Jesús de Nazaret, Jesucristo, o simplemente Jesús, es la figura central más importante del Cristianismo por lo menos una figura importante en unas cuantas religiones más. Tradicionalmente ha ostentado los títulos de Hijo de Dios y Salvador de las humanidad.
Sobre la figura histórica, solo se puede decir con seguridad que fue un predicador judío que vivió en siglo I en Galilea y Judea, y que fue crucificado en torno al año 33 durante el gobierno de Poncio PIlato.
La principal fuente que se tiene para conocer dicha figura son los evangelios sinopticos, que fueron escritos realizados por discípulos de sus enseñanzas que intentaron reconstruir la vida de Jesús a través de un proceso de investigación.
Jesús es una de los símbolos religiosos más trascendentales de la historia de la humanidad, ejerciendo una influencia enorme en el desarrollo histórico y cultural de Occidente.
Biografía según los evangelios[]
Primeros años[]
La historia de la concepción de Jesús se entrelaza aquí con la de Juan el Bautista ―ya que en este evangelio María e Isabel, madre del Bautista, son parientes― y el nacimiento de Jesús es notificado a María por el ángel Gabriel (lo que se conoce como Anunciación: Lc 1,26-38). María quedó inesperadamente embarazada y José resolvió repudiarla, pero un ángel le anunció en sueños que el embarazo de María era obra del Espíritu Santo y profetizó, con palabras del profeta Isaías,4 que su hijo será el Mesías que esperan los judíos. Antes de que quedara embarazada el emperador Augusto entonces ordena un censo en el cual cada uno debe empadronarse en su lugar de nacimiento, y José debe viajar a Belén, por ser originario de este lugar. Unos magos de Oriente en esas fechas llegaron a Jerusalén preguntando por el «rey de los judíos que acaba de nacer» con la intención de adorarlo, lo que alerta al rey de Judea, Herodes el Grande, que decide acabar con el posible rival. Los magos, guiados por una estrella, llegan a Belén y adoran al niño.Nació en Belén en un pesebre, de la Virgen María. Y que ángeles y pastores fueron a adorarles, además de los reyes de Oriente, que le trajeron oro, incienso y mirra.
Al enterarse Herodes del nacimiento del mesías, ordenó a los reyes que le dijesen dónde se encontraba el niño, pero estos se negaron y decidieron irse por otro camino.
De nuevo, el ángel visitó a José (Mt 2,13)6 y le advirtió de la inminente persecución de Herodes, por lo que la familia huye a Egipto, El mismo ángel le avisa tiempo después, diciéndole que Herodes a muerto, y que la vida del niño ya no corre peligro, y decide regresar junto con su familia. (de nuevo notificada a José por el ángel, que se le presentó así por tercera vez: Mt 2,19-29).7 Entonces, José retornó y se instaló con su familia en Nazaret, en Galilea.8En el Evangelio de Lucas, se relata que María y José viven en la ciudad galilea de Nazaret. La historia de la concepción de Jesús se entrelaza aquí con la de Juan el Bautista ―ya que en este evangelio María e Isabel, madre del Bautista, son parientes― y el nacimiento de Jesús es notificado a María por el ángel Gabriel (lo que se conoce como Anunciación: Lc 1,26-38). y cuando Jesus cumplen los 12 años su padre José fallece
Bautizo[]
a llegada de Jesús fue profetizada por Juan el Bautista (su primo, según el Evangelio de Lucas),11 por quien Jesús fue bautizado en el río Jordán.12 Durante el bautismo, el Espíritu de Dios, en forma de paloma, descendió sobre Jesús, y se escuchó la voz de Dios.13
Según los Evangelios sinópticos, el Espíritu condujo a Jesús al desierto, donde ayunó durante cuarenta días y superó las tentaciones a las que fue sometido por el Demonio.14 No se menciona este episodio en el Evangelio de Juan. Después Jesús marchó a Galilea, se estableció en Cafarnaún,15 y comenzó a predicar la llegada del Reino de Dios.16
Vida pública[]
Acompañado por sus seguidores, Jesús recorrió las regiones de Galilea y Judea predicando el Evangelio y realizando numerosos milagros. El orden de los hechos y dichos de Jesús varía según los diferentes relatos evangélicos. Tampoco se indica cuánto tiempo duró la vida pública de Jesús, aunque el Evangelio de Juan menciona que Jesús celebró la fiesta anual de la Pascua judía (Pésaj) en Jerusalén en tres ocasiones. En cambio los Evangelios sinópticos mencionan solo la fiesta de Pascua en la que Jesús fue crucificado.
