventino. La función tomada por el pontifex maximus en una situación de abandono de poderes es un elemento significativo que subraya la base religiosa y el carácter del tribunicia potestas.[31]

Mitos y leyendas[]

Zeus pompei

Júpiter en un mural de Pompeya, con el águila y el globo.

Una línea académica dominante ha sostenido que roma carecía de un cuerpo de mitos en su primer periodo, o que la mitología original había sido ocultada irrecuperablemente por la influencia de la tradición narrativa griega.[32] Tras la helenización de la cultura romana, la literatura e iconografía latina reinterpretó los mitos de Zeus en representaciones y narraciones de Júpiter. En la historia legendaria de Roma, Júpiter está conectado a menudos con los reyes y la monarquía.

Nacimiento[]

Júpiter es representado como el gemelo de Juno en una estatua en Praenestre que los muestra siendo cuidados por Fortuna Primigenia.[33] Sin embargo, una inscripción en el mismo lugar dice que Fortuna Primigenia era la primogénita de Júpiter.[34] Jacqueline Champeaux ve esta contradicción como un resultado de diferentes fases culturales y religiosas, en el que cada ola de influencia proveniente del mundo heleno convirtió a Fortuna en hija de Júpiter.[35] La infancia de Júpiter es un tema importante en la religión, arte y literatura griega, pero hay solo unas escasas (o dudosas) representaciones de Júpiter como niño.[36]

Numa[]

Encontrándose por un periodo de mal tiempo que amenazaba la cosecha durante una primavera temprana, el rey Numa resolvió a un esquema de pedir consejo al dios evocando su presencia.[37] Triunfó a través de la ayuda de Pico y Fauno, a los que había aprisionado emborrachándolos. Los dos dioses (con un amuleto) evocaron a Júpiter, que fue obligado a bajar a la Tierra en la Aventino (de ahí llamado Iuppiter Elicius, según Ovidio). Después de que el dios evitara hábilmente las peticiones del dios de sacrificios humanos, Júpiter aceptó su petición de saber cómo podía evitar los rayos, pidiendo solo las sustituciones que había mencionado Numa: un bulbo de cebolla, pelos y un pez. Por otra parte, Júpiter prometió que en el amanecer del día siguiente, daría a Numa a al pueblo romano las garras del imperio. Al día siguiente, al lanzar tres rayos a través del cielo despejado, Júpiter envió del cielo un escudo. Dado que este escudo no tenía ángulos, Numa no llamó ancila; como en él residía el destino del imperio, hizo muchas copias para mezclarlos con el real. Pidió al herrero Mamurio Vetulio y dárselos a los saliares. Como su única recompensa, Mamurio deseó que se cantara su nombre en el último de sus carmina.[38] Plutarco da una versión ligeramente distinta de la historia, escribiendo que la causa de la caída milagrosa del escudo fue una plaga y no lo relacionaba con el imperio romano.[39]

Tulo Hostilio[]

A través de su reino, el rey Tulo tuvo una actitud desdeñosa hacia la religión. Su temperamento era guerrero e ignoraba los ritos religiosos y la piedad. Tras conquistar a los albanos con el duelo entre los Horacios y Curiacios, Tulo destruyó Alba Longa y deportó a sus habitantes a Roma. Tal y como Livio cuenta la historia, ocurrieron augurios (prodigia) en forma de lluvia de piedra en el monte Albano porque los albanos habían ignorado sus ritos ancestrales relacionados con el santuario de Júpiter. Además de los augurios, se oyó una voz pidiendo a los albanos que realizaran los ritos. Le siguió una playa y finalmente el propio rey enfermó. Como consecuencia, la personalidad guerrera de Tulo cedió; recurrió a la religión y a las prácticas supersticiosas mezquinas. Al final, encontró un libro de Numa contando un rito secreto para evocar a Iuppiter Elicius. El rey intentó realizarlo, pero dado que lo ejecutó de manera inapropiada, el dios lanzó un rayo que quemó la casa del rey y mató a Tulo.[40]

Tarquinio el viejo[]

Cuando se aproximaba a Roma (donde Tarquinio se dirigía a probar su suerte en la política tras intentos fracasados en su Tarquinia natal), un águila se abalanzó, le quitó su gorro, voló gritando en círculos, lo sustituyó con otro y huyó volando. La esposa de Tarquinio, Tanaquil, interpretó esto como un signo de que se convertiría en rey según el ave, el cuadrante del cielo de donde venía, el dios que lo había enviado y el hecho de que tocara su gorro (un objeto de vestir en la parte más noble del hombre: la cabeza).[41]

A Tarquinio el viejo se le acredita la introducción de la triada capitolina en Roma, construyendo el llamado Capitolio Viejo. Macrobio escribe esto desde sus creencias mistéricas samotracias.[42]

Culto[]

Sacrificios[]

Marcusaureliuspannel

El emperador Marco Aurelio, atendido por su familia, ofrece un sacrificio fuera del templo de Júpiter Capitolino tras sus victorias en Alemania (finales del siglo II d.C.). Museo Capitolino, Roma.

Las víctimas sacrificiales (hostiae) ofrecidas a Júpiter eran los bueyes (toros castrados), el borrego (en los idus, los ovis idulis) y el carnero castrado (en los idus de enero).[43] Era necesario que fueran blancos. El tema del género del animal no está resuelto; aunque que el borrego generalmente es macho, porque para el festival de apertura del flamen Dialis sacrificaban una oveja hembra.[44] Esta regla parece tener muchas excepciones, como el sacrificio de un cordero para la manifestación de la flaminica Dialis durante el Nundinae. Durante una de las crisis de las guerras púnicas, se le ofreció a Júpiter todos los animales nacidos ese año.[45]

Templos[]

Templo del Júpiter capitolino[]

Weihealtar für Jupiter

Altar a Júpiter en las afueras de una fortaleza legionaria. Siglo II-III d.C. Inscripción: "Dedicado por L. Lolio Claro por sí mismo y su familia".

El templo a Júpiter Óptimo Máximo permanecía en la colina capitolina de Roma.[46] Júpiter era venerado allí como una deidad individual y con Juno y Minerva como parte de la triada capitolina. El edificio fue comenzado supuestamente por el rey Tarquinio Prisco, completado por el último rey Tarquinio el Soberbio) e inaugurado en los primeros días de la república romana (13 de septiembre del 509 a.C.). Estaba coronado por las estatuas de cuatro caballos tirando de una cuádriga, con Júpiter como auriga. En el interior permanecía una gran estatua de Júpiter; en días festivos, se pintaba su cara de rojo.[47] En, o cerca, del templo estaba Iuppiter Lapis: el Júpiter Piedra en el que podían realizarse los juramentos.

El templo del Júpiter capitolino serviría probablemente como modelo arquitectónico para sus templos provinciales. Cuando Adriano construyó la Aelia Capitolina en Jerusalén, se erigió un templo a Júpiter capitolino en el lugar del templo destruido de Jerusalén.

Otros templos en Roma[]

Había otros dos templos en Roma dedicados a Júpiter Estator; el primero fue construido y dedicado en el 294 a.C. por Marco Atilio Régulo tras la tercera guerra samnita. Se situaba en la Via Nova, bajo la Porta Mugonia, antigua antrada al Palatino.[48] La leyenda atribuye su fundación a Rómulo.[49] Había un santuario anterior (fanum), dado que el culto de Júpiter se atestiguó epigráficamente.[50] Ovidio sitúa la dedicación del templo el 27 de junio, pero no está claro si esta era la fecha original[51] o la rededicación tras la restauración de Augusto.[52]

Quinto Cecilio Metelo Macedónico construyó un segundo templo a Júpiter Estator tras su triunfo en el 146 a.C. cerca del Circo Flaminio. Estaba conectado con el templo restaurado de Juno Regina con un pórtico (porticus Metelli).[53]

Iuppiter Victor tenía un templo dedicado por Quinto Fabio Máximo Gurges durante la tercera guerra samnita en el 295 a.C. Se desconoce su situación, pero pudo estar en el Quirinal, donde se ha encontrado una inscripción que dice D]iovei Victore,[54] o en el Palatino según la Notitia en el Liber Regionum (regio X), que dice: aedes Iovis Victoris. Pudo haber sido dedicado el 13 de abril o el 13 de junio (los días de Iuppiter Victor y de Iuppiter Invictus, respectivamente, en Fastos de Ovidio).[55] Las inscripciones de la era imperial han revelado la existencia de un templo desconocido de Iuppiter Propugnator en el Palatino.[56]

Júpiter Lacial y ferias latinas[]

El culto a Júpiter Lacial era el más antiguo que se conoce del dios: se practicaba desde tiempos muy remotos sobre el monte Albano, en donde se veneraba al dios como sumo protector de la liga latina bajo la hegemonía de Alba Longa.

Tras la destrucción de Alba por el rey Tulo Hostilio, se abandonó el culto. El dios manifestó su desagrado a través de un prodigio de una lluvia de piedras: la comisión enviada por el senado romano para investigar también fue bienvenida por una lluvia de piedras y oyó una voz profunda de la arboleda en la cumbre del monte pidiendo que los albanos realicen su servicios religiosos al dios según los ritos de su país. Como consecuencia, los romanos instituyeron un festival de nueve días (nundinae). De cualquier forma, llegó una plaga: al final, Tulo Hostilio se vio afectado y fue asesinado finalmente por un rayo del dios.[57] El festival fue reestablecido en su lugar primitivo por el último rey romano Tarquinio el orgulloso bajo el liderazgo de Roma. Las ferias latinas, o Latiar, como se conocía originalmente,[58] eran un festival común (panegyris) de los llamados latinos priscanos[59] y de los albanos.[60] Su restauración quería cimentar la hegemonía romana en la tradición religiosa ancestral de los latinos. EL culto original fue reinstaurado sin cambios, como atestigua algunos rasgos arcaicos del ritual: la exclusión del vino del sacrificio,[61] las ofrendas de leche y queso y el uso ritual del balanceo durante los rituales. El balanceo es uno de los ritos más antiguos que imitan el ascenso al cielo y está muy extendido. En los Latiar, el balanceo tenía lugar en un árbol y el ganador era claramente el que se columpiaba más alto. Se decía que este ritual fue instaurado por los albanos para conmemorar la desaparición del rey Latino en la batalla contra el rey Mezencio de Caere: el rito simbolizaba su búsqueda tanto en la tierra como en el cielo. Tanto el balanceo como el consumo tradicional de leche se consideraba que conmemoraban y reinstauraban ritualmente la infancia.[62] En la última forma del rito, los romanos llevaron un buey de sacrificio de Roma y todos los participantes obtenían una porción de su carne en un rito conocido como carnem petere.[63] Otros juegos se celebraban en todos los distritos participantes. En Roma, se celebraba una carrera de cuádrigas que comenzaba en el capitolio: el ganador bebía un licor hecho con absenta.[64] Esta competición se ha comparado con el rito védico de vajapeya: en ella, diecisiete carros corrían una falsa carrera que debía ser ganada por el rey para que le permitieran beber un vaso de madhu, es decir, soma.[65] El banquete duraba al menos cuatro días, seis según Niebuhr, un día por cada uno de los seis decuriae latinos y albanos.[66] Según distintos registros, participaban 47 o 53 distritos en el festival (los nombres enumerados también difieren en la Historia Natural III 69 de Plinio y en Antigüedades Romanas V 61 de Dionisio de Halicarnaso). El Latiar se convirtió en un rasgo importante de la vida política romana, ya que eran Feriae conceptivae, es decir, su fecha variaba de un año a otro: se requería que los cónsules y otros magistrados asistieran poco después tras el comienzo de su administración, originalmente en los idus de marzo: la Feriae se celebraba normalmente al comienzo de Abril. No podían comenzar una campaña antes de terminarla, y si alguna parte de los juegos se había descuidado o realizado sin seguir el ritual, el Latiar tendría que repetirse al completo. Las inscripciones del periodo imperial muestran el festival desde la época de los decenvirato.[67] Wissowa señala que la unión interior del templo ALbano con el del Capitolio parece aparente en la asociación común con el rito del triunfo: desde el 231 a.C., algunos comandantes triunfantes han triunfado aquí primero con los mismos rasgos legales que en Roma.[68]

Calendario religioso[]

Idus[]

Los idus (el punto medio del mes, con LUna llena) eran sagrados para Júpiter porque en ese día la luz celestial brillaba durante el día y la noche.[69] Algunos, o todos, Idus eran Feriae Iovis, sagrados a Júpiter.[70] En los Idus, un borrego blanco (ovis idulis) se llevaba a través de la Vía Sacra de Roma a la ciudadela capitolina y se le sacrificaba.[71] Los dos festivales epula Iovis de Júpiter cayeron en los Idus, como hicieron los ritos de fundación del templo como Óptimo Máximo, Victor, Invictus y (posiblemente) Estator..[72]


Nundinae[]

Las nundinae ocurrían cada noveno día, dividiendo el calendario en un ciclo mercantil análogo a la semana. Los días mercantiles daban a la gente rural (pagi) la oportunidad de vender en la ciudad y de informarse de edictos religiosos y políticos, que eran publicados públicamente durante tres días. Según la tradición, estos días de festivales fueron instituidos por el rey Servio Tulio.[73] El sumo sacerdote de Júpiter (Flaminica Dialis) santificaba los días sacrificando un cordero a Júpiter.[74]

Festivales[]

Durante la época republicana, Júpiter tenía más fiestas fijas en el calendario romano que cualquier otra deidad.[75]

Vinicultura y vino[]

Los festivales de vinicultura y el vino se dedicaban a Júpiter, dado que las uvas eran particularmente susceptibles al clima adverso.[76] Dumézil describe el vino como una bebida "real" con el poder de emborrachar y estimular, análoga al soma védico.[77]

Tres festivales romanos estaban conectados con la vinicultura y el vino:

  • La rústica Vinalia altera el 19 de agosto pedía el buen tiempo para la maduración de la uva antes de la cosecha.[78] Cuando las uvas estaban madura,[79] se sacrificaba una oveja a Júpiter y el flamen Dialis cortaba la primera cosecha de uva.[80]
  • Meditrinalia el 11 de octubre, marcada al final de la cosecha de la uva; se presionaba el nuevo vino, se probaba y se mezclaba con el viejo[81] para controlar la fermentación. En los Fasti Amiternini, este festival se asignaba a Júpiter. Fuentes romanas posteriores inventaron a la diosa Meditrina, probablemente para explicar el nombre del festival.[82]
  • En la Vinalia urbana el 23 de abril, se ofrecía vino nuevo a Júpiter.[83] Se vertían grandes cantidades en una zanja cerca del templo de Venus Ericina, que se situaba en el capitolio.[84]

Regifugium y Poplifugium[]

El Regifugium ("Huida del rey")[85] el 24 de febrero se ha debatido a menudo en relación con la Populifugia el 5 de julio, un día sagrado para Júpiter.[86] El Regifugium seguía el festival de Iuppiter Terminus (Júpiter de fronteras) el 23 de febrero. Los anticuarios romanos posteriores malinterpretaron el Regifugium como una señal de la expulsión de la monarquía, pero el "rey" de este festival pudo haber sido un sacerdote conocido como rex sacrorum que promulgaba la caída y renovación del poder asociado con el Año Nuevo (1 de marzo según el viejo calendario romano).[87] Ocurría una vacante temporal de poder (interpretado como un interreino anual) entre el Regifugium el 24 de febrero y el Año Nuevo el 1 de marzo (Cuando se consideraba que el ciclo lunar coincidía de nuevo con el ciclo sonar), y la incertidumbre y cambio durante los dos meses de invierno terminaban.[88] Algunos académicos enfatizan la importancia política tradicional del día.[89]

El Populifugia ("Enrutamiento de los ejércitos"),[90] un día sagrado para Júpiter, pudo marcar de manera similar la segunda parte del año; antes de la reforma del calendario juliano, los meses se llamaban numéricamente, Quintilis (el quinto mes) a Diciembre (el décimo mes). [91]El Populifugia era un "ritual militar primitivo" para el cual la población masculina adulta se reunía para ritos de purificación, tras el que dispersaban ritualmente a los invasores de Roma.[92]

Epula Iovis[]

También había dos festivales llamados epulum Iovis ("festival de Jove"). Uno se celebraba el 13 de septiembre, el aniversario de la fundación del templo capitolino de Júpiter. El otro festival, probablemente más antiguo, formaba parte de los Juegos Plebeyos (Ludi Plebei) y se celebraba el 13 de noviembre.[93] En el siglo III a.C., el epulum Iovis se volvió similar al lectisternio.[94]

Ludi[]

Los juegos romanos más antiguos seguían tras un día (considerado un dies ater, o "día negro", es decir, un día que se consideraba tradicionalmente desafortunado aunque no fuera nefas) los dos Epula Iovis de septiembre y noviembre.

