
Estatua del diablo en el Museo de Žmuidzinavičius o el Museo del Diablo en Kaunas, Lituania.
Un Diablo es la personificación y arquetipo del mal en varias tradiciones religiosas.[1]
En el cristianismo, el mal es tomado por el Diablo o Satán, un ángel caído que es el principal oponente de Dios.[2][3] En las cosmologías totalmente dualistas del Zoroastrismo, el Maniqueismo y Albanenses, y en el catarismo parcialmente dualista, el Diablo es el principio del Mal, coetáneo con e independiente de Dios, el principio del bien.
En algunas tradiciones, las divinidades pueden convertirse en demonios. Los dioses teutónicos demonizaron a los gigantes, los cristianos consideraron a las deidades griegas y romanas diablos, y los musulmanes consideraron a los jinn pre-islámicos, deidades tutelares, como súbditos bajo el islam al juicio de Dios, y aquellos que no se someten a la ley de Dios, son demonios.[4]
Etimología[]
La palabra diablo desciende del latín diabolus, que fue tomada a su vez del griego διάβολος diábolos, "calumniador",[5] de διαβάλλειν diabállein "calumniar" de διά diá, "a través, por medio" y βάλλειν bállein, "arrojar", probablemente similar al sánscrito gurate, "él alza".[6]
Visiones cosmológicas[]
Dualismo mitigado[]
En el dualismo mitigado, el mal es el principio secundario. El Diablo se considera como una criatura, originada en el reino celestial, que solo contiene el bien, pero de alguna manera cayó de este lugar, dando existencia al mal. Dios permanece como la fuente del mal, pero ahora está emparejado en el principio del bien y el mal, el primero como el Alto Dios, y el último como el adversario de Dios. La separación del Diablo del buen Dios se suele expresar como la guerra en el cielo.[4][7]
Dualismo absoluto[]
Las visiones dualisticas absolutas aseguran que el bien y el mal son dos principios estrictamente diferentes. El mal existe independientemente de (el bien) Dios. Un principio no puede abrazar opuestos, por lo que el Diablo no puede tener origen como un ser celestial (un ángel o similar) o creación de Dios. Por lo tanto, ambas deidades están ontológicamente limitadas a su propia esencia; el buen Dios solo puede querer, crear y hacer el bien; mientras el malvaod Diablo solo puede querer, crear y hacer el mal.[8][9]
Referencias[]
- ↑ Jeffrey Burton Russell The Devil: Perceptions of Evil from Antiquity to Primitive Christianity Cornell University Press 1987 ISBN: 978-0-801-49409-3 page 34
- ↑ Leeming, David (2005-11-17). The Oxford Companion to World Mythology (en en), Oxford University Press, USA. ISBN 9780195156690.
- ↑ Jeffrey Burton Russell The Devil: Perceptions of Evil from Antiquity to Primitive Christianity Cornell University Press 1987 ISBN: 978-0-801-49409-3 page 174
- ↑ 4,0 4,1 Jeffrey Burton Russell The Devil: Perceptions of Evil from Antiquity to Primitive Christianity Cornell University Press 1987 ISBN: 978-0-801-49409-3 page 58
- ↑ διάβολος, Henry George Liddell, Robert Scott, A Greek-English Lexicon, on Perseus
- ↑ . Definition of DEVIL. Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
- ↑ Jeffrey Burton Russell Lucifer: The Devil in the Middle Ages Cornell University Press 1986 ISBN: 978-0-801-49429-1 page 187
- ↑ Willis Barnstone, Marvin Meyer The Gnostic Bible: Revised and Expanded Edition Shambhala Publications 2009 ISBN: 978-0-834-82414-0 page 752-154
- ↑ Jeffrey Burton Russell Lucifer: The Devil in the Middle Ages Cornell University Press 1986 ISBN: 978-0-801-49429-1 page 187