Gran parte de los hechos de la vida pública de Jesús narrados en los evangelios, tienen como escenario la zona septentrional de Galilea, en las cercanías del mar de Tiberíades, o lago de Genesaret, especialmente la ciudad de Cafarnaúm, pero también otras, como Corozaín o Betsaida.17 También visitó, en el sur de la región, localidades como Canáo Naín, y la aldea en la que se había criado, Nazaret, donde fue recibido con hostilidad por sus antiguos convecinos.18 Su predicación se extendió también a Judea (según el Evangelio de Juan, visitó Jerusalén en tres ocasiones desde el comienzo de su vida pública), y estuvo en Jericó19 y Betania (donde resucitó a Lázaro).20
Escogió a sus principales seguidores (llamados en los evangelios «apóstoles»; en griego, ‘enviados’), en número de doce, de entre el pueblo de Galilea. En los sinópticos se menciona la lista siguiente: Simón, llamado Pedro y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; Simón el Zelote y Judas Iscariote, el que posteriormente traicionaría a Jesús (Mt 10,2-4; Mc 3,16-19; Lc 6, 13-16).21 Algunos de ellos eran pescadores, como las dos parejas de hermanos formadas respectivamente por Pedro y Andrés, y Juan y Santiago.22 Mateo se identifica generalmente con Leví el de Alfeo, un publicano de quien en los tres sinópticos se relata brevemente cómo fue llamado por Jesús (Mt 9,9; Mc 2,14; Lc 5,27-28).23 lo que acarreó a Jesús numerosos reproches de los fariseos.
El Evangelio de Juan solo menciona los nombres de nueve de los apóstoles, aunque en varios pasajes hace referencia a que eran doce.24
Predicó tanto en sinagogas como al aire libre, y las muchedumbres se congregaban para escuchar sus palabras. Entre sus discursos, destaca el llamado Sermón de la Montaña, en el Evangelio de Mateo (Mt 5-7). Utilizó a menudo parábolas para explicar a sus seguidores el Reino de Dios. Las parábolas de Jesús son breves relatos cuyo contenido es enigmático (a menudo han de ser después explicadas por Jesús). Tienen en general un contenido escatológico y aparecen exclusivamente en los Evangelios sinópticos. Entre las más conocidas están la parábola del sembrador (Mt 13,3-9; Mc 4,3-9; Lc 8,5-8), cuyo significado explica Jesús a continuación; la de la semilla que crece (Mc 4,26-29); la del grano de mostaza (Mt 13,31-32; Mc 4,30-32), la del trigo y la cizaña (Mt 13,24-30), la de la oveja perdida (Mt 18,12-14; Lc 15,3-7) y la de la moneda perdida (Lc 15,8-10), la del siervo despiadado (Mt 18, 23-35), la de los obreros enviados a la viña (Mt 20,1-16), la de los dos hijos (Mt 21,28-32), la de los viñadores homicidas (Mt 21,33-42; Mc 12,1-11; Lc 20,9-18); la de los invitados a la boda (Mt 22, 1-14), la de las diez vírgenes (Mt 25,1-13), la de los talentos (Mt 25,14-30; Lc 19,12-27), la del juicio final (Mt 25,31-46). Dos de las más conocidas aparecen solo en el Evangelio de Lucas: se trata de la parábola del buen samaritano (Lc 10,30-37) y la del hijo pródigo (Lc 15,11-32). En las parábolas, utiliza Jesús frecuentemente imágenes relacionadas con la vida campesina.
Mantuvo controversias con miembros de algunas de las más importantes sectas religiosas del judaísmo, y muy especialmente con los fariseos, a quienes acusó de hipocresía y de no cuidar lo más importante de la Torá: la justicia, la compasión y la lealtad (Mt 12, 38-40; Lc 20, 45-47).
La originalidad de su mensaje radicaba en la insistencia en el amor a los enemigos (Mt 5,38-48; Lc 6, 27-36) así como en su relación estrechísima con Dios a quien llamaba en arameo con la expresión familiar Abba (Padre) que ni Marcos (Mc 14,36) ni Pablo (Rm 8, 15; Gal 4, 6) traducen. Se trata de un Dios cercano que busca a los marginados, a los oprimidos (Lc 4, 18) y a los pecadores (Lc 15) para ofrecerles su misericordia. La oración del Padre nuestro (Mt 6,9-13: Lc 11,1-4), que recomendó utilizar a sus seguidores, es clara expresión de esta relación de cercanía con Dios antes mencionada.
Milagros relatados en los evangelios[]
La resurrección de Lázaro por Giotto di Bondone (siglo XIV).
