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Anonymous-Fuxi and Nüwa3

Imagen de Nüwa y Fuxi, respectivamente, de la dinastía Tang.

Nüwa (Chino: 女媧), también conocida como Nügua, es una diosa de la antigua mitología china, conocida por crear a la humanidad y reparar el pilar del cielo.

Su apariencia ha sido variable. En ocasiones aparece como una mujer con cuerpo de serpiente por debajo de su cabeza. Las tradiciones relacionadas con Nüwa suelen ser mitos de creación y de inundación.[1]

Descripción

El Huainanzi relaciona a Nüwa con la época en la que el Cielo y la Tierra estaban desorganizadas:

Cita inicioVolviendo a tiempos más remotos, los cuatro pilares estaban rotos; las nueve provincias estaban hechas trizas. El Cielo no cubría completamente [la tierra]; la tierra no sostenía [el Cielo] en toda [su circunferencia]. Los fuegos arden fuera de control y no podían ser extinguidos; el agua fluía en gran extensión y no podía retroceder. Los animales furiosos comían gentes inocentes; las aves depredadoras asían al anciano y al débil. Acto seguido, Nüwa fundió piedras de cinco colores para remendar el cielo azul, cortó las piernas de la gran tortuga para situarlas como los cuatro pilares, mató al dragón negro para proporcionar ayuda a la provincia de Ji, y apiló cañas y cenizas para detener las aguas crecientes. El cielo azul fue arreglado; los cuatro pilares fueron situados; las aguas crecientes fueron drenadas; la provincia de Ji estaba tranquila; las sabandija astuta murió; la gente inocente [conservó sus] vidas[2][3]Cita final

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Xiaoyuncong nvwa

Diosa Nüwa por Xiao Yuncong (蕭雲從), 1596-1673.

Las catástrofes habían sido supuestamente causadas por la batalla de las deidades Gonggong y Zhuanxu (un suceso mencionado antes en el Huainanzi), las piedras de cinco colores simbolizan la esencia de las cinco fases (madera, fuego, tierra, metal y agua), el dragón negro era la esencia de agua y por lo tanto la causa de las inuncaciones, la provincia de Ji representaba a las regiones centrales (el mundo sinítico).[2] Tras esto, el Huainanzi habla sobre como los gobernantes sabios Nüwa y Fuxi pusieron orden al reino siguiendo el camino (道) y su potencia (德).[2]

Queriendo devolver la vida al mundo, creó a la raza humana con grumos de tierra amarilla a las que dio forma, con una cabeza humana como la suya pero con pies y piernas en vez de su cola. Cuando las colocó en el suelo, adquirieron la vida inmediatamente, lo que hizo feliz a Nüwa. Tras un tiempo que le pareció que se hacía muy largo, se volvió impaciente, por lo que tomó una cuerda, la sumergió en el barro y la arrastró de manera que cayeran las gotas. Se decía los individuos tallados cuidadosamente se convirtieron en nobles y ricos, mientras que las gotas lodosas de la cuerda se convirtieron en humildes, pobres y tullidos. Al darse cuenta que esos humanos podrían morir, Nüwa los dividió en hombres y mujeres para que pudieran tener hijos.[1]

En otro conjunto de historias, se decía que ella y su hermano fueron las únicas personas que sobrevivieron a la ira de Lei Gong, el dios del trueno.[1] En el Duyi Zhi (Chino: 獨異志; c. 846 - 874 d.C.), Volumen 3, del autor Li Rong, da la siguiente descripción.