Los juegos de septiembre se llamaron Ludi Magni; originalmente no se celebraban anualmente, pero luego se volvieron Ludi Romani[95] anuales y se celebraban en el Circo Máximo tras una procesión del capitolio. Los juegos se atribuían a Tarquinio Prisco[96] y se relacionaban con el culto de Júpiter en el capitolio. Los propios romanos reconocían analogías con el triunfo, que Dumézil considera que puede ser explicado por su origen etrusco común; el magistrado a cargo de los juegos vestía como el triumphator y la pompa circensis se parecía a la procesión triunfal. Wissowa y Mmmsen discuten que eran una parte separada del triunfo de los terrenos superiores[97] (una conclusión que rechaza Dumézil).[98]

El Ludi Plebei se celebraba en noviembre en el Circo Flaminio.[99] Mommsen discute que el epulum del Ludi Plebei era el modelo del Ludi Romani, pero Wissowa encuentra que las pruebas para esta suposición son insuficientes.[100] Los Ludi Plebei se establecieron probablemente en el 534 a.C. Su asociación con el culto de Júpiter es atestiguada por Cicerón.[101]

Larentalia[]

La feriae del 23 de diciembre se dedicaba a la ceremonia principal en honor a Aca Larentia, en el que participaban algunas de las autoridades religiosas más importantes (probablemente incluyendo el Flamen Quirinalis y los pontífices). El Fasti Praenestini señala el día como feriae Iovis, como hace Macrobio.[102] No está claro si el rito de parentatio era en sí la razón para el festival de Júpiter, o si este era otro festival que coincidía ese mismo día. Wissowa niega esa asociación, dado que Júpiter y su flamen no se implicarían con el inframundo o con las deidades de la muerte (o estar presente en un rito funeral celebrado en una sepultura).[103]

Nombres y epítetos[]

Puteal de la Moncloa (M.A.N

Bajorrelieve neoático de Júpiter, sosteniendo el rayo en su mano derecha; detalle del brocal de la Moncloa (Romano, siglo II), Museo Arqueológico Nacional, Madrid.

El nombre latino Iuppiter se originó del compuesto vocativo del vocativo latino antiguo *Iou y pater ("padre") y reemplazó al nominativo latino antiguo *Ious. Jove[104] es una formación menos común basada en Iov-, la raíz de los casos oblicuos del nombre latino. Los estudios lingüisticos identifican la forma *Iou-pater como derivada del compuesto vocativo indoeuropeo *Dyēu-pəter (significando "Oh Padre dios celeste"; nominativo: *Dyēus-pətēr).[105]

Las formas más antiguas del nombre de la deidad en Roma fueron Dieus-pater ("padre-cielo/día"), luego Diéspiter.[106] El filólogo del siglo XIX, Georg Wissowa, aseguró que estos nombres estaban conceptualmente y lingüísticamente conectados a Diovis y Diovis Pater; compara las formaciones análogas Vedius-Veiove y fulgur Dium, opuesto a fulgur Summanum (rayo nocturno) y flamen Dialis (basado en Dius, dies). Los antiguos luego los vieron como entidades independientes de Júpiter. Los términos son similares en etimología y semántica (dies, "luz diurna" y Dius, "cielo diurno"), pero difieren lingüísticamente. Wissowa considera destacable el epíteto Dianus.[107][108] Dieus es el equivalente etimológico del Zeus de la antigua Grecia y del teutónico Ziu (genitivo Ziewes). La deidad indoeuropea es el dios desde donde derivan o se desarrollaron los nombres y, parcialmente, la teología de Júpiter, Zeus y el indoario védico Diaus Pitar.[109]

La práctica romana de jurar por Jove para presenciar un juramento en los tribunales es un origen de la expresión arcaica "¡por Jove!"[110]. El nombre del dios también fue adoptado como nombre para el planeta Júpiter; el adjetivo "jovial" describía originalmente a aquellos bajo el planeta Júpiter[111] (reconocidos como alegres, optimistas y de temperamento boyante).

Jove era el homónimo original de las formas latinas del día de la semana conocido ahora como Jueves (originalmente llamado Iovis Dies en latín). Este se convirtió en jueves en español, jeudi en francés, joi en rumano, giovedi en italiano, dijous en catalán, Xoves en gallego, Joibe en friuliano y Dijóu en franco-provenzal.

Epítetos principales[]

Jupiter bronze Luxembourg MNHA

Una estatua de bronce de Júpiter, del territorio de los tréveros.

Los epítetos de un dios romano indican sus cualidades teológicas. El estudio de estos epítetos debe considerar su origen (el contexto histórico del origen del epíteto).

La forma de culto conocida más antigua de Júpiter pertenece al culto estatal: esto incluye el culto al monte (ver sección arriba nota nº 22). En Roma, este culto implicaba la existencia de santuarios particulares, de los cuales los más importantes se encontraban en el monte Capitolino (antes Tarpeius). El monte tenía dos cumbres que estaban destinadas a los actos de culto relacionados con Júpiter. La cumbre más alta, al norte, era el arx y en ella se situaba el lugar de observación de los augures (auguraculum) y allí llegaba la procesión mensual del sacra Idulia.[112] En la cumbre sur se encontraba el santuario más antiguo del dios: el santuario de Júpiter Feretrio supuestamente construido por Römulo, restaurado por Augusto. Allí el dios no tenía imagen y era representado por una roca sagrada (sílex).[113] Los ritos conocidos más antiguos, aquellos de la spolia opima y de los feciales que conectan a Júpiter con Marte y Quirino, se dedicaron a Júpiter Feretrio o Júpiter Lapis.[114] El concepto del dios celeste ya se superponía con el dominio ético y político desde tiempos remotos. Según Wissowa y Dumézil,[115] Júpiter Lapis parece inseparable de Júpiter Feretrio cuyo piedra se albergaba en el pequeño templo en el capitolio.

Otro de los epítetos más antiguos es Lucetio: aunque los antiguos, seguidos por algunos académicos modernos como Wissowa, lo interpretaron como mención a la luz solar, el carmen Saliare muestra que se refiere al rayo.[116] Una confirmación adicional de esta interpretación la proporciona la sensibilidad de la flaminica Dialis al rayo, reflejando su significado sagrado.[117] El epíteto Elicio pertenece al mismo complejo atmosférico: mientras que los eruditos antiguos pensaban que se conectaba al rayo, en realidad está relacionado con la apertura de los depósitos de lluvia, como testifica la ceremonia del Nudipedalia, que pretendía propiciar la lluvia y se dedicaba a Júpiter[118] y el ritual del lapis manalis, piedra que se llevaba a la ciudad a través de la Porta Capeta y procesionaba alrededor en tiempos de sequía, ceremonia que fue llamada Aquaelicium.[119] Otros epítetos antiguos relacionados con la cualidad atmosférica de Júpiter son Pluvius, Imbricius, Tempestas, Tonitrualis, tempestatium divinarum potens, Serenator, Serenus[120][121] y, referido al rayo, Fulgur[122], Fulgur Fulmen[123], luego como nomen angentis Fulgurator, Fulminator;[124] la suma antigüedad del culto es atestiguado por la forma neutra Fulgur y el uso del término para el orificio bidental excavado por el rayo.[125]

Un grupo de epítetos habían sido interpretados por Wissowa, y sus seguidores, como reflejo de la naturaleza agrícola y guerrera del dios, algunos estando también en la lista de once conservado por Agustín.[126][127] Los agrícolas incluyen Opitulus, Almus, Ruminus, Frugifer, Farreus, Pecunia, Dapalis[128] y Epulo. Agustín da una explicación para los que enumera, que deben reflejar los de Varrón: Opipolos porque trae opem (medios, alivio) a los necesitados, Almus porque nutre todo, Ruminus porque él nutre los seres vivos amamantándolos, Pecunia porque todo le pertenece.[129] Dumézil mantiene que el uso de culto de estos epítetos no está documentado y que el epíteto Ruminus, como señalan Wissowa y Latte, puede no tener el significado dado por Agustín teniendo que ser entendido como una parte de una serie que incluye Rumina, Ruminalis ficus, Iuppiter Ruminus, que porta el propio nombre de Roma con el vocalismo etrusco conservado en las inscripciones serie que se conservaría en el idioma sagrado (Cf. Rumach es etrusco para romano). Sin embargo, muchos académicos han discutido que el nombre Roma, Ruma, significa de hecho pecho femenino.[130] Diva Rumina, testifica Agustín en el pasaje citado, era la diosa de los bebés lactantes: era venerada cerca de ficus ruminalis y solo se le ofrecían libaciones de leche.[131] Por eso además Agustín cita los versos dedicados a Júpiter por Quinto Valerio Sorano, mientras postula que Juno (más adepta en su visión de amamantadora), es decir, Rumina en vez de Ruminus, no puede ser nada más que Júpiter: Iuppiter omnipotens regum rerumque deumque Progenitor genetrixque deum...".

En opinión de Dumézil, Farreus debe entenderse como relacionado al rito del confarreatio, la forma más sagrada de matrimonio, que debe su nombre a la tarta de espelta comida por los esposos, en vez de conjeturar una cualidad agrícola del dios: el epíteto significa que el dios era el garantizador de los efectos de la ceremonia, para lo que era necesaria la presencia de su flamen y que puede interrumpir con un trueno.[132] Por otra parte, el epíteto Dapalis se conecta con el rito descrito por Catón y mencionado por Festo.[133] Antes de la siembra de otoño o primavera, el campesino ofrecía un banquete de carne asada y un vaso de vino a Júpiter: era natural en tales ocasiones que se rogara al dios que tenía el poder sobre el clima, aunque la oración de Catón es una ofrenda pura sin ninguna petición. El idioma sugiere otra actitud: Júpiter era invitado a un banquete que era supuestamente abundante y magnífico. El dios es honrado como summus. El campesino espera recibir un beneficio, pero no lo dice. Esta interpretación encuentra apoyos en la ceremonia urbana análoga del epulum Iovis, de la que deriva el epíteto de Epulo y que tenía un banquete magnífico acompañado por flautas.[134] Los epítetos relacionados con la guerra, en opinión de Wissowa, son Feretrio, Estator, Victor e Invictus. Feretrio se relacionaría con la guerra a través del rito del primer tipo de spolia opima, que es de hecho una dedicación al dios de las armas del rey derrotado del enemigo que ha sido asesinado por el rey de Roma o su autoridad equivalente. Aquí también, Dumézil señala que la dedicatoria tiene que ver con la monarquía y no con la guerra, dado que el rito es, de hecho, la entrega de las armas de un rey a otro: una prueba de tal suposición es proporcionada por el hecho de que las armas del rey enemigo capturado por un oficial o soldado común eran dedicadas a Marte o Quirino, respectivamente.