Artículo principal: Milagros de Jesús
Según los evangelios, durante su ministerio Jesús realizó varios milagros. En total, en los cuatro evangelios canónicos se narran veintisiete milagros, de los cuales catorce son curaciones de distintas enfermedades, cinco exorcismos, tres resurrecciones, dos prodigios de tipo natural y tres signos extraordinarios.
- Los evangelios narran las siguientes curaciones milagrosas obradas por Jesús:
- Sanó la fiebre de la suegra de Pedro, en su casa en Cafarnaúm, tomándola de la mano (Mc 1,29-31; Mt 5,14-15; Lc 4,38-39);
- Sanó a un leproso galileo mediante la palabra y el contacto de su mano (Mc 1,40-45; Mt 8,1-4; Lc 5,12-16);
- Sanó a un paralítico en Cafarnaúm que le fue presentado en una camilla y al que había perdonado sus pecados, ordenándole que se levantara y se fuera a su casa (Mc 2, 1-12; Mt 9,1-8; Lc 5,17-26);
- Sanó a un hombre con la mano seca en sábado en una sinagoga, mediante la palabra (Mc 3,1-6; Mt 12,9-14;Lc 6,6-11);
- Sanó a una mujer que padecía flujo de sangre, que sanó al tocar el vestido de Jesús (Mc 5,25-34; Mt 9,18-26; Lc 8,40-56);
- Sanó a un sordomudo en la Decápolis metiéndole los dedos en los oídos, escupiendo, tocándole la lengua y diciendo: «Effatá», que significaría ‘ábrete’ (Mc 7,31-37);
- Sanó a un ciego en Betsaida poniéndole saliva en los ojos e imponiéndole las manos (Mc 8,22-26);
- Sanó a Bartimeo, el ciego de Jericó (Mt 20,29-34; Mc 10,46-52; Lc 18,35-45);
- Sanó a distancia al criado del centurión de Cafarnaúm (Mt 8,5-13, Lc 7,1-10, Jn 4,43-54; Jn 4,43-54);Nota 6
- Sanó a una mujer que estaba encorvada y no podía enderezarse, mediante la palabra y la imposición de manos (Lc 13,10-17). Esta curación tuvo lugar también en sábado y en una sinagoga;
- Sanó a un hidrópico en sábado, en casa de uno de los principales fariseos (Lc 14, 1-6).
- Sanó a diez leprosos, que encontró de camino a Jerusalén, mediante la palabra (Lc 17,11-19).
- Sanó a un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo, en Jerusalén, en sábado (Jn 5,1-9).
- Sanó a un ciego de nacimiento untándolo con lodo y saliva, tras lo cual le ordenó lavarse en la piscina de Siloé (Jn 9,1-12).
- Sanó la oreja de un siervo del sumo sacerdote (Lc 22,51)
- En los evangelios canónicos aparecen cinco relatos de expulsiones de espíritus impuros (exorcismos) realizados por Jesús:
- Expulsó a un demonio en la sinagoga de Cafarnaúm (Mc 1,21-28; Lc 4,31-37);
- Expulsó a otro en la región de Gerasa (Mt 8,28-34; Mc 5,1-21; Lc 8,26-39);
- Expulsó a otro que poseía a la hija de una mujer sirofenicia (Mt 15,21-28; Mc 7,24-30);
- Expulsó a otro que atormentaba a un epiléptico (Mt 17,20-24; Mc 9,14-27; Lc 9,37-43);
- Expulsó a un «demonio mudo» (Lc 11,14; Mt 12,22).
Además, hay varios pasajes que hacen referencia de modo genérico a exorcismos de Jesús (Mc 1,32-34;Mc 3,10-12).
- Según los evangelios, Jesús obró tres resurrecciones:
- Resucitó a una niña de doce años, la hija de Jairo (Mc 5,21-24, Mt 9,18-26, Lc 8,40-56). Jesús afirmó que la niña no estaba muerta, sino solo dormida (Mt 9,24;Mc 5,39;Lc 8,52).
- Resucitó al hijo de la viuda de Naín (Lc 7,11-17).
- Resucitó a Lázaro de Betania (Jn 11,1-44).
- Jesús obró también, según los evangelios, dos prodigios de tipo natural, en los que se pone de manifiesto la obediencia de las fuerzas naturales (el mar y el viento) a su autoridad.
- Jesús ordenó a la tempestad que se calme y esta obedece (Mt 8,23-27; Mc 4,35-41; Lc 8,22-25).
- Jesús caminó sobre las aguas (Mt 14,22-33; Mc 6,45-52; Jn 6,16-21).
