En la mitología vasca, Maide (Oyarzun: Intxixu; Navarra: Etxajaun, "Señor de la casa"; Guipúzcoa: Autzek; Vizcaya: Gerixeti; Saindi-Maindi: Santo Maide) es un genio masculino que desciende por la chimenea para recoger las ofrendas de sus habitantes. Su equivalente femenino es Lamia o Lamiña.[1]
Es un genio beneficioso, pero se enfada si se deja el fuego apagado, si no se ha recogido ni limpiado la vajilla por la noche o si no le han dejado ninguna ofrenda comestible junto a la chimenea.[1]
Según Barandiarán, en Soule se le atribuye la construcción de crómlechs.[1]