Júpiter Estator fue atribuido primero por tradición a Rómulo, que había rezado al dios por su poderosa ayuda en un tiempo de lucha contra los sabinos del rey Tito Tacio.[135] Dumézil opina que la acción de Júpiter no es de un dios de la guerra que gana batallas: Júpiter actúa causando un cambio inexplicable en la moral de los luchadores de ambos bandos. Puede detectarse el mismo rasgo en ciertos registros históricos de la batalla de la tercera guerra samnita en el 294 a.C., en el que el cónsul Marco Atilio Regulo juró en el templo de Júpiter Estator, si "Júpiter detendrá la derrota del ejército romano y si luego las legiones samnitas deben ser masacradas victoriosamente...Parecería como si los propios dioses se hubieran posicionado con los romanos, con tanta facilidad lograron triunfar las armas romanas...".[136][137] De manera similar, uno puede explicar el epíteto Victor, cuyo culto fue fundado en el 295 a.C. en el campo de batalla de Sentinum por Quinto Fabio Máximo Gurges y quien recibió otro voto en el 293 por el cónsul Lucio Papirio Cursor antes de la batalla contra la samnita legio linteata. El significado supremo del voto es en ambos casos el llamamiento del dios supremo por un jefe romano en tiempo de necesidad de ayuda divina de un dios supremo, aunque por diferentes razones: Fabio había permanecido el único responsable política y militarmente del estado romano tras la devotio de Publio Decio Mus, Papirio tenía que enfrentarse a un enemigo que había actuado en ritos y votos impíos, es decir, era religiosamente censurable.[138] Más recientemente, Dario Sabbatucci ha dado diferentes interpretaciones al significado de Estator dentro del marco de la visión estructuralística y dialéctica del calendario romano, identificando oposiciones, tensiones y equilibrio: enero es el mes de Jano, al comienzo del año, una época incierta del invierno (el calendario más antiguo solo tiene diez meses, de marzo a diciembre). En este mes, Jano deifica la monarquía y desafía a Júpiter. Además enero también ve la presencia de Vejovis, que aparece como anti-Júpiter, o Carmenta que es la diosa del nacimiento y, como Jano, tiene dos caras opuestas, Prorsa y Postvorta (También llamadas Antevorta y Porrima), de Iuturna, que como un manantial efusivo evoca el proceso del nacimiento del no ser como hace el dios del paso y el cambio. En este periodo de preeminencia de Jano hace falta compensar los idus a través de la acción de Júpiter Estator, que tiene una función anti-Jano, es decir, moderador de las acciones de Jano.[139]

Epítetos que denotan funcionalidad[]

Algunos epítetos describen un aspecto particular del dios o una de sus funciones:

  • Jove Aegiochus, Jove "Sostenedor de la Cabra o Égida", como padre de Egipán.[140]
  • Jupiter Caelus, Júpiter como el cielo.
  • Jupiter Caelestis, "Heavenly" or "Celestial Jupiter".
  • Jupiter Elicius, Júpiter "quien anuncia [augurios celestiales]" o "quien es anunciado [por encantamientos]"; "enviador de lluvia".
  • Júpiter Feretrio, "quien lleva los botines de guerra". Feretrio era invocado para ser testigo de los juramentos solemnes.[141] El epíteto o "numen" probablemente está conectado con el verbo ferire, "golpear", refiriéndose al ritual de golpear como se ilustra en el foedus ferire, del que el sílex, una roca de cuarzo, es la prueba en su templo en la colina Capitolina, que se dice que había sido el primer templo de Roma, erigido y dedicado por Rómulo para conmemorar su victoria en la spolia opima de Acrón, rey de los caenicenses, y servir como repositorio para ellos. Júpiter Feretrio era, por tanto, el equivalente de Júpiter Lapis, siendo este usado para un juramento especialmente especialmente solemne.[142] Según Livio I 10, 5 y Marcelo 8 de Plutarco, el significado del epíteto está relacionado con el marco peculiar usado para llevar la spolia opima al dios, el feretrum, del verbo fero.
  • Jupiter Centumpeda, literalmente, "quien tiene cien pies"; es decir, "quien tiene el poder de establecer, de estabilizar, otorgar estabilidad a todo", dado que él es el paradigma de la estabilidad.
  • Jupiter Fulgur ("Júpiter rayo"), Fulgurator o Fulgens
  • Jupiter Lucetius ("de la luz"), un epíteto casi con certeza relacionado con la luz o llama de los rayos y no con la luz diurna, como indican los versos jovianos del carmen Saliare.[143]
  • Júpiter Óptimo Máximo ("el mejor y más grande"). Óptimo[144] por los beneficios que otorga, Máximo por su fuerza, según Pro Domo Sua de Cicerón.[145]
  • Jupiter Pluvius, "enviador de lluvia".
  • Jupiter Ruminus, "amamantador de todo ser vivo", según Agustín.[146]
  • Júpiter Estator, de stare, "permanecer": "aquel que tiene el poder de fundar, instituir todo", por tanto también hace que la gente, los soldados, permanezcan firmen y fijos.[147]
  • Jupiter Summanus, enviador del trueno nocturno.
  • Jupiter Terminalus o Iuppiter Terminus, patrón y defensor de las fronteras.
  • Jupiter Tigillus, "haz o mango que soporta y mantiene junto el universo".[148]
  • Jupiter Tonans, "tronador"
  • Jupiter Victor, "quien tiene el poder de conquistar todo".[148]

Epítetos sincréticos o geográficos[]

Algunos epítetos de Júpiter indican su asociación con un lugar particular. Los epítetos encontrados en las provincias del imperio romano pueden identificar a Júpiter con una deidad local o lugar.

  • Júpiter Amón, Júpiter equiparado con la deidad egipcia Amón tras la conquista romana de Egipto.
  • Jupiter Brixianus, Júpiter equiparado con el dios local de la ciudad de Brescia en la Galia Cisalpina (actual norte de Italia)
  • Júpiter Capitolino, también Júpiter Óptimo Máximo, venerado a través del imperio romano en lugares como el capitolio (Capitolium).
  • Júpiter Doliqueno, de Doliche en Siria, originalmente un Baal del clima y la guerra. De la época de Vespasiano, era popular entre las legiones romanas como dios de la guerra y la victoria, especialmente en el Danubio en Carnuntum. Es mostrado en pie sobre un toro, con un rayo en su mano izquierda y un hacha doble en la derecha.
  • Jupiter Indiges, "Júpiter del país," un título dado a Eneas tras su muerte, según Livio.[149]
  • Jupiter Ladicus, Júpiter equiparado con un dios de la montaña celtibérico y venerado como el espíritu del monte Larauco en Gallaecia, Iberia noroeste,[150] conservado en el topónimo Codos de Ladoco.[151]
  • Júpiter Laterio o Lacial, el dios de Latium
  • Jupiter Parthinus o Partinus, bajo su nombre era venerado en las fronteras de Dalmacia noreste y Mesia superior, quizás asociado con la tribu local conocida como Partheni.
  • Jupiter Poeninus, bajo este nombre venerado en los Alpes, en torno el Gran Paso de San Bernardo, donde tenía un santuario.
  • Jupiter Solutorius, una versión local de Júpiter venerada en España; fue sincretizado con el dios local íbero Eaco.
  • Júpiter Taranis, Júpiter equiparado con el dios céltico Taranis.
  • 'Jupiter Uxellinus', Júpiter como el dios de las altas montañas.

Además, en muchos epítetos de Zeus pueden encontrarse aplicándose a Júpiter, por interpretatio romana. Por tanto, dado que el héroe Trofonio (de Lebadea en Beocia) es llamado Zeus Trofonio, siendo en latín Júpiter Trofonio. De manera similar, el culto griego de Zeus Miliquio aparece en Pompeya como Júpiter Miliquio. Excepto en In addition, many of the epithets of Zeus can be found applied to Jupiter, by interpretatio romana. Thus, since the hero Trophonius (from Lebadea in Boeotia) is called Zeus Trophonius, this can be represented in English (as it would be in Latin) as Jupiter Trophonius. Similarly, the Greek cult of Zeus Meilichios appears in Pompeii as Jupiter Meilichius. Except in representing actual cults in Italy, this is largely 19th-century usage; modern works distinguish Jupiter from Zeus.

Teología[]

Fuentes[]

Marco Terencio Varrón y Marco Verrio Flaco[152] fueron las principales fuentes de la teología de Júpiter y la religión romana arcaica en general. Varrón estaba familiarizado con el libri pontificum ("libros de los pontífices") y sus clasificaciones arcaicas.[153] Sobre estas dos fuentes dependen otras autoridades antiguas, como Ovidio, Servio, Aulo GElio, Macrobio, textos patrísticos, Dionisio de Halicarnaso y Plutarco.

Una de las fuentes más importantes que conserva la teología de Júpiter y otras deidades romanas es Ciudad de Dios contra los Paganos de Agustín de Hipona. La crítica de Agustín a la religión romana tradicional se basa en la obra perdida de Varrón, Antiquitates Rerum Divinarum. Aunque es una obra apologética cristiana, Ciudad de Dios proporciona vistazos al sistema teológico de Varrón y una auténtica tradición teológica romana en general. Según Agustín,[154] Varrón tomó la teología tripartida del pontífice Mucio Escévola:

  • La teología mística de los poetas (útil para el teatro).
  • La teología física de los filósofos (útil para entender el mundo natural).
  • La teología civil de los sacerdotes (útil para el estado).[155]

Teología joviana[]

Georg Wissowa subrayó la unicidad como el único caso de las religiones indoeuropeas en la que el dios original conservó su nombre, su identidad y sus prerrogativas.[156] En este punto de vista, Júpiter es el dios del cielo y conserva su identificación con el cielo entre los poetas latinos (su nombre es usado como sinónimo para "cielo"[157]). En este aspecto, difiere de su equivalente griego Zeus (quien es considerado un dios personal, protector y dispensador de luz diurna). Su nombre refleja esta idea; es un derivativo de la palabra indoeuropea para "cielo brillante". Su residencia se encuentra sobre las colinas de Roma y las montañas en general; como resultado, su culto está presente en las elevaciones superiores de Roma e Italia.[158] Júpiter asumió cualidades atmosféricas; es el portador del rayo y amo del clima. Sin embargo, Wissowa hace notar que Júpiter no es simplemente una deidad suprema celestial y naturalista; está en continua comunicación con el hombre a través del trueno, el rayo y el vuelo de las aves (sus augurios). A través de su vigilancia constante, también es el protector de los juramentos públicos y pactos y el garantizador de la buena fe del culto estatal.[159] El culto joviano era común para las gentes itálicas bajo el nombre de Iove, Diove (latín), Iuve, Diuve (Osco, Iuve solo en umbro, Iupater en las tablillas Eugubinas).

Wissowa también consideraba a Júpiter un dios de la guerra y la agricultura. Además, su función política como garante de la buena fe (pública y privada) como Júpiter Lapis y Dius Fidius, respectivamente. Su visión se basa en la esfera de acción del dios (quien interviene en la batalla e influencia en la cosecha a través del tiempo.

En opinión de Georges Dumézil, la teología joviana (y la de los dioses equivalentes de las religiones indoeuropeas) es una evolución del dios celeste, supremo, naturalista identificado con el cielo a un dios soberano, portador del rayo, amo y protector de la comunidad (en otras palabras, un cambio de la visión naturalista al mundo de lo divino a una visión socio-política).[160]

En la religión védica, Diaus Pitar siguió confinado a su función distante, pasiva y apartada, siendo el lugar del dios soberano ocupado por Varuna y Mitra. En la religión griega y romana, en cambio, los dioses homónimos *Diou- y Διϝ- evolucionaron en deidades atmosféricas; por su maestría del trueno y el rayo, se expresaron a sí mismos e hicieron saber su voluntad a la comunidad. En Roma, Júpiter también enviaba señales a los líderes del estado en forma de augurios además del rayo. El arte del augurio era considerado prestigioso por los antiguos romanos; enviando sus señales, Júpiter (soberano del cielo) comunica su consejo a su compañero terrenal: el rey (rex) o sus magistrados sucesores. El encuentro entre los aspectos legales, celestiales y políticos de la deidad están bien representados por sus prerrogativas, privilegios, funciones y tabús propios de su flamen (El flamen Dialis y su esposa, la flaminica Dialis).

Dumézil mantiene que Júpiter en sí no es un dios de la guerra y la agricultura, aunque sus acciones e intereses puedan extender estas esferas de esfuerzo humano. Su opinión se basa en la suposición metodológica de que el principal criterio para estudiar la naturaleza del dios no es considerar su campo de acción, sino la cualidad, método y rasgos de sus acciones. Por tanto, el análisis del tipo de acción realizada por Jüpiter en los dominios en que opera indica que Júpiter es el dios soberano que puede actuar en el campo de la política (Así como en la agricultura y la guerra) en su capacidad como tal, es decir, en forma y con los rasgos propios de un rey. La soberanía se expresa a través de dos aspectos del poder mágico absoluto (epitomizado y representado por el dios védico Varuna) y el derecho legal (por el dios védico Mitra).[161] Sin embargo, la soberanía permite acción en todo los campos; de otra manera, perdería su cualidad esencial. Como prueba adicional, Dumézil cita la historia de Tulo Hostilio (el más beligerante de los reyes romanos), que fue asesinado por Júpiter con su rayo (indicando que no disfrutaba del favor del dios). La definición de Varrón de Júpiter como el dios que tenía bajo su jurisdicción la expresión total de todo ser (penes Ioven sunt summa) refleja la naturaleza soberana del dios, en oposición a la jurisdicción de Jano (dios del paso y el cambio) en su comienzo (penes Ianum sunt prima).[162]

Relación con otros dioses[]

Triada arcaica[]

La triada arcaica es la estructura o sistema teológico que consiste en los dioses Júpiter, Marte y Quirino. Fue descrita por primera vez por Wissowa,[163] siendo un concepto desarrollado por Dumézil. La hipótesis de las tres funciones de la sociedad indoeuropea fue desarrollada por Dumézil, sosteniendo que en la prehistoria, la sociedad se dividía en tres clases (sacerdotes, guerreros y artesanos), que tenían como sus equivalentes religiosos las figuras divinas del dios soberano, el dios guerrero y el dios civil. La función soberana (personificada por Júpiter) implicaba omnipotencia; de ahí, su dominio se extendía sobre cualquier aspecto de la vida. El color relacionado con la función soberana es el blanco.

Las tres funciones están interrelacionadas entre sí, superponiéndose hasta cierto punto; la función soberana, aunque de naturaleza esencialmente religiosa, está implicada de muchas maneras en zonas que pertenecen a las otras dos. Por lo tanto, Júpiter es el "jugador mágico" en la fundación del estado romano y en los campos de la guerra, la abundancia agrícola, la fertilidad humana y la riqueza.[164]

Triada capitolina[]

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Triada capitolina.

La triada capitolina fue introducida en Roma por los Tarquinios. Dumézil[165] piensa que pudo haber sido una creación etrusca, o local, basada en el tratado de arquitectura de Vitruvio, en el que las tres deidades están asociadas como la más importante. Es posible que los etruscos tuvieran una atención particular a Menrva (Minerva) como diosa del destino, además de la pareja real Uni (Juno) y Tinia (Júpiter).[166] En Roma, Minerva luego asumió el aspecto militar bajo la influencia de Palas Atenea (Polias). Dumézil discute que con la llegada de la república, Júpiter se convirtió en el único rey de Roma, no solamente el primero de los grandes dioses.

Júpiter y Minerva[]

Además de ser la protectora de las artes y la artesanía como Minerva Capta, que fue traída de Faleria, la asociación de Minerva con Júpiter y su importancia en la religión estatal romana está relacionada principalmente con el Paladio, una estatua de madera de Atenea que podía mover los ojos y la lanza. Se albergaba en el penus interior, el almacén interior de los aedes Vestae, el templo de Vesta y considerado el más importante entre los pignora imperii, prendas de dominación.[167] En la historia tradicional romana, Eneas lo trajo de Troya. Sin embargo, los académicos piensan que fue llevado a Roma en el segundo o tercer siglo antes de nuestra era.[168]

Juno y Fortuna[]

La pareja divina recibió de Grecia sus implicaciones matrimoniales, confiriendo a Juno su función como diosa tutelar del matrimonio (Iuno Pronuba).

