Berith o Berito[1] Proporciona y confirma dignidades a los hombres.[2], duque del infierno, grande y terrible. Es conocido por tres nombres: algunos lo llaman Beal, los judíos Berith y los nigromantes Bolfri. Aparece vestido de rojo de pies a cabeza, montado en un caballo del mismo color y con una corona en la frente; responde sobre el pasado, presente y futuro. Se debe usar un anillo para invocarlo, pero no hay que olvidar que a veces es un mentiroso. Tiene el talento de transformar todos los metales en oro, considerándose el diablo de los alquimistas. Habla con voz clara y suave. 26 legiones están a sus órdenes.[3] Proporciona y confirma dignidades a los hombres.[2]
Fue el ídolo de los siquemitas, y tal vez el mismo Berith de Sanjuniatón, que los doctos creen que era Palas o Diana. El autor del Pequeño Alberto relata un cuento que, de hablar del mismo Berith, sería un duende[3]:
Me encontré, dijo, con una casa donde se manifiesta un espíritu familiar que después de seis años tuvo la precaución de controlar el reloj y almohazar los caballos- Tenía curiosidad de estudiar esta esta artimaña por la mañana: mi asombro fue genial al ver pasar el cepillo por la grupa del caballo, sin que actuara ninguna mano visible. El mozo de cuadra me dijo que, para tener a este duende a su servicio, tenía una pequeña gallina negra, que desangró en un cruce de caminos. Con esta sangre escribió en un pedazo de papel: "Berith hará mi trabajo durante 20 años, y yo le recompensaré", habiendo enterrado el mismo día profundo al pollo, el duende se encargó del reloj y los caballos, y de vez en cuando hacía los trabajos que valían algo.
- ~ Pequeño Alberto
Los historiadores creen que el duende era una mandrágora. Los cabalistas no ven otra cosa que una sílfide.[3]
Referencias[]
- ↑ Collin de Plancy, Jacques (1842). Diccionario infernal, Barcelona, pp. 117. Consultado el 9 de agosto de 2016.
- ↑ 2,0 2,1 Llave menor de Salomón. Pág. 33-34
- ↑ 3,0 3,1 3,2 Collin de Plancy, Jacques (1863). Dictionnaire infernal, pp. 93-93.
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