Melínoe es la diosa griega de los sacrificios y ofrendas a los difuntos y de los fantasmas. Hermana de Macaria, hija de Perséfone. Según la versión su padre es Zeus, que tomó la forma de Hades para seducir a su hija, o del propio Hades. Vagaba por la tierra cada noche con fantasmas, asustando a todo el mundo en su camino. Se decía que esta era la razón por la que los perros ladraban aparentemente a cualquier cosa. Se la representaba con la mitad del rostro blanco y la otra mitad negro, vistiendo un manto color azafrán. Su nombre significa “pensamiento oscuro” y posiblemente la diosa solo fuese adorada en la tradición órfica.
Melínoe es descrita como una diosa extraña y de aspecto aterrador. Su cuerpo estaba dividido en dos colores: su lado izquierdo era negro como la noche, representando a su padre, el oscuro Hades. Su lado derecho era blanco y de apariencia calcárea, como si no tuviera sangre, representando a su madre, la suave Perséfone. Su cabello también estaba dividido en dos colores, y sus ojos eran negros y vacíos. Vestía un vestido y manto de oro, aunque casi nadie la veía en su verdadera forma, ya que, al ser la diosa de fantasmas, podía aparecerse ante las personas como ella quisiera.