Mbombo, también llamado Bumba, es el dios supremo, primer ancestro y creador del universo de los bushongo o kuba de la República Democrática del Congo.[1] En el mito de creación, Mbombo era gigante y blanco.[2] El mito describe la creación del universo desde la nada.
La historia de la creación cuenta que, al principio, Mbombo estaba solo, en las oscuras aguas primordiales que cubrían toda la Tierra. Mbombo llegó a sentir un intenso dolor en su estómago y Mbombo vomitó el Sol, la Luna y las estrellas. El calor y la luz del Sol evaporó el agua que cubría la Tierra, creando nubes y, tras un tiempo, emergiendo las colinas secas de las aguas. Entonces Mbombo vomitó una vez más trayendo nueve animales: el leopardo, llamado Koy Bumba; el águila, Ponga Bumba; el cocodrilo, Ganda Bumba; el pez, Yo Bumba; la tortuga, Kono Bumba; un animal similar a un leopardo negro, Tsetse Bumba; una garza blanca, Nyanyi Bumba; un escarabajo y una cabra llamada Budi. Mbombo también vomitó a muchos hombres, llamándose uno de ellos Loko Yima.[2][3]
Estos animales crearon todas las criaturas del mundo. La garza creó a todas las aves del mundo menos una, el milano; el codorilo creó las serpientes y la iguana; la cabra, Budi, trajo todos los animales cornudos; el escarabajo, a todos los insectos; y Yo Bumba, todos los peces.[3] Entonces tres de los hijos de Mbombo dijeron que terminarían de crear el mundo. Los primeros en intentarlo, Nyonye Ngana, vomitó hormigas blancas, pero murió después[2]. Para honrarlo, las hormigas profundizaron el suelo para encontrar tierra oscura para enterrarlo, transformando las yermas arenas en la superficie terrestre. El segundo, Chonganda, creó la primera planta, que a su vez dio lugar a todos los árboles, hierbas y flores. Y Chedi Bumba, el tercer hijo, hizo el último ave, el milano.[3]
Tsetse Bumba causó problemas en la Tierra, por lo que Mbombo lo persiguió al cielo donde se convirtió en el rayo. Esto dejó a la gente sin fuego, por lo que Mbombo les mostró como hacerlo con los árboles. Una vez que la creación estaba completa y en paz, Mbombo se la entregó a la humanidad y se retiró a los cielos, dejando que Loko Yima sirviera como "dios sobre la Tierra".[2][3] La mujer de las aguas, Nchienge, vivió en el este, y su hijo Woto, se convirtió en el primer rey de los Kuba.[4]
Referencias[]
Bibliografía[]
- Budge, E. A. Wallis (2003). Osiris Or the Egyptian Religion of Resurrection 1911, Part 2, Kessinger Publishing. ISBN 978-0-7661-4067-7.
- Knappert, Jan (1977). Bantu Myths and Other Tales, Brill Archive. ISBN 90-04-05423-5.
- Sproul, Barbara C. (1979). Primal Myths, HarperOne HarperCollinsPublishers. ISBN 978-0-06-067501-1.
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