El Mulús es una criatura perteneciente al folklore salvadoreño.
Se sabe muy poco de este ser en la actualidad y su origen es desconocido. Cuentan que en el departamento de Usulután y en otros puntos de El Salvador, a muy altas horas de la noche se aparece caminando por las calles, caminos y senderos de los pueblos y ciudades.
El nombre de este monstruo viene de un sonido extraño que emite: "mulús, mulús".
Descripción[]
Es descrito como una criatura cambia formas, su forma más común es la de una enorme y corpulenta bestia negra cuadrúpeda de ojos brillantes, cuernos como los de un toro y filosas garras que le rechinan al caminar; aunque dicen que también puede adoptar la forma de un perro (razón por la cual a veces es confundido con el Cadejo negro), un cerdo o una enorme sombra oscura.
Comportamiento[]
Se cuenta que es una bestia territorial que ataca a cualquiera que se le pone en frente a base de mordidas y zarpazos y a veces lo devoraba. Se decía que por estas razones muchos cadáveres aparecían en los caminos con marcas de garras o fuertes mordidas, y, a veces solo aparecían los huesos de la persona. Se cuenta también que el Mulús devora al ganado y deja sólo los huesos como en el caso anterior.
A pesar de lo anterior, es más común verlo merodeando a la media noche en los cementerios de El Salvador, especialmente cuando recién han enterrado a alguien, mas aun si esa persona ha sido asesinada o fue de mal corazón, el Mulús aparece y busca estas tumbas para desenterrar los cadáveres y devorarlos, lo que lo vuelve una criatura necrófaga, una especie de Gul.