La propia pareja no podía ser reducida al aporte griego. La asociación de Juno y Júpiter es la teología latina más antigua.[169] Praenestre ofrece un vistazo a la mitología latina original: la diosa local Fortuna es representada amamantando a dos niños, un niño y una niña, llamados Jove (Júpiter) y Juno.[170] Se puede asegurar que fueron identificados por sus nombres propios desde tiempos remotos, no cambiándose durante el curso de la historia: eran llamados Júpiter y Juno. Estos dioses eran las deidades más antiguas de todas las ciudades latinas. Praeneste conservaba la filiación divina y la infancia como el dios soberano y su paredra Juno tienen una madre que es la diosa primordial Fortuna Primigenia.[171] Se han descubierto muchas estatuillas de terracota representando a una mujer con un niño: uno de ellos representa exactamente la escena descrita por Cicerón de una mujer con dos niños de sexo diferente que tocan sus pechos. Dos de las inscripciones votivas a Fortuna lo asocian a Júpiter: " Fortunae Iovi puero..." y "Fortunae Iovis puero..."[172]

Sin embargo, en 1882, R. Mowat publicó una inscripción en la que Fortuna es llamada hija de Júpiter, creando nuevas preguntas y abriendo nuevas perspectivas en la teología de los dioses latinos.[173] Dumézil elaboró una teoría interpretativa según la cual esta aporia sería un rasgo fundamental intrínseco de las deidades indoeuropeas de nivel primordial o soberano, ya que encuentra paralelos en la religión védica.[174] la contradicción situaría a Fortuna tanto en el origen del tiempo y en el consiguiente proceso diacrónico: es la comparación ofrecida por la deidad védica Aditi, la no-atada o enemigo de la atadura, que muestra que no se trata de elegir una de las dos opciones aparentes: como madre de las Aditiás, tiene el mismo tipo de relación con uno de sus hijos, Dakṣa, el soberano menor, que representa la energía creativa, siendo a la vez su madre e hija, como se cumple para el grupo completo de dioses soberanos al que ella pertenece.[175] Además, Aditi es una de las herederas (junto con Savitr) del dios de las aperturas de los indoiraníes, ya que es representada con su cabeza en sus dos lados, con dos caras mirando direcciones opuestas.[176] La madre de los dioses soberanos tiene por lo tanto tiene dos modalidades sólidas pero distintas de duplicidad, es decir, teniendo dos frentes y una doble posición en la genealogía. Angelo Brelich interpretó esta teología como la oposición básica entre la ausencia primordial de orden (caos) y la organización del cosmos.[177]

Jano[]

La relación de Júpiter con Jano es problemática. Varrón define a Júpiter como el dios que tiene potestas (poder) sobre las fuerzas por las cuales las cosas pasan en el mundo. Sin embargo, Jano tiene el privilegio de ser invocado primero en los ritos dado que en su poder está el comienzo de las cosas (prima), incluido el aspecto de Júpiter.[178]

Saturno[]

Los latinos consideraban a Saturno el predecesor de Júpiter. Saturno reinaba en Latium durante la mítica edad dorada, recreada cada año con el festival de Saturnalia. Saturno también también retenía su primacía en asunto de agricultura y dinero. A diferencia de la tradición griega de Crono y Zeus, la usurpación de Saturno como rey de los dioses por Júpiter no era vista por los latinos como violenta u hostil; Saturno siguió siendo venerado en su templo en la base de la colina capitolina, que mantenía el nombre alternativo Saturnios en la época de Varrón.[179] A. Pasqualini ha discutido que Saturno estaba relacionado con Iuppiter Latiaris, el antiguo Júpiter de los latinos, dado que la figura original de este Júpiter fue sustituida en el monte Albano, donde conservaba un caracter espantoso en la ceremonia celebrada en el santuario de la colina Laciar en Roma, que implicaba un sacrificio humano y la aspersión de la estatua del dios con sangre de la víctima.[180]

Fides[]

La abstracta personificación Fides ("Fe, confianza") era uno de los dioses más antiguos asociados a Júpiter. Como garante de la fe pública, Fides tenía su templo en el capitolio (cerca del Jüpiter Capitolino).[181]

Dius Fidiums[]

Dius Fidius se consideraba un teónimo para Júpiter[182] y, en ocasiones, una entidad individual también conocida en Roma como Semo Sancus Dius Fidius. Wissowa discutió que mientras Júpiter era el dios de la Fides Publica Populi Romani como Iuppiter Lapis (para quien se juraban los juramentos importantes), Dius Fidius era una deidad establecida para el uso cotidiano y se encargaba de la protección de la buena fe de los asuntos privados. Dius Fidios correspondería por tanto a Zeus Pistios. La asociación con Júpiter puede ser un asunto de relaciones divinas; algunos académicos como lo ven como una forma de Hércules.[183] Tanto Júpiter como Dius Fidius eran guardianes de los juramentos y portadores de rayos; ambos requerían una apertura en el techo de sus templos.[184]

La funcionalidad de Sancus ocurre consistentemente en la esfera de fides, juramentos y respecto por los contratos y de las sanciones divinas contra su incumplimiento. Wissowa sugirió que Semo Sancus es el genio de Júpiter,[185] pero el concepto de genio de una deidad es un desarrollo del periodo imperial.[186]

Algunos aspectos del ritual de juramentos para Dius Fidius (como proceder bajo el cielo despejado o el compluvium de las residencias privadas), y el hecho de que el templo de Sancus no tenga techo, sugiere que el juramento hecho por Dius Fidius precedía al de Iuppiter Lapis o Iuppiter Feretrius.[187]

Genio[]

Agustín cita a Varrón, que explica el genio como "el dios que está a cargo y tiene el poder de generar todo" y "el espíritu racional de todo (por lo tanto, todos tienen el propio)". Agustín concluye que Júpiter debe considerarse genio del universo.[188]

G. Wissowa desarrolla la hipótesis por la que Semo Sancus es el genio de Júpiter.[185] W. W. Fowler ha advertido de que esta interpretación parece ser un anacronismo y que solo debería ser aceptable decir que Sancus es u Genius Iovius, como aparecen en las tablillas Euguvinas.[189]

Censorino cita a Granio Flaco diciendo que "el genio era la misma entidad que el Lar" en su obra perdida De Indigitamentis,[190][191] probablemente refiriéndose al Lar Familiaris. Mutuno Tutuno tiene su santuario en la base de la colina Velia cerca de aquellos del Di Penates y de Vica Pota, que estaban entre los dioses más antiguos de la comunidad romana según Wissowa.[192]

Dumézil opina que la atribución del genio a los dioses debe ser anterior a sus primeros testimonios en el 58 a.C., en una inscripción que menciona al Iovis Genius.[193]

En la comedia de Plauto, Anfitrión, en la que Júpiter toma la apariencia del esposo de Alcmena para seducirla: J. Hubeaux ve ahí un reflejo de la historia de la madre de Escipión Africano que lo concibió con una serpiente que era, de hecho, Júpiter transformado.[194] Escipión afirmó que solo él ascendería a la mansión de los dioses a través de la puerta más ancha.[195]

Entre los Penates etruscos, hay un Genius Iovialis que viene tras Fortuna y Ceres y previo a Pales.[196] Genius Iovialis es uno de los penates de los humanos y no de Júpiter, ya que estaban situados en la región I de la división del cielo de Marciano Capella, mientras que Genius aparece en las regiones V y VI junto con Ceres, Favor (posiblemente una aproximación romana a la manifestación masculina etrusca de Fortuna) y Pales.[197] Este es el acuerdo con la definición de los penates de hombre siendo Fortuna, Ceres, Pales y Genius Iovialis y la afirmación en Macrobio de que Larentalia se dedicaba a Júpiter como el dios de donde vienen las almas de los hombres y a quien vuelven tras la muerte.[198]

Summanus[]

Summanus, el dios del rayo nocturno, se ha interpretado como un aspecto de Júpiter, ya sea una manifestación ctónica del dios o un dios independiente del inframundo. En el techo del templo de Júpiter capitolino permanecía una estatua de Summanus, siendo Iuppiter Summanus uno de los epítetos de Júpiter.[199] Dumézil ve la oposición de Dius Fidius contra Summanus como complementaria, interpretándolo como inherente como típico a la ambigüedad inherente de los dioses soberanos ejemplificada por Mitra y Varuna en la religión védica.[200] La complementaridad de los epítetos se muestra en las inscripciones encontradas en puteales y bidentales recitando ya sea Fulgur Dium conditum[201] o fulgur Summanum conditum en lugares golpeados por rayos por el día o durante la noche, respectivamente.[202] Esto también es consistente con la etimología de Summanus, derivando de sub y mane (el tiempo antes de la mañana).[203]

Liber[]

Iuppiter estaba asociado con Liber a través de su epíteto Liber (asociación no explicada completamente aún por los académicos, debido a la escasez de documentación antigua). En el pasado, se mantenía que Liber era una hipóstesis separada gradualmente de Júpiter; por lo tanto, los festivales de vendimia debían atribuirse solo a Iuppiter Liber.[204] Tal hipótesis fue rechazada como sin fundamento por Wissowa, aunque era un partidario del origen joviano de Liber.[205] Olivier de Cazanove[206] sostiene que es difícil admitir que Liber (Que está presente en los calendarios más antiguos - aquellos de Numa - en el Liberalia y en el mes de Liber en Lavinium)[207] derivaba de otra deidad. Tal derivación encontraría apoyo solo en documentos epigráficos, principalmente de la zona osco-sabélica.[208] Wissowa sitúa la posición de Iuppiter Liber en el marco del Júpiter agrario. El dios también tiene un templo en su nombre en la Aventina en Roma, que fue restaurado por Augusto y dedicado el 1 de septiembre. Aquí, el dios era en ocasiones llamado Liber[209] y en otras ocasiones Libertas.[210] Wissowa opina que existió la relación en el concepto de la abundancia creativa por el que pudo haber existido el supuestamente individual Liber conectado con el dios griego Dionisio, aunque ninguna de las dos deidades puede haber estado originalmente relacionadas con la viticultura.

Otros académicos aseguran que no había Liber (más que un dios del vino) en la memoria histórica.[211] O. de Cazanove[212] discute que el dominio del dios soberano Júpiter era del vino sagrado de sacrificio (vinum inferium),[213] mientras que el de Liber y Libera se confinaba al vino secular (vinum spurcum);[214] estos dos tipos se obtenían a través de distintos procesos de fermentación. La ofrenda de vino a Liber se hacía posible llamando al mustum (zumo de uva) de las ánforas sacrima.[215] El vino sagrado era obtenido por la fermentación natural del zumo de uvas libre de cualquier tipo de imperfecciones, religiosas (p.ej: aquellos golpeados por un rayo, en contacto con cadáveres o heridos, proveniente de un viñedo sin fertilizar) o seculares ("cortándolo" con vino viejo). El vino secular, o "profano", se obtenía por varios tipos de manipulación (p.ej: añadiendo miel o mulsum; usando pasas o passum; hirviéndolo o defrutum). Sin embargo, el sacrima usado para las ofrendas para los dos dioses por la conservación de los viñedos, recipientes y vino[216] se obtenía solo vertiendo el zumo en ánforas tras el prensado.[217] El mustum se consideraba spurcum (sucio), siendo inusable para los sacrificios.[218] La ánfora (que no era un objeto propio de sacrificio) permitía la presentación de su contenido en una mesa o podía añadirse al sacrificio; esto pasaba en la auspicatio vindamiae por la primera uva[219] y por las mazorcas de maíz del praemetium en un plato (lanx) en el templo de Ceres.[220] Dumézil, por otra parte, ve la relación entre Júpiter y Liber basada en la importancia social y política de los dos dioses (que ambos eran considerados patrones de la libertad).[221] La Liberalia de marzo era, desde los tiempos más remotos, la ocasión para la ceremonia de la colocación de la toga virilis o libera (Que marcaba el paso a la ciudadanía adulta para los jóvenes). Agustín relata que estos festivales tenían un carácter particularmente obsceno: se llevaba un falo a los campos en carro y luego de vuelta triunfal a la ciudad. En Lavinium duraban un mes, en el que la población disfrutaba de bromas obscenas. La matronae más sincera supuestamente debía coronar el falo con flores, para asegurar una buena cosecha y repelar el fascinatio (mal de ojo).[207] En Roma, las representaciones de los órganos sexuales se situaban en el templo de la pareja Liber Libera, que presidía sobre los componentes masculinos y femeninos de la generación y la "liberación" del semen.[222] Estos complejos de ritos y creencias muestran que la juridisción de la pareja divina se extendía sobre la fertilidad en general, no solo a las uvas. La etimología de Liber (forma arcaica: Loifer, Loifir) fue explicada por Émile Benveniste como formada por el tema indoeuropeo *leudh- más el sufijo -es-; su significado oroginal era "el de germinación, el que asegura el brote de los cultivos".[223]

La relación de Júpiter con la libertad era una creencia común entre los romanos, como demostró la dedicación del monte Sacro tras la primera secesión de los plebeyos. Las inscripciones posteriores también muestran la devoción constante en Júpiter como el otorgador de libertad en la era imperial.[224]

Véjove[]

Los académicos han solido quedarse perplejos por Ve(d)iove, Veiovis or Vedius y no desean discutir su identidad, afirmando que nuestro conocimiento del dios es insuficiente.[225] Sin embargo, la mayoría coinciden en que Véjove era un tipo especial de Júpiter o anti-Jove, o incluso un Júpiter de inframundo. En otras palabras, Véjove era de hecho el propio dios capitolino que toma una apariencia diferente y disminuida (juvenis y parvus, joven y grácil) para ser capaz de descargar funciones soberanas sobre lugares, tiempos y esferas que por su propia naturaleza están excluidas del control directo de Júpiter como Óptimo Máximo.[226] Esta conclusión se basa en la información proporcionada por Gelio,[227] Esta conclusión se basa en la información proporcionada por Gelio, que afirma que su nombre se forma añadiendo el prefijo ve (aquí denotando "privación" o "negación" a Jove (cuyo nombre, Gelio señala, proviene del verbo iuvo "Yo beneficio"). O. Sabbatucci ha subrayado el rasgo de portador de inestabilidad y la antítesis del orden cósmico de dios, que amenaza el poder real de Júpiter como Estator y Centumpeda y cuya presencia ocurre en paralelo a Jano el 1 de enero, pero también actúa como ayudante al crecimiento del joven Júpiter.[228] En 1858, Ludwig Preller sugirió que Véjove puede ser el doble siniestro de Júpiter.[229] De hecho, el dios (bajo el nombre Vetis) se sitúa en la última casilla (número 16) del borde externo del hígado de Plasencia -antes de Cilens (Nocturnus), que termina (o comienza en la visión etrusca) la disposición de los dioses. En la división del cielo de Marciano Capella, se encuentra en la región XV de la dii publici; como tal, se encuentra entre los dioses infernales (o antipodales). La situación de los dos templos en Roma - cerca de aquellos de Júpiter (uno en la colina capitolina, en los bajos entre el arx y e lcapitolio, entre las dos arboledas donde se situaba el asilo fundado por Rómulo, el otro en la isla Tíber cerca de Iuppiter Iurarius, luego conocido como templo de Esculapio)[230]— puede ser importante en este aspecto, junto con el hecho de que es considerado el padre[231] de Apolo, quizás porque es representado portando flechas. También es considerado el Júpiter imberbe.[232] Las fechas de sus festivales apoyan la misma conclusión: caen el 1 de enero,[233] el 2 de marzo[234] y el 21 de mayo,[235] siendo la primera fecha la recurrencia de la Agonalia, dedicado a Jano y celebrado por el rey con el sacrificio de un cordero. Este sacrificio se debate; Gelio afirma capra, una cabra femenina, aunque algunos académicos proponen un cordero. Este sacrificio ocurrió rito humano, que puede significar "con el rito apropiado para el sacrificio humano".[236] Gelio concluye afirmando que este dios es uno de los que recibe los sacrificios como si hubiera que persuadirlo de hacer daño.