- Tres signos extraordinarios, que tienen un sentido acusadamente simbólico:
- Multiplicación de los panes y los peces. Es el único de todos los milagros de Jesús que es registrado por todos los evangelios (Mc 6,32-44; Mt|14,13-21; Lc 9,10-17; Jn 6,1-13). Ocurre en dos ocasiones según el Evangelio de Marcos (8,1-10) y el Evangelio de Mateo (15,32-39);
- la pesca milagrosa (Lc 5,1-11; Jn 21,1-19);
- la conversión del agua en vino en las bodas de Caná (Jn 2,1-11).
En esos tiempos, los escribas, fariseos y otros, atribuyeron a una confabulación con Belcebú este poder de expulsar a los demonios. Jesús se defendió enérgicamente de estas acusaciones.25 Según los relatos evangélicos, Jesús no solo tenía el poder de expulsar demonios, sino que transmitió ese poder a sus seguidores.26 Incluso se menciona el caso de un hombre que, sin ser seguidor de Jesús, expulsaba con éxito demonios en su nombre.27
Transfiguración[]
Transfiguración de Jesús, por Rafael (siglo XVI).
Artículo principal: Transfiguración de Jesús
Los Evangelios sinópticos28 relatan que Jesús subió a un monte a orar con algunos de los apóstoles, y mientras oraba se transformó el aspecto de su rostro, y su vestido se volvió blanco y resplandeciente. Aparecieron junto a él Moisés y Elías. Los apóstoles dormían mientras tanto, pero al despertar vieron a Jesús junto a Moisés y Elías. Pedro sugirió que hicieran tres tiendas: para Jesús, Moisés y Elías. Entonces apareció una nube y se oyó una voz celestial, que dijo: «Este es mi Hijo elegido, escuchadle». Los discípulos no contaron lo que habían visto.
Pasión[]
- Artículo principal: Pasión de Jesús
Entrada en Jerusalén y purificación del Templo[]
Expulsión de los mercaderes del templo, según la interpretación de Giotto (siglos XIII-XIV).
Artículos principales: Entrada en Jerusalén y Expulsión de los mercaderes del Templo.
Según los cuatro evangelios, Jesús fue con sus seguidores a Jerusalén para celebrar allí la fiesta de Pascua. Entró a lomos de un asno, para que se cumplieran las palabras del profeta Zacarías (Zc 9, 9: «He aquí que tu rey viene a ti, manso y montado sobre un asno, sobre un pollino hijo de una bestia de carga»). Fue recibido por una multitud, que lo aclamó como «hijo de David» (en cambio según el Evangelio de Lucas fue aclamado solamente por sus discípulos).29 En los evangelios de Lucas y de Juan, Jesús es aclamado como rey.
Según los Evangelios sinópticos, a continuación fue al Templo de Jerusalén, y expulsó de allí a los cambistas y a los vendedores de animales para los sacrificios rituales30 (el Evangelio de Juan, en cambio, sitúa este episodio al comienzo de la vida pública de Jesús, y lo relaciona con una profecía sobre la destrucción del Templo).31 Vaticinó la destrucción del Templo32 y otros acontecimientos futuros.
Unción en Betania y Última Cena[]
En Betania, cerca de Jerusalén, fue ungido con perfumes por una mujer.33 Según los sinópticos, la noche de Pascua cenó en Jerusalén con los Apóstoles, en lo que la tradición cristiana designa como Última Cena. En el transcurso de esta cena pascual, Jesús predijo que sería traicionado por uno de los Apóstoles, Judas Iscariote. Tomó pan en las manos, diciendo «Tomad y comed, este es mi cuerpo» y, a continuación, cogiendo un cáliz de vino, dijo: «Bebed de él todos, porque esta es la sangre de la Alianza, que será derramada por la multitud para la remisión de los pecados».34 Profetizó también, según los sinópticos, que no volvería a beber vino hasta que no lo bebiera de nuevo en el Reino de Dios.
Arresto[]
Tras la cena, según los sinópticos, Jesús y sus discípulos fueron a orar al huerto de Getsemaní. Los apóstoles, en lugar de orar, se quedaron dormidos, y Jesús sufrió un momento de fuerte angustia con respecto a su destino, aunque decidió acatar la voluntad de Dios.
