El Dragón Amarillo (Chino tradicional: 黃龍; Chino simplificado: 黄龙; pinyin: huáng lóng; Yale: wong4 lung4; Japonés: Kōryū o Ōryū; Coreano: Hwang-Ryong; Vietnamita: Hoàng Long) es una criatura perteneciente a los cuatro símbolos de las constelaciones chinas, junto con el ave bermellón, el tigre blanco, el dragón azur y la tortuga negra. A diferencia de los demás, no se sitúa en un punto cardinal, sino en el centro. Representa el cambio de estaciones y la tierra. Estaba relacionado con el oro.
El Emperador Amarillo fue concebido por una virgen, Fubao, quien quedó embarazada tras ver un rayo amarillo de luz girando alrededor del asterismo de El Carro (en la teología china, era el principal símbolo de Dios). 24 meses después, nació el Emperador Amarillo y se asoció con este color por la Tierra (Dì 地), la sustancia material, en la que se encarnó.[1]
Historia[]
Según las leyendas, emergió como un dragón sin cuernos del río Luo y presentó al legendario emperador Fuxi los elementos de escritura. Cuando apareció ante Fuxi, llen un agujero en el cielo hecho por el monstruo Gong Gong. Su sueño y respiración determinan el día, la noche, las estaciones y el tiempo atmosférico.
Se decía que el legendario Emperador Amarillo se transformó a veces en un dragón que recordaba su emblema y ascendió al cielo. Dado que los chinos lo consideran su ancestro, se refieren a sí mismos como "los hijos del dragón". Esta leyenda también contribuyó al uso del dragón chino como símbolo de poder imperial.
La bandera nacional china de 1889-1912 también se llama la bandera del dragón amarillo (Chino simplificado: 黄龙旗; Chino tradicional: 黃龍旗; pinyin: huáng lóng qí).
El Centro de Deportes del Dragón Amarillo fue nombrado en su honor.
Mito de Wu[]
El mito de Wu y el Dragón Amarillo es una lección sobre como tratar a un dragón. También es una historia sobre las cualidades Yin y Yang de los dragones, demostrando que una fuerza poderosa y destructiva de la naturaleza protege a la gente que muestra respeto y consideración.[2]
Wu, un chico precavido de 13 años, vivía en una granja con su abuela y su padre. Un día, Wu estaba sentado en la puerta del jardín cuando vio un cortejo acercarse a su granja. Liderándola estaba un joven príncipe vestido con un traje amarillo, montando un fogoso caballo blanco. A su lado cabalgaban cuatro sirvientes. Uno sostenía una sombrilla sobre el príncipe para protegerle del Sol. Aunque Wu no los conocía, el príncipe saludó a Wu y a su padre por su nombre, preguntándole si él y su grupo podían dormir en su casa. El padre de Wu los acogió y les llevó una buena comida, alimentando incluso al caballo blanco. Mientras el padre hablaba con el príncipe, el joven Wu notó muchas cosas raras sobre los extraños. Finalmente, el príncipe se fue prometiendo que volvería al día siguiente. Wu siguió observándolos hasta que perdió de vista al grupo.[2]
El padre de Wu no sabía cómo podía el príncipe conocer su nombre. Así que Wu le contó al padre todas las cosas extrañas que había percibido sobre el grupo: como el sirviente con la sombrilla se giró boca abajo cuando pasó por la puerta; como su ropas no tenían costuras visibles; como el caballo blanco tenía una armadura escamosa en vez de pelo por su cuerpo y puntos de cinco colores distintos. También notó como los caballos y los extraños flotaban unas pocas pulgadas sobre el suelo mientras andaban. Terminó describiendo como los vio ascendiendo en el aire conforme se iban al oeste, desvaneciéndose en un cúmulo de nubes de lluvia.[2]
Al padre de Wu no le gustaba como sonaba. Despertó a la abuela para pedirle consejo, sabiendo que tenía poderes especiales y se comunicaba con los espíritus. Acordó que los invitados no eran humanos. Explicó que el príncipe era el Dragón Amarillo que gobierna el centro del mundo. Sus cuatro sirvientes eran los dragones de las cuatro esquinas del mundo. El corcel blanco con manchas era un caballo dragón. Sus ropas eran mágicas y podían andar por el aire. El hecho de que los cinco dragones ascendieran al cielo a la vez significaba que habría una terrible tormenta por la noche o a la mañana siguiente. Wu y su padre se sentaron toda la noche. El chico encendió una linterna amarilla, se vistió con una túnica amarilla y se sentó a rezar encantamientos y rezos de un libro con una cubierta amarilla en honor al Dragón Amarillo.[2]
La tormenta golpeó con fuerza al amanecer, con truenos, rayos y torrentes de lluvia. Los ríos se desbordaron inundando campos y pueblos. El padre de Wu estaba aterrorizado, pero Wu le calmó explicándole que los dragones le estaban protegiendo. El padre no lo creyó hasta que notó que no se oía la lluvia sobre el tejado. Wu dijo "Miré al cielo, el dragón ha extendido su manto sobre nuestra casa, para protegernos de la peor de las lluvias. erás, padre, fuiste sabio al invitarlos ayer a nuestra casa".[2]
Cuando finalmente se calmó la tormenta, la familia salió y vio las casas y ganado de los vecinos destrozados. Más tarde, ese mismo día, Wu estaba sentado una vez más en la puerta del jardín y dio la bienvenida de nuevo al Dragón Amarillo y sus sirvientes desde las montañas occidentales. El Dragón Amarillo rompió una escama del cuello de su caballo, dándosela a Wu, diciéndole: "Guarda esta escama mágica. Siempre te recordaré".[2]
Cuando Wu se lo contó a su abuela, estaba muy feliz. Le dijo "Cuando te envía el emperador, muestrale la escama". Su padre pensó que la anciana se había vuelto loca, "Ni siquiera conocemos al emperador", dijo. Pero el emperador se enteró del milagro de la casa de Wu y envió al chico. Ya estaba oscuro cuando llegó al palacio, aunque el emperador estaba impaciente por ver la escama. Wu abrió la caja y sostuvo la escama. Brillaba tanto como el Sol, iluminando toda el salón del trono, deleitando y sorprendiendo al emperador, quien invitó inmediatamente a Wu a vivir en el palacio como uno de sus consejeros. Wu realizó muchos milagros, curó a enfermos y ayudó al ejército del emperador a conseguir muchas victorias. Wu se convirtió en un gran hombre y no dejó de rezar al Dragón Amarillo.[2]
Otros usos[]
En la cultura asiática oriental, a veces hay una quinta Bestia Guardiana de Si Xiang. Esta deidad es la guardiana del centro y representa el elemento tierra, la quintaesencia china, así como el cambio de estaciones.
El dragón amarillo no aparece en la mitología japonesa: el quinto elemento en el sistema elemental japonés es el vacío, por lo que no puede ningún animal representandolo. Por eso, a veces el dragón amarillo es olvidado. Sin embargo, algunos consideran al Ouryu (Ōryū, dragón amarillo) al equivalente japonés del dragón dado que comparten algunas similitudes).
Referencias[]
- ↑ Tan, Shirley; Beijing Foreign Language Press (2015). Chinese Auspicious Culture, Asiapac Books Pte Ltd. ISBN 9812296425.
- ↑ 2,0 2,1 2,2 2,3 2,4 2,5 2,6 Roberts, Jeremy (2010). Infobase Publishing (ed.). Chinese Mythology A to Z, 2ª edición, pp. 70-71. ISBN 0-8160-4870-3.