La flecha es un símbolo ambivalente; era usado en el ritual del devotio (el general que juraba pisar una flecha)[237] Quizás se debe a que la flecha y el aspecto juvenil que Gelio identifica a Véjove con Apolo[238] y como dios debe recibir veneración para obtener su abstención de dañar a los hombres, junto con Robigo y Averrunco.[239] La ambivalencia de la identidad de Véjove es aparente en el hecho de que, aunque puede estar presente en muchos lugares y épocas con una connotación negativa (como el asilo que fundó Rómulo entre las dos arboledas del capitolio, la isla tiberina junto con Fauno y Esculapio, las calendas de Enero, las nonas de marzo y el 21 de mayo, una estatua suya permanece sin embargo en el arco. Además, la partícula inicial ve- que el antiguo supuso que era parte de su nombre es de por sí ambivalente, pudiendo tener un valor tanto acréscitivo como diminutivo.[240]

Maurice Besnier ha remarcado que un templo de Júpiter que fue dedidado por el pretor Lucio Furio Purpúreo antes de la batalla de Cremona contra los celtas cenomani de la Galia cisalpina.[241] Una inscripción encontrada en Brescia en 1888 muestra que Iuppiter Iurarius era venerado allí[242] y una encontrada en el extremo sur de la isla Tíber en 1854 que allí había también otro culto al dios.[243] Besnier especula que Lucio Furio había evocado al dios principal del enemigo y construyó un templo a él en Roma fuera del pomerium. El 1 de enero, el Fasti Praenestini registra el festifal de Esculapio y Véjove en la isla, mientras en el Fasto, Ovidio habla de Júpiter y su nieto.[244] Livio registra que en el 192 a.C., Marcio Rala dedicó a Júpiter en el capitolio los dos templos prometidos por L. Furio Purpúreo, uno de los cuales fue prometido durante la guerra contra los galos.[245] Besnier aceptaría la corrección al pasaje de Livio (propuesta por Jordan) para leer aeedes Veiovi en vez de aedes duae Iovi. Tal corrección concierne a los templos dedicados en el capitolio: no se refiere a la dedicación del templo en la isla, lo que es sorprendente, dado que el lugar está atestiguado epigráficamente como dedicado al templo de Iuppiter Iurarius, en el Fasti Praenestini de Véjove[246] y a Júpiter según Ovidio. Los dos dioses pueden haber sido equivalentes: Iuppiter Iurarius como un dios increíble y vengativo, paralelo al griego Zeus Orkios, vengador del perjurio.[247]

A. Pasqualini ha discutido que Véjove parece relacionado con Iuppiter Latiaris, como la figura original de este Júpiter que fue reemplazado en el monte ALlbano, donde conservó su carácter terrible en la ceremonia celebrada en el santuario de la colina Laciar, la cumbre más sureña del Quirinal en Roma, que implicaba el sacrificio humano. La gens Iullia tenía cultos gentilicios en Bovillae, donde se encontró en 1826 en un ara[248] una inscripción dedicatoria a Véjove. Según Pasqualini, era una deidad similar a Véjove, portador de rayos y ctónico, que estaba conectado al culto de los fundadores que habitaron por primera vez el monte Albano y construyeron el santuario. Tal culto fue sustituido en el monte pudo haber sido conservado por los Iulli, ciudadanos privados atados al sacra Albana por su origen albano.[249]

Victoria[]

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Monedacon cabeza laureada de Júpiter (anverso) y Victoria en pie (reverso). ("ROMA" bajo el relieve".

Victoria estaba conectada con Iuppiter Victor en su función como el otorgador de victoria militar. Se consideraba que Júpiter, como dios soberano, tenía el poder de conquistar a cualquier cosa o persona de manera sobrenatural; su contribución a la victoria militar era diferente a la de Marte (dios del valor militar). Victoria aparecía primero en el reverso de las monedas representando a Venus (dirigiendo la cuádriga de Júpiter, con su cabeza coronada con una palma en su mano) durante la primera guerra púnica. A veces, es representada caminando y llevando un trofeo.[250]

En el Palatino se dedicó luego un templo a la diosa, testificando su gran importancia en la mente romana. Cuando Hierón I de Siracusa presentó una estatuilla dorada de la diosa en Roma, el senado la situó en el templo del Júpiter capitolino entre las mayores y más sagradas deidades. Aunque Victoria tenía un papel importante en la ideología religiosa de la república tardía y el imperio, no está documentada en tiempos anteriores.[251] La poco conocida Vica Pota pudo haber tenido una función similar.

Término[]

Juventas y Término eran dioses que, según la leyenda,[252] se negaron a dejar sus lugares en el capitolio cuando se llevó a cabo la construcción del templo de Júpiter. Por lo tanto, debía reservárseles un sacellum dentro del nuevo templo. Su cabezonería se consideraba un buen augurio; garantizaría juventud, estabilidad y seguridad a Roma en su lugar.[253] Esta leyenda es considerada generalmente por los académicos como un indicativo de su estricta conexión con Júpiter. Una inscripción encontrada cerca de Rávena dice Iuppiter Ter., indicando que Término era un aspecto de Júpiter. Término es el dios de las fronteras (públicas y privadas), como es representado en la literatura. El valor religioso del marcador de frontera es documentado por Plutarco,[254] que adscribe al rey Numa la construcción de los templos de Fides y Términos y la delimitación del territorio romano. Ovidio da una vívida descripción del rito rutal en la frontera de los campos de campesinos vecinos el 23 de febrero (El día de Terminalia). En ese día,[255] los pontífices romanos y los magistrados celebraban una ceremonia en la sexta milla de la Via Laurentina _(antigua frontera del ager romano, que mantenía un valor religioso). Sin embargo, este festival marcaba el final del año y estaba relacionado más con el tiempo que con el espacio (como atestigua la apología de Agustín sobre la función de Jano con respecto a los finales).[256] Dario Sabbatucci ha enfatizado la afiliación temporal de Término, un recordatorio del cual se encuentra en el rito del regifugium.[257] G. Dumézil, por otra parte, ve la función de este dios asociado con el aspecto legal de la función soberana de Júpiter. Término sería el equivalente del dios védico menor Bagha, que supervisa la justa división de los bienes entre los ciudadanos.[258]

Juventas[]

Junto con Término, Juventas (también conocido como Juventus y Iuunta) representa un aspecto de Júpiter (como muestra la negación a dejar la colina capitolina). Su nombre tiene la misma raíz que Juno (de Iuu-, ""joven, muchacho"); en la camada ceremonial que portaba el ganso sagrado de Juno Moneta se paraba ante su sacellum en el festival de la diosa. Luego, se le identificó con la griega Hebe. El hecho de que Júpiter esté relacionado con el concepto de juventud se muestra por sus epítetos Puer, Iuuentus e Ioviste (interpretado como "el más joven" por algunos académicos).[259] Dumézil señala la presencia de dos deidades soberanas menores Bagha y Ariamán ante los dioses soberanos Varuna y Mitra (aunque más íntimamente asociados con Mitra); la pareja se reflejaría en Roma con Término y Juventas. Ariamán es el dios de los jóvenes soldados. La función de Juventas es la de proteger a los iuvenes (los novi togati del año, que se les requiere que ofrezcan un sacrificio a Júpiter en el capitolio)[260] y los soldados romanos (una función luego atribuida a Juno). El rey Servio Tulio, reformando la organización social romana, requería que todos los adolescentes ofrecieran una moneda a la diosa de la juventud al entrar en la edad adulta.[261]

En el análisis de Dumézil, la función de Juventas (la personificación de la juventud), era controlar la entrada de los hombres jóvenes en la sociedad y protegerlos hasta que llegasen a la edad de iuvenes o iuniores (Es decir, de servir al estado como soldados).[262] El cónsul Marco Livio Salinator prometió un templo de Juventas en el 207 a.C. y lo dedicó en el 191 a.C.[263]

Penates[]

Los romanos consideraban los Penates como los dioses a quienes debían su existencia.[264] Como señala Wissowa Penates es un adjetivo, significando "aquellos del penus" las parte más interior, el escondrijo más oculto;[265]; sin embargo, Dumézil rechaza la interpretación de Wissowa de penus como el almacén del hogar. Como nación, los romanos honraban los Penates publici: Dionisio los llama dioses troyanos, ya que fueron absorbidos en la leyenda troyana. Tenían un templo en Roma en la base de la colina Velia, cerca del Palatino, en la que fueron representados como una pareja de chicos jóvenes. Eran honrados anualmente por los nuevos cónsules antes de ocupar su cargo en Lavinium,[266] porque los romanos creían que los Penates de la ciudad eran idénticos a los propios.[267]

El concepto de di Penates estaba más definido en Etruria: Arnobio de Sicca, citando a Cesio, afirma que los Penates etruscos se llamaban Fortuna, Ceres, Genius Iovialis y Pales; según Nigidio Fígulo, incluían aquellos de Júpiter, de Neptuno, de los dioses infernales y los hombres mortales.[268] Según Varrón, los Penates residen en los escondrijos del cielo y son llamados Consentes y Complices por los etruscos porque ascienden y se sitúan juntos, son doce y sus nombres se desconocen, siendo seis masculinos y seis femeninos, siendo consejeros y maestros de Júpiter. Marciano afirma que siempre están en acuerdo entre sí.[269] Aunque estos últimos dioses parecen ser los Penates de Júpiter, el propio Júpiter junto con Juno y MInerva, es uno de los Penates del hombre según algunos autores.[270]

Este complejo concepto se refleja en la división del cielo de Marciano Capella, encontrado en el Libro I de De Nuptiis Mercurii et Philologiae, que sitúa los Di Consentes Penates en la región I con los Favores Opertanei; Ceres y Genio en la región V; Pales en la región VI; Favor y Genio (de nuevo) en la región VII; Secundarus Pales, Fortuna y Favor Pastor en la región XI. La disposición de estas entidades divinas y su repetición en distintos lugares puede deberse a que los Penates pertenezcan a distintas categorías (De Júpiter en la región I, terrenal o de hombres mortales en la región V) son intencionadas. Favor(es) puede ser el equivalente masculino etrusco de Fortuna.[271]

Referencias[]

