Dédalo fue hijo de Eupálamo y Alcipe.
Un artesano muy hábil. Su invento más conocido fue el laberinto de Creta donde se encontraba el monstruoso Minotauro.
DÉDALO Y PÉRDIX.
La hermana de Dédalo dejó a su cargo a su hijo Pérdix para que aprendiera de él. El muchacho logró hacer muy buenos inventos; Como crear el hacha cuando encontró una espina de pescado y la imitó con hierro.
Dédalo estaba sumamente molesto y envidioso por sus éxitos, por eso un día cuando ambos estaban en lo alto del templo de Atenea, empujó a su sobrino.
La diosa Atenea pudo observar esto a tiempo y debido al ingenio de Pérdix, decidió ayudarlo convirtiéndolo en un ave y así creando al ave Perdiz en honor a su nombre.
Finalmente Dédalo es desterrado por el intento de asesinato.
EL LABERINTO DE CRETA.
Después de su destierro se pone al servicio del rey Minos de Creta. Construye al gigante animado de bronce: Talos que protegía a la ciudad. También construye una pista de baile para la princesa Ariadna.
Cuando Minos incumple la promesa de sacrificar un toro blanco que el dios Poseidón hizo salir del mar, el dios hizo que la reina Pacífae se enamorara del animal y le pidiera a Dédalo hacer una vaca donde esta se pudiera meter para aparearse con el toro.
Así fue y terminó con Pacífae dando a luz al Minotauro de nombre Asterión. Minos le pidió a Dédalo que construyera un laberinto para meter allí al Minotauro.
Cuando Teseo entró al laberinto para matar al Minotauro, Dédalo lo ayudó a fugarse, lo que hizo enfadar a Minos y desterrarlo a una isla de Creta junto a su hijo, Ícaro.
ÍCARO Y DÉDALO.
Ambos querían salir de la isla donde fueron apresados. Pero Minos gobernaba la tierra y el mar, teniendo vigilancias en todos los navíos. Entonces Dédalo comenzó a crear alas con una curvatura similar al de las aves. Ató plumas grandes con hilos y pequeñas con cera. Le enseñó a su hijo a usarlas y partieron en vuelo.
Ícaro al ser joven era muy orgulloso, ignorando el consejo de su padre—no volar demasiado alto por el sol ni demasiado bajo por la espuma del mar.
Voló tan alto después de un largo trayecto que el sol derritió las velas de sus alas, él cayó sobre una isla, muriendo. Dédalo lloró su muerte y llamó a la isla “Icaria” en honor a su hijo.
Cuando Dédalo estaba enterrando a su hijo, se escuchaba el canto de la ave Perdiz en la que Atenea había convertido al sobrino que había intentado asesinar.
COCÁLO.
Minos llegó a Sicilia y se puso al servicio del rey Cócalo de Cámico.
Minos lo buscaba así que inventó un juego que consistía en enhebrar un hilo en una caracola. Fue a Cámico y le pidió al rey que lo resolviera. Este le pidió ayuda a Dédalo quien le aconsejó amarrar una hormiga al hilo y así logrando con éxito el acertijo.
Minos supo de inmediato que Dédalo lo había resuelto, así que le pidió al rey que le fuera entregado.
El rey de Cámico convenció a Minos de tomar un baño caliente antes de entregarlo y pidió a sus hijas que lo quemaran con agua hirviendo, así muriendo.
Despuéde su destierro se dirigió a Creta y se pone al servicio del rey Minos. Construyó al gigante animado Talos