Cita inicioHace mucho, cuando el mundo acababa de comenzar, había dos personas, Nü Kua y su hermano mayor. Vivían en el monte K'un-lun. Y no había aún ninguna persona ordinaria en el mundo. Hablaron sobre convertirse en marido y mujer, pero se sintieron avergonzados. Por lo que el hermano al mismo tiempo fue con su hermana al monte K'un-lun e hicieron su oración: "Oh Cielo, si pudieras mandarnos a los dos como marido y mujer, entonces haz que se reúna el vapor de la bruma. Si no, entonces haz que el vapor de la bruma se disperse". En esto, el vapor brumoso se concentró inmediatamente. Cuando la hermana intimó con su hermano, trenzaron un poco de hierba para hacer un abanico para tapar sus caras. Incluso hoy, cuando un hombre toma a su esposa, sostienen un abanico, que es un símbolo de lo que pasó hace mucho[4]Cita final

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En otro mito, Nüwa dio a luz a una bola de carne que su hermano descuartizó y repartió por los vientos para que las piezas que cayeran se convirtieran en seres humanos.[1]

En algunas versiones de su historia, Nüwa es la hermana y esposa del legendario rey Fuxi, quien se decía que gobernó en la China prehistórica. Su nombre y símbolo viene de las palabras para "calabaza" o "melón", símbolos de fertilidad. A veces se la conoce como la "Chica Calabaza" o "La dama oscura del Noveno Cielo".[1]

Apariencia en Fengshen Yanyi

Nuwa2

Imagen a color con el aspecto que mostraba en el Shanhaijing.

Nüwa aparece en la famosa novela de la dinastía Ming, Fengshen Bang. Tal y como se la representa en esta novela, Nüwa es muy respetada desde la época de la dinastía Xia por ser la hija del Emperador de Jade; Nüwa suele ser llamada la "Diosa Serpiente". Después de crearse la dinastía Shang, Nüwa creó las piedras de cinco colores para proteger a la dinastía con lluvias estacionales ocasionales y cualidades realzadoras. Asñum Shang Rong le pidió al Rey Zhou de Shang que le hiciera una visita como señal de profundo respeto. Después de que Zhou fuera consumido por la lujuria por la vista de la belleza de la antiga diosa Nüwa (Quien se había sentado tras una fina cortina), escribiría un breve poema en una pared cercana y se despediría. Cuando Nüwa volvió a su templo tras visitar al Emperador Amarillo, Nüwa vería la asquerosidad de las palabras de Zhou. Furiosa, juró que la dinastía Shang pagaría por su inmundicia. Nüwa ascendería personalmente al palacio para intentar matar al rey, pero fue golpeada por dos grandes haces de luz roja.

Cuando Nüwa descubrió que el Rey Zhou estaba destinado a gobernar el reino durante 26 años más, invocó a tres subordinados: la zorra milenaria (que luego se convirtió en Daji), la pipa de jade (pipa es un instrumento de cuerda) y el faisán de nueve cabezas. Con estas palabras, Nüwa traería el caos destinado a la dinastía Shang, "La suerte que ganó Cheng Tang hace 600 años se desvanece. Te hablo de un nuevo mandato del cielo que fija el destino para todos. Vosotros tres entrareis al palacio del rey Zhou, donde lo embrujareis. Hagáis lo que hagáis, no dañéis a nadie más. Si haceis mi voluntad, y lo hacéis bien, se os permitirá reencarnaros en seres humanos". Así, con estas palabras, no se volvería a mencionar a Nüwa, pero seguiría siendo uno de los principales factores indirectos del hundimiento de la dinastía Shang.

Referencias

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 Roberts, Jeremy (2004). Infobase Publishing (ed.). Chinese Mythology A to Z, pp. 86. ISBN 0-8160-4870-3.
  2. 2,0 2,1 2,2 Major, John S.; Queen, Sarah A.; Meyer, Andrew Seth; Roth, Harold D. (2010). The Huainanzi: A Guide to the Theory and Practice of Government in Early Han China. New York: Columbia University Press. ISBN 978-0-231-14204-5. 2010, capítulo 6.
  3. Lewis, Mark Edward (2006). The Flood Myths of Early China. Albany: State University of New York Press. ISBN 978-0-7914-6663-6., pp. 111.
  4. Birrell, Anne (1993), Chinese Mythology: An Introduction, Johns Hopkins University Press., pp. 35.
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