  1. Iūpiter se cree que es una forma históricamente anterior e Iuppiter parece haber surgido a través de la llamada littera-rule. Comparar Weiss (2010).
  2. Plinio Naturalis Historia X 16. A. Alföldi Zu den römischen Reiterscheiben in Germania 30 1952 p. 188 and n. 11 as cited by G. Dumézil La religion reomaine archaïque Paris 1974 2nd ed., It. tr. Milan 1977 (hereafter cited as ARR) p. 215 n. 58.
  3. Servius Ad Aeneidem II 374.
  4. Dictionary of Roman Coins, see e.g. reverse of "Consecratio" coin of Emperor Commodus & coin of Ptolemy V Epiphanes minted c. 204–180 BC.
  5. Marte era una deidad una deidad preocupada en la guerra y la defensa de la agricultura; Catón el viejo, Sobre la agricultura, 141; alm, in Rüpke (ed), 239. La deidad colina Quirino pudo haber sido el equivalente de alguna manera tanto de Marte como de Júpiter: "Quirino, quizás el dios de la guerra del asentamiento quirinal o el dios que presidía sobre los ciudadanos reunidos." Howard Hayes Scullard, (2003), A History of the Roman World, 753 to 146 BC, page 393. Routledge. Para un resumen respecto a su naturaleza, rango y complejo desarrollo de Júpiter de la era real a republicana, ver Beard et al., Vol. 1, 59–60. Para las dificultades conceptuales implicadas en la discusión de las deidades romanas y su culto, ver Rüpke, in Rüpke (ed) 1–7.
  6. Larousse Desk Reference Encyclopedia, The Book People, Haydock, 1995, p. 215.
  7. Diespiter no debe confundirse con Dis pater, aunque los dos nombres causen confusión incluso en los pasajes de la literatura antigua; P.T. Eden, commentary on the Apocolocyntosis (Cambridge University Press, 1984, 2002), pp. 111–112.
  8. Massimo Pallottino, "Etruscan Daemonology," p. 41, and Robert Schilling, "Rome," pp. 44 and 63, both in Roman and European Mythologies (University of Chicago Press, 1992, from the French edition of 1981); Giuliano Bonfante and Larissa Bonfante The Etruscan Language: An Introduction (Manchester University Press, 1983 rev. ed. 2003), pp. 24, 84, 85, 219, 225; Nancy Thomson de Grummond, Etruscan Myth, Sacred History, and Legend (University of Pennsylvania Museum of Archaeology and Anthropology, 2006), pp. 19, 53–58 et passim; Jean MacIntosh Turfa, Divining the Etruscan World: The Brontoscopic Calendar and Religious Practice (Cambridge University Press, 2012), p. 62.
  9. Mary Beard, J.A. North, and S.R.F. Price, Religions of Rome: A History (Cambridge University Press, 1998), vol. 1, p. 59.
  10. Orlin, in Rüpke (ed), 58.
  11. Scheid, in Rüpke (ed), 263–271; G. Dumézil ARR It. tr. p. 181 citing Jean Bayet Les annales de Tite Live édition G. Budé vol. III 1942 Appendix V p. 153 and n. 3.
  12. Dumézil 1977 p. 259 note 4: cf. Servius Eclogae X 27 "unde etiam triumphantes habent omnia insignia Iovis, sceptrum palmatamque togam" "donde también los comandantes triunfantes tienen toda la insignia de Júpiter, el cetro y la toga palmata'". En la interpretación del traje triunfal y del triunfo Larissa Bonfante ha ofrecido una interpretación basada en documentos etruscos en su artículo: "Roman Triumphs and Etruscan Kings: the Changing Face of the Triumph" in Journal of Roman Studies 60 1970 pp. 49–66 and tables I–VIII. Mary Beard investiga varias visiones del triumphator como dios o rey en el The Roman Triumph (Harvard University Press, 2007), pp. 226–232, and expresses skepticism.
  13. Dumézil 1977 citando a Livio V 23, 6 y VI 17, 5.
  14. G. Dumézil ARR above 1977 p. 177.
  15. Dumézil 1977 p. citing Dionysius of Halicarnassus Roman Antiquities VI 90, 1; Festus s.v. p. 414 L 2nd.
  16. Gary Forsythe, A Critical History of Early Rome: From Prehistory to the First Punic War (University of California Press, 2005, 2006), p. 159 et passim.
  17. Macrobius, Saturnalia 1.16.
  18. Matthew Dillon and Lynda Garland, "Religion in the Roman Republic," in Ancient Rome: From the Early Republic to the Assassination of Julius Caesar (Routledge, 2005), pp. 127, 345.
  19. Most of the information about the Flamen Dialis is preserved by Aulus Gellius, Attic Nights X 15.
  20. Macrobius Saturnalia I 16, 8: flaminica quotiens tonitrua audisset feriata erat, donec placasset deos. The adjective feriatus, related to feriae, "holy days," pertains to keeping a holiday, and hence means "idle, unemployed," not performing one's usual tasks.
  21. Livio I 20, 1–2.
  22. Plutarco Quaestiones Romanae 113.
  23. Aulio Gelio, 10.15.5: item iurare Dialem fas numquam est; Robert E.A. Palmer, "The Deconstruction of Mommsen on Festus 462/464L, or the Hazards of Interpretation," in Imperium sine fine: T. Robert S. Broughton and the Roman Republic (Franz Steiner, 1996), p. 85; Francis X. Ryan, Rank and Participation in the Republican Senate (Franz Steiner, 1998), p. 165. Las Vestales y los Flamen DIalis eran los únicos ciudadanos romanos que no podían ser obligados a hacer un juramento (Aulio Gelio 10.15.31); Robin Lorsch Wildfang, Rome's Vestal Virgin: A Study of Rome's Vestal Priestesses in the Late Republic and Early Empire (Routledge, 2006), p. 69.
  24. Dumézil 1977 p. 147.
  25. G. Dumézil ARR above pp. 94–96, 169, 192, 502–504; G. Wissowa Religion un Kultus der Römer Munich 1912 p. 104 Hereafter cited as RK). Dionysius of Halicarnassus Rom. Ant. I 21, 1 ; Livio I 32, 4. See also ius gentium.
  26. Livio I 24, 8.
  27. Livio I 32, 10.
  28. G. Dumézil ARR above pp. 502–504 and 169. Wissowa, 1912, pp. 104, citing Paulus p. 92 M.; Servius Aeneis XII 206; Livio I 24, 3–8; IX 5, 3; XXX 43, 9; Festus p. 321 M.; Plinio HN XXII 5; Marcianus apud Digesta I 8, 8 par. 1; Servius Aeneis VIII 641; XII 120.
  29. Varro in his Lingua Latina V writes of "Crustumerian secession" ("a secessione Crustumerina").
  30. F. Vallocchia "Manio Valerio Massimo dittatore ed augure" in Diritto @ Storia 7 2008 (online).
  31. C. M. A. Rinolfi "Plebe, pontefice massimo, tribuni della plebe: a proposito di Livio 3.54.5–14" in Diritto @ Storia 5 2006 (online).
  32. Hendrik Wagenvoort, "Characteristic Traits of Ancient Roman Religion," in Pietas: Selected Studies in Roman Religion (Brill, 1980), p. 241, adscribiendo la visión de que no había mitología romana temprana a W.F. Otto y su escuela.
  33. Descrita por Cicerón, De divinatione 2.85, citada por R. Joy Littlewood, "Fortune," en The Oxford Encyclopedia of Ancient Greece and Rome (Oxford University Press, 2010), vol. 1, p. 212.
  34. CIL 1.60, como cita Littlewood, "Fortune," p. 212.
  35. J. Champeaux Fortuna. Le culte de la Fortune à Rome et dans le monde romain. I Fortuna dans la religion archaïque 1982 Rome: Publications de l'Ecole Française de Rome; as reviewed by John Scheid in Revue de l' histoire des religions 1986 203 1: pp. 67–68 (Comptes rendus).
  36. William Warde Fowler, The Roman Festivals of the Period of the Republic (London, 1908), pp. 223–225.
  37. Dumézil 1977 pp. 51–52 and 197.
  38. Ovidio Fasti III, 284–392. Festus s.v. Mamuri Veturi p. 117 L as cited by Dumézil 1977 p. 197.
  39. Plutarco Numa 18.
  40. Dumézil 1977 p. 175 citando Livio I 31.
  41. R. Bloch Prodigi e divinazione nell' antica Roma Roma 1973. Citando Livio I 34, 8–10.
  42. Macrobio Saturnalia III 6.
  43. Ovidio Fastos I 587–588.
  44. Varrón LL VI 16. Los sacrificios a Júpiter también son abordados en Macrobio Saturnalia III 10. El tema de las víctimas de sacrificio adecuadas al dios es uno de los temas más discutidos de la religión romana: cf. Gérard Capdeville "Substitution de victimes dans les sacrifices d'animaux à Rome" in MEFRA 83 2 1971 pp. 283–323. Also G. Dumézil "Quaestiunculae indo-italicae: 11. Iovi tauro verre ariete immolari non licet" in Revue d'études latins 39 1961 pp. 242–257.
  45. Beard et al, Vol 1, 32–36: la consagración hacía esto una "Primavera sagrada" (ver sacrum). El contrato con Júpiter está excepcionalmente detallado. Se tomaría todo el cuidado necesario con los naimales, pero cualquiera que muriera o fuera robado antes del sacrificio programado contaría como si ya se hubiera sacrificado. Los animales sagrados ya estaban asignados a los dioses, que debían proteger su propia propiedad.
  46. G. Dumézil ARR above pp. 258–261.
  47. Ovidio, Fastos, 1.201f.
  48. Wissowa,1912, pp. 107; Livio X 36, 1 and 37, 15 f.
  49. Livio I 12; Dionisio de Halicarnaso II 59; Ovidio Fastos VI 793; Cicerón Catilinaria I 33.
  50. Wissowa, 1912, pp. 107: CIL VI 434, 435; IX 3023, 4534; X59-4; también III 1089.
  51. Wissowa, 1912, pp. 198 y n. 1.
  52. Basado en la tradición de dedicar los templos jovianos en los idus. Esta suposición está apoyada por el calendario de Filócalo, que afirma en los idus de enero (13): Iovi Statori c(ircenses) m(issus) XXIV.
  53. Wissowa, 1912, pp. 108 y n. 1citando a Vitrubio De Architectura (por lo tanto Vitrubio) III 1, 5.
  54. CIL VI 438.
  55. Ovidio Fastos IV 621 and VI 650.
  56. Protocols of a sacerdotal collegium: Wissowa, 1912, citando CIL VI 2004–2009.
  57. Livio I 31 1–8.
  58. Macrobiio I 16. Sin embargo, esta identificación ha sido desafiada por A. Pasqualini.
  59. Festus s.v. prisci Latini p. : "las ciudades latinas que existían antes de la fundación de Roma".
  60. L. Schmitz in W. Smith Dictionary of Greek and Roman Antiquities London 1875 s. v. Feriae p. 529.
  61. Cicerón De Divinatione I 18; Dionysius Hal. AR IV 49, 3; Festus p. 212 L l. 30 f.; Scholiasta Bobiensis ad Ciceronis pro Plancio 23.
  62. Festus s.v. oscillantes p. 194 M; C. A. Lobeck Aglaophamus sive de theologiae mysticae Graecorum causis libri tres Königsberg 1829 p. 585.
  63. Cicerón Pro Plancio 23; Varrón LL VI 25; Plinio HN III 69.
  64. Plinio XXVII 45.
  65. A. Alföldi Early Rome and the Latins Ann Arbor 1965 p. 33 n. 6 citado por O. de Cazanove arriba p. 252.
  66. Wissowa, 1912, pp. 109; L. Schmitz in Dictionary of Greek and Roman Antiquities London 1875 s. v. Feriae p. 529: Niebuhr History of Rome II p. 35 citando a Livio V 42, Plutarco Camillus 42.
  67. Wissowa, 1912, pp. 110. CIL 2011–2022; XIV 2236–2248.
  68. Livio XLII 21, 7.
  69. Wissowa, 1912, pp. 101, citando a Macrobio Saturnalia I 15, 14 and 18, Juan Lido De Mensibus III 7, Plutarco Quaestiones Romanae 24.
  70. Los calendarios romanos conservados proporcionan solo una prueba fragmentada de la Feriae pero Wissowa cree que todos los Idus eran sagrados para él.
  71. Wissowa, 1912, pp. 101, Citando a Varrón LL V 47; Festus p. 290 Müller, Paulus p. 104; Ovidio Fastos I 56 y 588; Macrobio Sat. I 15, 16.
  72. Wissowa, 1912, pp. 101: el epula Iovis caía en 13 de septiembre y 13 de noviembre. La fundación del templo y las fechas de los festivales son el 13 de septiembre para Júpiter Óptimo Máximo, 13 de abril para Júpiter Victor, 13 de junio para Júpiter Invictus y, quizás, el 13 de enero para Júpiter Estator..
  73. Casio y Rutilio apud Macrobio I 16, 33. Tuditanus claimed fueron instituidos por Rómulo y T. Tacio I 16, 32.
  74. Macrobio I 16, 30: "...flaminica Iovi arietem solet immolare"; Dumézil ARR encima p. 163 y n. 42, citando A. Kirsopp Michels The Calendar of the Roman Republic 1967 pp. 84–89.
  75. Michael Lipka, Roman Gods: A Conceptual Approach (Brill, 2009), p. 36.
  76. Wissowa Religion und Kultus der Römer Munich 1912 pp. 101–102.
  77. G. Dumézil ARR above p. 174.
  78. Wissowa, 1912, pp. 101, citando a Plinio HN XVIII 289: "Este día festivo fue establecido por el aplacamiento (es decir, evitación= de tormentas"", "Hunc diem festum tempestatibus leniendis institutum".
  79. Wissowa, 1912, citando Digesto II 12, 4.
  80. G. Dumézil ARR sobre Milan 1977 p. 173; Wissowa, 1912, pp. 102.
  81. Wissowa, 1912, pp. 101-102, citando a Varrón LL VI 21 Novum vetus vinum bibo, novo veteri morbo medeor.
  82. G. Dumézil, Fêtes romaines d' été et d' automne, Paris, 1975, pp. 97–108.
  83. En la leyenda Romana, Eneas juró por todo el vino anual de Latium a Júpiter antes de la batalla con Mezencio.: cf. G. Dumézil ARR above p. 173 ; Ovid Fasti IV 863 ff.
  84. Wissowa, 1912, pp. 102, citando a Varrón LL VI 16, Pliny NH XVIII 287, Ovidio Fastos IV 863 ff., Paulus p. 65 and 374 M.
  85. Gary Forsythe, A Critical History of Early Rome: From Prehistory to the First Punic War (University of California Press, 2005, 2006), p. 136. Populus originally meant not "the people," but "army."
  86. Robert Turcan, The Cults of the Roman Empire (Blackwell, 1992, 1996, 2001 impresión, originalmente publicada en 1989 en francés), p. 75. Wissowa ya ha conectado el Poplifugia a Júpiter : RK p. 102, Citando a Casio Dio XLVII 18 y los Fasti Amiternini (feriae Iovis).
  87. Forsythe, A Critical History of Early Rome, p. 137.
  88. André Magdelain "Auspicia ad patres redeunt" in Hommage á Jean Bayet Bruxelles 1964 527 ff. Ver también Jean Bayet Histoire politique et psychologique de la religion romaine Paris 1957 p. 99; Jacques Heurgon, Rome et la Méditerranée occcidentale Paris 1969 pp. 204–208.; Paul-M. Martin "La fonction calendaire du roi de Rome et sa participation á certaines fêtes" in Annales de Bretagne et des pays de l' Ouest 83 1976 2 pp. 239–244 part. p. 241; y Dario Sabbatucci La religione di Roma antica: dal calendario festivo all'ordine cosmico Milan 1988, como resisa Robert Turcan en Revue del'histoire des religions 206 1989 1 pp. 69–73 part. p. 71.
  89. Michael Lipka, Roman Gods: A Conceptual Approach (Brill, 2009), p. 33, note 96.
  90. Forsythe, A Critical History of Early Rome, p. 192.
  91. Jean Gagé cree que el asesinato de Servio Tulio ocurrió en esta fecha, ya que Tarquinio el orgulloso y su esposa Tulia se habrían aprovechado de la ocasión para afirmar públicamente que Servio había perdido el favor de los dioses (Especialmente Fortuna): Jean Gagé "La mort de Servius Tullius et le char de Tullia" in Revue belge de philologie et d' histoire 41 1963 1 pp. 25–62.
  92. Forsythe, A Critical History of Early Rome, p. 132.
  93. Henri Le Bonniec Le culte de Cérès á Rome Paris 1958 p. 348, developing Jean Bayet Les annales de Tite Live (Titus Livius AUC libri qui supersunt) ed. G. Budé vol. III Paris 1942 Appendix V pp. 145–153.
  94. G. Dumézil ARR above pp. 485–486.
  95. Mommsen Römischen Forschungen II p. 42 ff. sitúa su fundación en el 336 a.C. en el establecimiento de los ediles curules. Citado por Wissowa, 1912, pp. 111.
  96. Livio I 35, 9.
  97. Wissowa, 1912, pp. 111–112, citando a Livio V 41, 2 ; Tertuliano De corona militis 13; Dionisio de Halicarnaso Antiq. Rom. VII 72. Marquardt Staatsverwaltung III 508.
  98. G. Dumézil ARR sobre p. 488.
  99. G. Dumézil ARR above p. 181 citing Jean Bayet Les annales de Tite Live édition G. Budé vol. III 1942 Appendix V p. 153 and n. 3.
  100. Wissowa, 1912, 112, citando a Mommsen CIL I 2nd p. 329, 335; Rǒmische Forschungen II 45, 4.
  101. In Verrem V 36 and Paulus s.v. ludi magni p. 122 M.
  102. Macrobio I 10, 11.
  103. Wissowa, 1912, pp. 102, citando a Gelio X 15, 12. 24; Paulus p. 87 M.; Plinio HN XVIII 119; Plutarco Quaest. Romanae 111.
  104. Más común en la poesía, por su útil métrica y la expresión "¡por Jove!".
  105. . Indo-European and the Indo-Europeans. American Heritage Dictionary of the English Language (2000). Consultado el día 2008-09-27.
  106. Wissowa, 1912, pp. 100, citando a Varrón LL V 66: "La misma peculiaridad es revelada incluso mejor por el antiguo nombre de Júpiter; dado que una vez fue llamado Diovis y Diespiter, que es Dies Pater (Padre Día); consecuentemente los seres derivados de él son llamados dei (dioses), dius (dios), diuum (día) de ahí las expresiones sub diuo y Dius Fidius. Por esto es porque el templo de Dius Fidius tiene una apertura en el techo, para permitir la visión del diuum es decir, el caelum cielo" tr. por J. Collart citado por Y. Lehmann debajo; Paulus p. 71:"dium (el cielo divinizado), que denota que está al aire libre, fuera el techo deriva del nombre de Iupiter, así como Dialis, epíteto del flamen de Júpiter y dius que se aplica al héroe descendido de la raza de Júpiter" y 87 M.
  107. Wissowa, 1912, pp. 100, n. 2.
  108. CIL V 783: Iovi Diano del Aquileia.
  109. H. F. Müller in The Oxford Encyclopaedia of Ancient Greece and Rome s.v. Jupiter p. 161.
  110. Samuel Ball Platner, revised by Thomas Ashby: A Topographical Dictionary of Ancient Rome, London: Oxford University Press, 1929 p. 293 and Der Große Brockhaus, vol. 9, Leipzig: Brockhaus 1931, p. 520
  111. Walter W. Skeat, A Concise Etymological Dictionary of the English Language, Oxford: Clarendon Press 1882, OUP 1984, p. 274
  112. Wissowa, 1912, pp. 108, citando a Varrón LL V 47 y p. 290 y Festo. s.v. Idulia.
  113. Wissowa, 1912, pp. 108, Citando a Paulo p. 92 M.; Servio Ad Aeneidem VIII 641.
  114. Wissowa, 1912, pp. 108, citando a Festo p. 189 M. s.v. lapis; Polibio Historiae III 25, 6.
  115. G. Dumézil ARR encima p. 169.
  116. G. Dumezil ARR antedicho p. 167. El carmen Saliare tiene: "cume tonas Leucesie prai ted tremonti/ quot tibi etinei deis cum tonarem".
  117. G. Dumézil ARR antedicho pp. 167–168.
  118. G. Dumézil ARR antedicho p. 168 citando Petronio Satyricon 44.
  119. Paulus s. v. p. 94 L 2nd; p. 2 M; Tertullian Apologeticum 40.
  120. Apuleyo De Mundo 37; cf. Iuppiter Serenus CIL VI 431, 433,; XI 6312; Iuppiter Pluvialis CIL XI 324.
  121. Iuppiter Serenus ha sido reconocido como interpretatio del dios foceo Ζευς Ούριος: F. Cenerini above p. 104 citing Giancarlo Susini "Iuppiter Serenus e altri dei" in Epigraphica 33 1971 pp. 175–177.
  122. Vitruvio I 2, 5; CIL I 2nd p. 331: santuario en el Campo de Marte, dedicado el 7 de octubre según los calendarios
  123. CIL XII 1807.
  124. CIL VI 377; III 821, 1596, 1677, 3593, 3594, 6342 citado por Wissowa, 1912, pp. 107.
  125. Festus s. v. provorsum fulgur p. 229 M: "...; itaque Iovi Fulguri et Summano fit, quod diurna Iovis nocturna Summani fulgura habentur." como cita Wissowa, 1912, pp. 107
  126. Augustine De Civitate Dei (herafter CD) VII 11. Pecunia está tentativamente incluido en este grupo por Wissowa, 1912, pp. 105 n. 4. Cfr. Augustine CD VII 11 end and 12.
  127. Frugifer CIL XII 336. Apuleius De Mundo 37.
