En la mitología griega, Eolo (en griego Αἴολος) es el nombre de tres personajes distintos. Los datos ofrecidos por la mitografía llevan a veces a confundirlos.
Eolo (hijo de Helen)[]
Este Eolo fue hijo de Helen y de la náyade Orséis y hermano de Doro y Juto. Se le describe como rey de Eólida (posteriormente llamada Tesalia) y se le supone fundador de la rama eólica de la nación helénica. Eolo desposó a Enárete, hija de Dímaco, con la que tuvo muchos hijos, aunque su número e identidades varían de un autor a otro. Algunos incluyen a Creteo, Sísifo, Deyoneo, Salmoneo, Atamante, Perieres y quizás a Magnes y Etlio. Entre las hijas de Eolo y Enárete se cuentan Cálice, Cánace, Pisídice, Perimede y Alcíone. También se menciona como hijo suyo a Macareo que mantuvo relaciones amorosas con su hermana Cánace. Horrorizado, Eolo envió a Cánace una espada para que se suicidase (Macareo también se suicidó) y arrojó al hijo incestuoso a los perros.
Este Eolo también tuvo una hija ilegítima llamada Arne, también llamada Melanipa, que engendró con Hipe, hija del centauro Quirón. Esta Arne sería la madre del segundo Eolo, a través de Poseidón. Otro de los hijos mencionados es Mimante que es vinculado al tercer Eolo (véase abajo) a través de una genealogía muy acomodaticia.
Eolo (hijo de Poseidón)[]
Este Eolo fue hijo de Poseidón y Arne. Tuvo como Gemelos a Beoto. Cuando Arne confesó a su padre que estaba embarazada de Poseidón, éste no le creyó y ordenó a un extranjero de la ciudad de Metaponto que se la llevara a su ciudad. Como consecuencia de ello, Beoto y Eolo nacieron y fueron adoptados por otro hombre de Metaponto que no tenía hijos. Cuando los gemelos se hicieron mayores, se apoderaron del reino durante una revuelta. Después, hubo una disputa entre Arne y Autólita, la esposa del metaponto. Eolo y Beoto tomaron partido por su madre, mataron a Autólica, y como el metaponto se indignó por ello, tuvieron que equipar unas naves y huir de la ciudad, con Arne y otros amigos. Beoto se marchó al país de su abuelo Eolo, lo sucedió en el trono y llamó Arne al país y beocios a sus habitantes; Eolo, por su parte, llegó hasta un grupo de islas en el mar Tirreno, las cuales recibieron en su honor el nombre de Islas Eolias y se le atribuye también la fundación de la ciudad de Lípara.
En una versión alternativa, la madre de los gemelos es llamada Melanipe, hija de Desmontes o de Eolo, fue encadenada por su padre y había sido un rey de Icaria llamado |Metaponto el que había adoptado a los gemelos, que habían sido abandonados. La esposa de Metaponto, llamada en esta versión Teano, había tenido otros hijos e incitó a que sus hijos matasen a Eolo y Beoto, pero estos últimos fueron los que salieron victoriosos y, tras ser avisados por Poseidón de que su verdadera madre estaba en prisión, la liberaron. Melanipe y Metaponto se casaron y Eolo y Beoto dieron nombre a Beocia y Eolia, respectivamente.
Aunque tradicionalmente su hogar ha sido identificado como una de las Islas Eólias, cerca de Sicilia, se ha sugerido como localización alternativa a Grambusa en la costa noroccidental de Creta.
Eolo (hijo de Hípotes)[]
La paternidad de este tercer Eolo es atribuida a Hípotes, que, según cuenta Diodoro Sículo en su Biblioteca histórica, era hijo de Mimante, uno de los hijos del Eolo Helénida.
En otra parte de la obra de Diodoro que parece mezclar datos del segundo y del tercer Eolo, se narra cómo, al llegar a la isla de Lípara, donde reinaba el rey Líparo, ayudó a éste a apoderarse de la zona de Sirrento mientras él se casó con la hija del rey, Cíane, y se convirtió en rey de la isla. Era piadoso, justo y amable con los extranjeros, enseñó a los navegantes el manejo de las velas y se decía que era capaz de predecir los vientos. En este pasaje se mencionan seis hijos de Eolo.
Según la Odisea, este Eolo, Señor de los Vientos, vivía en la isla flotante de Eolia, con sus seis hijos y sus seis hijas, que se habían casado entre sí. Zeus le había dado el poder de controlar los vientos; Eolo los tenía encerrados y los gobernaba con un dominio absoluto, apresándolos o liberándolos a su antojo. Trató de ayudar a Odiseo, que lo visitó al retornar a Ítaca. Eolo lo trató muy bien, y le dio un viento favorable, además de un odre que contenía todos los vientos y que debía ser utilizado con cuidado. Sin embargo, la tripulación de Odiseo creyó que la bolsa contenía oro y la abrió, provocando graves tempestades. La nave terminó regresando a las costas de Eolia, pero Eolo se negó a ayudarlos de nuevo. Eolo es representado empuñando un cetro como símbolo de su autoridad, y rodeado de turbulentos remolinos, los Vientos, cada uno de los cuales era un dios.
En la Eneida, le ofrece a la ninfa Deyopea (Δηιόπεια) como esposa a cambio de mandar sus vientos a la flota de Eneas para impedir que desembarcase en Italia.
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