En la mitología del País Vasco, los Mikolasak son pequeños diablillos de gran fuerza que viven siempre en grupo. Son hábiles constructores, trabajando la piedra que pueden usar para construir grandes edificios o puentes en una noche. Se mantienen alejados de los humanos debido a su personalidad arisca y cabezota.
Se les atribuye la construcción de los puentes de Azelain, en Andoain (Guipuzcoa) y de Kastrexana (Vizcaya).[1]
Referencias[]
- ↑ Bergara, Aritza (2002). Mitologika: Una visión comtemporánea de los seres mágicos de Euskadi, 2ª edición, pp. 15. ISBN 84-95825-19-8, 84-95825-22-8. Consultado el 13 de noviembre de 2015.
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