  128. Catón De Agri Cultura 132; Paulo s. v. p. 51 M.
  129. Wissowa, 1912, pp.105 n. 4 entiende Pecunia como protector y aumentador del rebaño.
  130. Bruno Migliorini s.v. Roma in Enciclopedia Italiana di Scienze, Lettere ed Arti vol. XXIX p. 589; A. W. Schlegel Sämtliche Werke Leipzig 1847 XII p. 488; F. Kort Römische Geschichte Heidelberg 1843 p.32-3.
  131. N. G. L. Hammond & H. H. Scullard (Eds.) The Oxford Classical Dictionary Oxford 1970 s. v. p. 940.
  132. Servio IV 339.
  133. Catón De Agri Cultura 132; Festo s. v. daps, dapalis, dapaticum pp. 177–178 L 2nd.
  134. Epulo CIL VI 3696.
  135. Livio I 12, 4–6.
  136. Livio X 36, 11.
  137. Dumézil antedicho pp. 174–75.
  138. Livio X 29, 12–17; nefando sacro, mixta hominum pecudumque caedes, "por un rito impío, una masacre mixta de gente y ganado" 39, 16; 42, 6–7.
  139. Dario Sabbatucci arriba, como resume en el análisis de Robert Turcan p. 70.
  140. Astronomica, Higino, traducido por Mary Grant, pt.1, ch.2, sec.13
  141. Der Große Brockhaus, vol.9, Leipzig: Brockhaus 1931, p. 520
  142. Samuel Ball Platner, revised by Thomas Ashby: A Topographical Dictionary of Ancient Rome, London: Oxford University Press, 1929 p.293
  143. cume tonas, Leucesie, prai ted tremonti...; G. Dumézil above p. It. tr. Milan 1977 p.168.
  144. Optimus es el superlativo formado por ops [habilidad de ayudar], la forma antigua es optumus de opitumus, cf. el epíteto Opitulus [El ayudante].
  145. Como cita Dumézil ARR It tr. p. 177.
  146. San Agustín, Ciudad de dios, Libros 1-10, Pg 218
  147. San Agustín, Ciudad de dios, Libros 1-10,
  148. 148,0 148,1 Agustín CD VII 11.
  149. Livio, Ab urbe condita Libro 1.
  150. CIL II, 2525; Toutain. 1920. 143ff.
  151. Smith, Dictionary, s.v. "Ladicus")
  152. La obra de Verrio Flaco se conserva a través del resumen de Sexto Pompeyo Festo y su epitomista Pablo el Diácono.
  153. Georges Dumézil La religion romaine archaïque, Payot, Paris, 1974 2nd "Remarques preliminaires" X; It. tr. Milan 1977 p. 59ff.; citing Lucien Gerschel "Varron logicien" in Latomus 17 1958 pp. 65–72.
  154. Agustín De Civitate Dei IV 27; VI 5.
  155. J. Pépin "La théologie tripartite de Varron" Revue des études augustiniennes 2 1956 pp. 265-294. Dumézil ha señalado que incluso cuando Agustín puede tener razón señalando los casos que Varrón presentó bajo la categoría de teología civil contenidos que puede parecer que pertenecen a la teología mítica, con todo él conservó bajo este encabezado la tradición y leyendas de los antiguos romanos consideradas propias.
  156. Wissowa, 1912, pp. 100
  157. Wissowa, 1912, cita tres pasajes de Carmina de Horacio: I 1, 25 manet sub Iove frigido venator; I 22, 20 quod latus mundi nebulae malusque Iuppiter urget; III 10, 7 ut glaciet nives puro numine Iuppiter.
  158. En el Esquilino yace el sacellum de Iuppiter Fagutalis (Varrón De Lingua Latina V 152 (en adelante LL), Paulo p. 87 M., Plinio Naturalis historia XVI 37 (en adelante HN), CIL VI 452); en la Viminal es conocido un Iuppiter Viminius (Varrón LL V 51, Festo p. 376); un Iuppiter Caelius en el Celio (CIL VI 334); en el Quirinal el llamado Capitolium Vetus (Martial V 22, 4; VII 73, 4).Fuera de Roma: Iuppiter Latiaris en el Monte ALbano, Iuppiter Appenninus (Orelli 1220, CIL VIII 7961 y XI 5803) en los Apeninos umbros, en Scheggia, en la Via Flaminia, Iuppiter Poeninus (CIL 6865 ff., cfr. Bernabei Rendiconti della Regia Accademia dei Lincei III, 1887, fascicolo 2, p. 363 ff.) en el Gran Paso de San Bernardo, Iuppiter Vesuvius (CIL X 3806), Iuppiter Ciminus (CIL XI 2688); the Sabineel sabino Iuppiter Cacunus (CIL IX 4876, VI 371). Fuera de Italia Iuppiter Culminalis en Nórico y Panonia (CIL III 3328, 4032, 4115, 5186; Supplememtum 10303, 11673 etc.) como cita Wissowa, 1912, pp. 102 y Francesca Cenerini "Scritture di santuari extraurbani tra le Alpi e gli Appennini" in Mélanges de l'École française de Rome (en adelante MEFRA) 104 1992 1 pp. 94–95.
  159. Wissowa, 1912, pp. 100-101
  160. G. Dumézil above It. tr. pp. 167–168.
  161. Dumézil above p. 239; It. Tr. p. 171.
  162. Varro apud Augustine De Civitate Dei VII 9.
  163. Wissowa, 1912, pp. 23, 133–134; Dumézil Jupiter Mars Quirinus I-IV Paris 1941–1948; ARR above pp. 137–165.
  164. G. Dumézil ARR above pp. 172 and 175.
  165. G. Dumézil ARR above p. 274 ff.
  166. Dumézil ARR above p. 271 citing Ovid Fasti III 815–832.
  167. E. Montanari Mito e Storia nell' annalistica romana delle origini Roma 1990 pp. 73 ff.; citing Cicero Pro Scauro 48: "pignus nostrae salutis atque imperii"; Servius Ad Aeneidem II 188, 16: "Illic imperium fore ubi et Palladium"; Festus s.v. p. 152 L.
  168. E. Montanari above citing M. Sordi "Lavinio, Roma e il Palladio" in CISA 8 1982 p. 74 ff.; W. Vollgraf "Le Palladium de Rome" in BAB 1938 pp. 34 ff.
  169. G. Dumezil "Déesses latines et mythes vediques. III Fortuna Primigenia" in Coll. Latomus 25 1956 pp. 71–78.
  170. Cicerón De nat. Deor. II 85-86: "Is est locus saeptus religiose propter Iovis pueri, qui lactens cum Iunone in gremio sedens, mamma appetens, castissime colitur a matribus": "Este es un lugar cerrado para razones religiosas porque Júpiter niño, que está sentado en el vientre con Juno mamando, dirigida al pecho, muy castamente venerada por madres".
  171. G. Dumezil Déesses latines et mythes vediques p. 96 ff.
  172. CIL XIV 2868 and 2862 (mutile).
  173. R. Mowat "Inscription latine sur plaque de bronze acquise à Rome par par M. A. Dutuit" in Mem. de la Soc. nat. des Antiquités de France 5me Ser. 3 43 1882 p. 200: CIL XIV 2863: ORCEVIA NUMERI/ NATIONU CRATIA/ FORTUNA DIOVO FILEA/ PRIMOCENIA/ DONOM DEDI. Cited by G. Dumezil above p. 71 ff.
  174. G Dumezil Déesses latines et mythes vediques Bruxelles 1956 chapt. 3.
  175. Ṛg-Veda X 72, 4-5; G. Dumezil above and Mariages indo-européens pp. 311–312: "Of Aditi Daksa was born, and of Daksa Aditi, o Daksa, she who is your daughter".
  176. G. Dumezil Déesses latines... p. 91 n.3.
  177. A. Brelich Tre variazioni romane sul tema delle origini. I. Roma e Preneste. Una polemica religiosa nell'Italia antica Pubbl. dell'Univ. di Roma 1955–1956.
  178. G. Dumézil ARR above p. 101 and 290. Discutido en profundidad en Agustín, Ciudad de Dios VII 9 y 10. También Ovidio Fasti I 126.
  179. D. Briquel "Jupiter, Saturne et le Capitol" in Revue de l'histoire des religions 198 2. 1981 pp. 131–162; Varrón V 42; Virgilio Aeneis VIII 357-8; Dionisio Hal. I 34; Solinuso I 12; Festo p. 322 L; Tertulianiano Apologeticum 10; Macrobio I 7, 27 y I 10, 4 citando a cierto Malio. Ver también Macrobio I 7, 3: la tradición analística atribuida a su fundación al rey Tulio Hostilio. Estudios por E. Gjerstad in Mélanges Albert Grenier Bruxelles 1962 pp. 757–762; Filippo Coarelli in La Parola del Passato 174 1977 p. 215 f.
  180. A. Pasqualini "Note sull'ubicazione del Latiar" in MEFRA 111 1999 2 p[. 784–785 citing M. Malavolta "I ludi delle feriae Latinae a Roma" in A. Pasqualini (ed.) Alba Longa. Mito storia archeologia. Atti dell'incontro di studio, Roma-Albano laziale 27-29 gennaio 1994 Roma 1996 pp. 257–273; Eusebius De laude Constantini 13, 7 = MPG XX col. 1403–1404; J. Rives "Human sacrifice among Pagans and Christians" in Journal of Roman Studies LXXXV 1995 pp. 65–85; Iustinus Apologeticum II 12, 4–5; G. Pucci "Saturno: il lato oscuro" in Lares LVIII 1992 p. 5-7.
  181. Wissowa, 1912, pp. 100–101; G. Dumézil above p. 348; Cicerón De Natura Deorum II 61.
  182. G. Dumezil La religion Romaine archaïque Paris, 1974; It. tr. Milan 1977 p.189.
  183. Roger D. Woodard Vedic and Indo-European Sacred Space Chicago Illinois Un. Press 2005 p. 189. The scholar thinks Dius Fidius is the Roman equivalent of Trita Apya, the companion of Indra in the slaying of Vrtra.
  184. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas G. Dumézil ARR above p. 169
  185. 185,0 185,1 G. Wissowa in Roschers Lexicon 1909 s.v. Semo Sancus col. 3654; Religion und Kultus der Römer Munich, 1912, p. 131 f.
  186. W. W. Fowler The Roman Festivals of the Period of the Republic London, 1899, p. 139.
  187. O. Sacchi "Il trivaso del Quirinale" in Revue Internationale de Droit de l'Antiquité 2001 pp. 309–311, citando a Nonio s.v. rituis (L p. 494): Itaque domi rituis nostri, qui per dium Fidium iurare vult, prodire solet in compluvium., 'por lo tanto según nuestros ritos aquel que desea hacer un juramento por Dius Fidius él como una norma camina al compluvium (un espacio sin techo en el interior de la casa)'; Macrobio Saturnalia III 11, 5 en el uso del mensa privado como un altar mencionado en el ius Papirianum; Granius Flaccus indigitamenta 8 (H. 109) sobre el juramento del rey Numa por el cual pidió el castigo divino de perjurar por todos los dioses.
  188. Agustín CD VII 13, mencionado también a Quinto Valerio Sorano. H. Wagenvoort "Genius a genendo" Mnemosyne 4. Suppl., 4, 1951, pp. 163–168. G. Dumézil ARR above p. 315, discussing G. Wissowa and K. Latte' s opinions.
  189. W. W. Fowler The Roman Festivals of the Period of the Republic London, 1899, p. 189.
  190. Censorinus De Die Natali 3, 1.
  191. G. Dumézil ARR above p. 318.
  192. Wissowa Kultus 1912 p. 243.
  193. CIL IX 3513 del lex templi del templo de Iuppiter Liber en Furfo, Samnio.
  194. Aulio Gelio Noctes Atticae VI 1, 6. Silius Italicus Punica XIII 400-413. Cited by G. Dumézil ARR above p. 435, mencionando J. Hubeaux Les grands mythes de Rome Paris 1945 pp. 81–82 y J. Aymard "Scipion l' Africain et les chiens du Capitol" en Revue d'études latins 31 1953 pp. 111–116.
  195. Cicerón De Republica VI 13: = Somnium Scipionis.
  196. Arnobius Adversus Nationes IV 40, 2.
  197. G. Capdeville "Les dieux de Martianus Capella" in Revue de l'histoire des religions 213 1996 3. p. 285.
  198. Macrobio I 10, 16.
  199. E. and A. L. Prosdocimi in Etrennes M. Lejeune Paris 1978 pp. 199–207 lo identifican como un aspecto de Júpiter. Ver también A. L. Prosdocimi "'Etimologie di teonimi: Venilia, Summano, Vacuna" in Studi linguistici in onore di Vittore Pisani Milano 1969 pp. 777–802.
  200. G. Dumézil ARR above pp. 184–185 citando su Mitra Varuna, essai sur deux représentations indo-européennes de la souveraineté Paris 1940–1948.
  201. Wissowa, 1912, pp. 107 citando CIL VI 205; X 49 y 6423.
  202. Wissowa, 1912, CIL VI 206.
  203. G. Dumézil ARR above p. 185.
  204. Ludwig Preller Rõmische Mythologie I Berlin 1881 pp. 195–197; E. Aust s. v. Iuppiter (Liber) in Roscher lexicon II column 661 f.
  205. Olivier de Cazanove cita a Wissowa, 1912, pp. 120 y A. Schnegelsberg De Liberi apud Romanos cultu capita duo Dissertation Marburg 1895 p. 40.
  206. O. de Cazanove "Jupiter, Liber et le vin latin" in Revue de l'histoire des religions 205 1988 3 p. 247 n. 4.
  207. 207,0 207,1 Augustine CD VII 21.
  208. Inscriptions from the territory of the Frentani (Zvetaieff Sylloge inscriptionum Oscarum nr. 3); Vestini (CIL IX 3513; I 2nd 756 Furfo); Sabini (Jordan Analecta epigraphica latina p. 3 f.= CIL I 2nd 1838) and Campani (CIL X 3786 Iovi Liber(o) Capua).
  209. Fasti Arvales ad 1. September.
  210. Monumentum Ancyranum IV 7; CIL XI 657 Faventia; XIV 2579 Tusculum.
  211. Fr. Bömer Untersuchungen über die Religion der Sklaven in Griechenland und Rom I Wiesbaden 1957 p. 127 f. cited by Olivier de Cazanove "Jupiter, Liber et le vin" in Revue de l'histoire des religions 205 1988 3 p. 248.
  212. O. de Cazanove above p. 248 ff.
  213. Trebatius Testa apud Arnobius Ad nationes VII 31: "solum quod inferetur sacrum..." "only that which is spilt is considered sacred...";also Cato De Agri Cultura CXXXII 2; CXXXIV 3; Servius IX 641; Isidore XX 2,7.
  214. Marcus Antistius Labeo apud Festus s. v., p. 474 L.
  215. Fr. Altheim Terra Mater Giessen 1931 p. 22 and n. 4 mientras reconoce la oscuridad de la etimología de esta palabra propuso la derivación de sacerrima como bruma de brevissima; Onomata Latina et Graeca s.v.: novum vinum; Corpus Glossatorum Latinorum II p. 264: απαρχη γλεύκους.
  216. Columella De Re Rustica XII 18, 4 mentions a sacrifice to Liber and Libera immediately before.
  217. Paulus s. v. sacrima p. 423 L; Festus p. 422 L (mutile).
  218. Isidoro Origines XX 3, 4; Enrico Monatanari "Funzione della sovranitá e feste del vino nella Roma repubblicana" in Studi e Materiali di Storia delle Religioni 49 1983 pp. 242–262.
  219. G. Dumézil "Quaestiunculae indo-italicae" 14-16 in Revue d' études latins XXXIX 1961 pp. 261–274.
  220. Henri Le Bonniec Le culte de Cérès à Rome Paris 1958 pp. 160–162.
  221. G. Dumézil ARR above pp. 331–332.
  222. Augustine CD VII 3, 1.
  223. "Liber et liberi" in Revue d'études latins 14 1936 pp. 52–58.
  224. "...curatores Iovi Libertati" CIL XI 657 and "Iovi Obsequenti publice" CIL XI 658 de Bagnacavallo; "Iuppiter Impetrabilis" de Cremella sopra Monza publicado por G. Zecchini in Rivista di studi italiani e latini 110 1976 pp. 178–182. La doble presencia de Júpiter y Feronia en Bagnacavallo ha llevado a la especulación del servil manumissio (acción ritual legal por el que se liberaban a los esclavos) se practicaba en este santuario: Giancarlo Susini "San Pietro in Sylvis, santuario pagense e villaggio plebano nel Ravennate" in Mélanges offertes à G. Sanders Steenbrugge 1991 pp. 395–400. Cited in F. Cenerini above p. 103.
  225. G. Dumézil ARR It. tr. p. 188 n. 44; Kurt Latte Römische Religionsgeschichte Munich 1960 p. 81 and n. 3.; W. Warde Fowler The Roman Festivals of the Period of the Republic London 1899 pp. 121–122.
  226. G. Piccaluga "L' anti-Iupiter" in Studi e Materiali di Storia delle Religioni XXXIV 1963 p. 229-236; E. Gierstad "Veiovis, a pre-indoeuropean God in Rome?" in Opuscola Romana 9, 4 1973 pp. 35–42.
  227. Aulio Gelio V 12.
  228. D. Sabbatucci arriba como resume R. Turcan sobre p. 70 y pp. 72–73. En el aspecto de hacer Júpiter crecer, Turcan cita los denarios acuñado por Manio Fonteyo y Valerio el joven del tipo Iovi crescenti mencionado por A. Alföldi en Studien zur Geschichte der Weltkrisedes 3. Jhd. n.Chr. Darmstadt 1067 p. 112 f.
  229. Ludwig Preller Römische Mythologie I p. 262 f.
  230. Ovidio Fasti I 291–294.
  231. Ferruccio Bernini Ovidio. I Fasti (traducción y comentario), III 429; Bologna 1983 (reprint).
  232. Vitruvio De Architectura IV 8, 4.
  233. Ovidio arriba. Fasti Praenestini CIL I 2nd p. 231: Aescu]lapio Vediovi in insula.
  234. Fasti Praen.: Non. Mart. F(as)...]ovi artis Vediovis inter duos lucos; Ovid Fasti III 429–430.
  235. Ovidio arriba V 721–722. XII Kal. Iun. NP Agonia (Esq. Caer. Ven. Maff.); Vediovi (Ven.).
  236. Wissowa en la base de la glossa humanum sacrificium de Paulo p. 91 L interpreta "con un rito propio de una ceremonia en honor a los fallecidos". G. Piccaluga en n. 15 y 21 pp. 231-232 , sin embargo, señala que Gelio no afirma sacrificium humanum sino solo afirma...immolaturque ritu humano capra.
  237. Livio VIII 9, 6.
  238. Gelio V 12, 12.
  239. Gelio V 12. Los romanos saben y ofrecieron un culto a otras deidades: entre ellas Febris, Tussis, Mefitis.
  240. G. Piccaluga "L' anti-Juppiter" in Studi e Materiali di Storia delle Religioni XXXIV 1963 p. 233-234 and notes 30, 31 citando a Gelio V 12 y Plinio el viejo Naturalis Historia XVI 216: "Non et simulacrum Veiovis in arce?".
  241. Livio XXXI 21.
  242. Ettore Pais CIL Supplementa Italica I addimenta al CIL V in Atti dei Lincei, Memorie V 1888 n. 1272: I O M IUR D(e) C(onscriptorum) S(ententia).
  243. CIL I 1105: C. Volcaci C. F Har. de stipe Iovi Iurario... onimentum.
  244. Ovidio Fasti I 291–295.
  245. Livio XXXV 41.
  246. Cfr. above: "Aeculapio Vediovi in insula".
  247. Maurice Besnier "Jupiter Jurarius" en Mélanges d'archéologie et d' histoire 18 1898 pp. 287–289.
  248. CIL XIV 2387 = ILS 2988 = ILLRP 270=CIL I 807: Vediovei patrei genteiles Iuliei leege Albana dicata.
  249. A. Pasqualini "Le basi documenatarie della leggenda di Alba Longa" Universita' di Roma Torvergata 2012 online.
  250. G. Dumézil ARR above p. 408.
  251. G. Dumézil ARR above p. 413. Livio XXVII 2, 10–12.
  252. Dionisio de Halicarnaso Rom. Antiquities III 69, 5–6.
  253. Dionisio de Halicarnaso, arriba III 69; Florus I 7, 9.
  254. Plutarco Numa 16.
  255. Ovidio Fasti II 679.
  256. Agustín CD VII 7.
  257. D. Sabbatucci arriba.
  258. G. Dumézil ARR arriba pp. 186–187.
  259. Wissowa, 1912, pp. 135; G. Dumezil La relig. rom. arch. Paris 1974; It. tr. Milano 1977 pp. 185–186; C. W. Atkins "Latin 'Iouiste' et le vocabulaire religieux indoeuropéen" en Mélanges Benveniste París, 1975, pp. 527–535.
  260. Wissowa, 1912, pp. 135, citando Servius Danielis Eclogae IV 50.
  261. Piso apud Dionisio de Halicarnaso Rom. Antiquities IV 15, 5.
  262. G. Dumézil ARR arriba pp. 185–186.
  263. Livio XXXV 36, 5.
  264. Macrobio Saturnalia III 4, 8–9 citando a Varrón: "Per quos penitus spiramus". Sabine Mac Cormack The Shadows of Poetry: Vergil in the Mind of Augustine University of California Press 1998 p. 77.
  265. G. Dumézil ARR above pp. 311–312.
  266. Varrón De Lingua Latina V 144; Plutarco Coriolanus XXIX 2; Macrobio Saturnalia III 4, 11; Servio Ad Aeneidem II 296: como cita Dumézil ARR arriba p. 313.
  267. G. Dumézil ARR arriba p. 313.
  268. Arnobio Adversus nationes III 40. Cf. también Lucano Pharsalia V 696; VII 705; VIII 21.
  269. Arnobio Adversus Nationes III 40, 3; Martianus Capella De Nuptiis I 41: "Senatores deorum qui Penates ferebantur Tonantis ipsius quorumque nomina, quoniam publicari secretum caeleste non pertulit, ex eo quod omnia pariter repromittunt, nomen eis consensione perficit".
  270. Arnobio Adversus Nationes III 40 4; Macrobio Saturnalia III 4 9.
  271. Gérard Capdeville "Les dieux de Martianus Capella" en Revue de l'histoire des religions 213 1996 3 p. 285 citando a Carl Olof Thulin Die Götter des Martianus Capella und der Bronzeleber von Piacenza (=RGVV 3. 1) Giessen 1906 pp. 38–39. En el tema ver también A. L. Luschi "Cacu, Fauno e i venti' en Studi Etruschi 57 1991 pp. 105–117.