Judas había efectivamente traicionado a Jesús, para entregarlo a los príncipes de los sacerdotes, los ancianos de Jerusalén y a los romanos a cambio de treinta piezas de plata.36 Acompañado de un grupo armado de espadas y garrotes, enviado por los príncipes de los sacerdotes y los ancianos, llegó a Getsemaní y reveló la identidad de Jesús besándole la mejilla. Jesús fue arrestado. Por parte de sus seguidores hubo un conato de resistencia, pero finalmente todos se dispersaron y huyeron.37
Juicio[]
Tras su detención, Jesús fue llevado al palacio del sumo sacerdote Caifás. Allí fue juzgado ante el Sanedrín. Se presentaron falsos testigos, pero como sus testimonios no coincidían no fueron aceptados. Finalmente, Caifás preguntó directamente a Jesús si era el Mesías, y Jesús dijo: «Tú lo has dicho». El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras ante lo que consideraba una blasfemia. Los miembros del Sanedrín escarnecieron cruelmente a Jesús.38 En el Evangelio de Juan, Jesús fue llevado primero ante Anás, suegro de Caifás, y luego ante este último. Solo se detalla el interrogatorio ante Anás, bastante diferente del que aparece en los sinópticos.39 Pedro, que había seguido a Jesús en secreto tras su detención, se encontraba oculto entre los sirvientes del sumo sacerdote. Reconocido como discípulo de Jesús por los sirvientes, le negó tres veces (dos según el Evangelio de Juan), como Jesús le había profetizado.40
A la mañana siguiente, Jesús fue llevado ante Poncio Pilato, el procuradorNota 9 romano. Tras interrogarle, Pilato no le halló culpable, y pidió a la muchedumbre que eligiera entre liberar a Jesús o a un conocido bandido, llamado Barrabás. La multitud, persuadida por los príncipes de los sacerdotes, pidió que se liberase a Barrabás, y que Jesús fuese crucificado. Pilato se lavó simbólicamente las manos para expresar su inocencia de la muerte de Jesús.41
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Muerte[]
En la última cena, dijo que comiesen del pan, que el pan era su cuerpo, y que bebiesen del vino, que era su sangre.(a todos les parecio algo raro) Dando origen a la tradición de la Eucaristía en las misas.
Fue a rezar y lo capturaron (por flipao). Lo obligaron a llevar su cruz a lo alto del monte Calvario, donde fue crucificado, clavándole clavos en las manos y en los pies y uno en el meñique por si acaso.
Resurrección[]
Según los Evangelios, Jesús resucitó de entre los muertos al tercer día gracias a la bolas de dragon, venciendo así a la muerte.
Pasó cuarenta días con sus apóstoles y al volver a los cielos al día cuarenta, se aparecieron unas lenguas de fuego sobre ellos, enseñándoles todas las lenguas y dándoles el valor necesario para predicar el Evangelio por todo el mundo y volvió a los cielos prometiendo que algun dia regresaria... o no.
Jesús a través de las religiones[]
Judaísmo[]
Jesús como sabio.[]
Según algunos judíos, Jesús era un sabio al nivel de los mismo judíos que se pueden leer en el Talmud. Talmud. Muchas veces es llamado Rabino Jesus.
Jesús como hereje.[]
Sin embargo, otros lo consideran como un total hereje.
Cristianismo[]
por sus hazañas
Islam[]
En el islam, Jesús es llamado Isa, (عيسى). Su madre es llamada Maryam.
Es considerado como uno de los más grandes profetas, no como hijo de Dios (al igual que pasa en el judaísmo), al que Allah le reveló el Evangelio.
En el Corán está escrito que Isa (Jesús), no fuecrucificado, sino que fue ascendido al cielo por Allah y crucificaron a un hombre que se parecía a él.
Hermanos y hermanas[]
Pese al existente dogma de la virginidad perpetua de la Virgen María, en los evangelios del Nuevo Testamento más específicamente en Mateo [1], Marcos [2], Lucas [3] y Juan [4] [5], todos ellos considerados canónicos así mismo como también en Hechos, en la Primera Epístola a los Corintios y en la Epístola a los Gálatas. Se menciona la existencia de cuatro hermanos varones a los cuales en el evangelio de Marcos se les llama James, José, Judas y Simón [6] y un número indeterminadas de hermanas [7] [8] de Jesús.
La veracidad de estos individuos como hermanos de Jesús es cuestionada pues entra abiertamente en conflito con como se menciona antes la dogma de la virginidad perpetua de María, por lo que que han surgido varias teorías al respeto:
- El Protestantismo sostiene que de hecho estos individuos son hijos de José con María.
- La Iglesia ortodoxa sostiene que son hijos de José con una esposa anterior.
- La Iglesia católica junto con el anglicanismo y junto con algunos ortodoxos,[9] sostienen que se tratan en verdad de primos y no de hermanos.