Bibliografía[]

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  • Mary Beard, J.A. North, and S.R.F. Price, Religions of Rome: A History (Cambridge University Press, 1998).
  • Dumézil, G. (1977) La religione romana arcaica. Con un'appendice sulla religione degli Etruschi. Milano, Rizzoli. Edizione e traduzione a cura di Furio Jesi.
  • Dumézil, G. (1988). Mitra-Varuna: An essay on two Indo-European representations of sovereignty. New York: Zone Books. ISBN: 0-942299-13-2}}
  • Dumézil, G. (1996). Archaic Roman religion: With an appendix on the religion of the Etruscans. Baltimore, Md: Johns Hopkins University Press. ISBN: 0-8018-5481-4
  • Article "Jupiter" in The Oxford Classical Dictionary. ISBN: 0-19-860641-9
  • Smith, Miranda J., 'Dictionary of Celtic Myth and Legend' ISBN: 0-500-27975-6
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  • Rüpke, Jörg (Editor), A Companion to Roman Religion, Wiley-Blackwell, 2007. ISBN: 978-1-4051-2943-5
  • Wissowa, Georg (1912). Religion und Kultus der Römer, Munich.


Panteón grecorromano
Olímpicos principales: Zeus/Júpiter  •  Hera/Juno  •  Poseidón/Neptuno  •  Deméter/Ceres  •  Atenea/Minerva  •  Apolo  •  Artemisa/Diana  •  Ares/Marte  •  Afrodita/Venus  •  Hefesto/Vulcano  •  Hermes/Mercurio  •  Hestia/Vesta  •  Dioniso/Baco
Otros olímpicos: Hades/Plutón u Orcus/Dis Pater  •  Heracles/Hércules  •  Perséfone/Proserpina  •  Asclepio/Vejovis  •  Eros/Cupido  •  Hebe/Juventas  •  Pan/Fauno o Silvano
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Titanes
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Primera generación: Océano  •  Ceo  •  Crío  •  Hiperión  •  Jápeto  •  Crono/Saturno  •  Febe  •  Mnemósine  •  Rea/Cibeles  •  Temis  •  Tetis  •  Tea
Segunda generación: Asteria  •  Astrea  •  Astreo  •  Atlas  •  Eos  •  Eósforo  •  Epimeteo  •  Helios  •  Leto  •  Menecio  •  Palas  •  Perses  •  Prometeo  •  Titán
Generación incierta: Ánito  •  Eurínome  •  Lelanto  •  Ofión  •  Titanis
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