Wiki Mitología
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Iansã

Escultura de Iansã en el parque Catacumba, Rio de Janeiro, Brasil.

Oya (Yoruba: Ọya, también conocida como Oyá u Oiá; Yansá o Yansã; y Iansá o Iansã en latinoamérica) es la orisha del río Níger y una de las esposas de Shango, el dios del trueno y el rayo, así como uno de los siete orisha principales en la religión yoruba. La gente temía su ira; cuando se enfadaba, enviaba tornados y huracanes para derribar los edificios. Según la tradición, Oya servía como guardiana de las puertas de la muerte,[1] aunque no representa a la muerte. Debido a su posición, tiene una relación especial con el mundo de los ancestros.[2]

El nombre Oya está definida por la acción "ella rasga", "O-ya" en yoruba.[2] Es conocida como Ọya-Iyansan - la "madre de nueve"-, debido a que tradicionalmente se conoce que el río Níger (Yoruba: Odo-Oya) tiene nueve afluentes.[3]

Funciones[]

Oya es lo opuesto a la muerte; es el aire que respiran los humanos y puede perpetuar la vida o la muerte con su ira. Los practicantes religiosos creen que es la secretaria de Olofi, informándole de todos los sucesos terrenales. Porque este es el aspecto de Olodumare que gobierna los asuntos del hombre, Oya también es una maestra del disfraz. Ocasionalmente, está enmascarada, permitiéndole representar distintos papeles en sus relaciones con los humanos y los egun (ancestros). Un disfraz común es el de un búfalo.[2]

Dado que la tradición yoruba se ha extendido al Caribe, así como América del Sur, Central y del Norte y fue conservada por africanos esclavos y libres, puede encontrarse manifestada en la santería, candomblé y Lucumi del hemisferio occidental. En el hemisferio occidental, puede ser llamada Odo Oya, Yansa, Yanza, Yansan, Oya Odu Oya, Oya Funka u Oya Bi, así como otros nombres.[2]

Símbolos[]

La multiplicidad de colores y el número 9, simbolizando las transiciones y terminación, representaban a Oya. De los siete orishas principales, Oya es considerada la de los guerreros. En el contexto de la antigua veneración kemética, ha sido equiparada con Aset.[2]

Mitos[]

En el contexto de las tradiciones yoruba, santería y lucumi, hay muchas leyendas que detallan la relación entre Oya y otros orishas y su adquisición de poder. Estas leyendas suelen referirse como pataki o apataki cuando aparecen en los contextos caribeños o sudamericanos de santería y lucumi.[2]

Una leyenda principal detalla cómo Oya obtuvo la habilidad de escupir fuego como Shango; esta habilidad es una característica clave de ambos orishas. La leyenda afirma que, tras observar a Shango durante un tiempo, Oya se dio cuenta que el secreto de la habilidad de Shango para escupir y respirar fuego estaba contenida en una calabaza que le dio otro orisha, Osain. Oya tomó en secreto la calabaza, probando su contenido, que le permite respirar y escupir fuego como Shango. Shango vuelve y descubre que Oya ha descubierto la fuente de su secreto y comienza a luchar con ella. Otra leyenda afirma que Oya es la que presta la habilidad de escupir y respirar fuego y portar el rayo a Shango.[2]

Oya es la amante de Shango; Shango la robó a Ogun. Son equivalentes: Él es el trueno y el rayo que alcanza la Tierra; ella es el aspecto del trueno que electrifica el cielo. Ella robó el secreto de SHango para hacer fuego y por tanto se le permitía el vino y, a veces, el color marrón. Por lo tanto, existe la relación entre Oya y Shango como de marido y mujer o amante en la religión yoruba y sus leyendas.[2]

Oya también es conocida como una maestra del disfraz; viste una máscara para ocultar su identidad cuando hace sus ofertas o en caso de lucha. Es una feroz orisha, conocida guerrera que se une a Shango en todas sus guerras. En estas batallas, es probable que luche con una espada en cada mano o lleve algunos atributos simbólicos como un machete y un martillo. También lleva una cola negra de caballo, que es usada para bendecir y purificar a sus seguidores.[2]

Mujer Búfalo Rojo[]

Un aspecto de Oya era como Mujer Búfalo Rojo. En la cultura yoruba, había una fuerte asociación entre el búfalo y la diosa, en parte porque los cuernos del búfalo tenían forma de cuarto creciente, un símbolo asociado con las deidades femeninas. El búfalo era un símbolo de reproducción femenina y por lo tanto estaba relacionado con el poder de la diosa para restaurar y renovar. Casarse con la Mujer Búfalo Rojo era la meta del dios Ogun, jefe de cazadores.[1]

Cada noche iba de caza, buscándola. Una noche, mientras yacía en su plataforma en el árbol, una búfala fue andando hacia su escondite. Se paró junto a un termitero y, mientras el jefe de cazadores miraba asombrado, comenzó a quitarse su piel. AL hacerlo, cambió a una mujer hermosa. Escondió su piel en el termitero y caminó hacia el mercado del pueblo. Ogun tomó la piel y se la llevó a su casa. Entonces fue al mercado, donde mediante engaños, indujo a la Mujer Búfalo Rojo a ir a su casa. Cuando esa noche fue al termitero a por su piel, descubrió que no estaba. Concluyó que Ogun debió haberla visto y robado su piel, por lo que fue a su casa a enfrentarse a él. Él le dijo que solo le devolvería la piel si se casaba con él. Aceptó, pero le obligó prometer que no le diría a sus otras esposas quien era realmente.[1]

A pesar de la curiosidad de sus esposas, Ogun mantuvo su promesa durante años. Sin embargo, una noche, sus esposas lo emborracharon con vino y le engañaron para romper el secreto de su última esposa. Cuando se burlaron de Mujer Búfalo Rojo por ser un animal, se vistió y se transformó en un búfalo de nuevo. Entonces mató a las demás esposas. Perdonó a Ogun cuando él la alabó y le recordó el cariño que le dio. Antes de irse, le dijo a Ogun que podía llamarla en auxilio si usaba su verdadero nombre, Oya.[1]

Culto[]

Dios, en la tradición yoruba, se manifiesta a través de las orishas, siendo cada uno un aspecto de la naturaleza. Oya es la manifestación del viento, el fuego y el rayo. Los iniciados en el sacerdocio (ocha) bajo Oya tienen una de las ceremonias más elaboradas en la religión, seguido por varios días de ritual y ceremonia. Por el tráfico y esclavitud europeas de africanos, en el hemisferio occidental, la tradición yoruba y la veneración de Oya como una de los siete orishas principales ha sobrevivido y se ha asentado en las Américas como Lucumi, Santería y Candomblé. Oya sigue siendo reconocida como una de las ancianas orishas, más joven que Yemonya, pero mayor que Oshun.[2]

Entre los siete orishas principales, es la única guerrera. Para aplacarla, los practicantes de su religión le ofrecen berenjenas; garbanzos; arroz con pescado, maíz o semillas de sésamo; judías negras; ñame; uvas; quimbombó; granadas; y harina de maíz. Sin embargo, las ofrendas de aceite de palma y cordero, el animal sagrado de Shango, no se hacen porque se cree que Oya los odia. Su celebración, tanto en África como en las Américas, es el 2 de febrero.[2]

Candomblé[]

Oya. Yansãn

Oya candomblé.

En Candomblé, Oya es conocida como Oiá, Iyá Mésan o, más comúnmente, Iansã, del yoruba Yánsán. Iansã, como en la religión yoruba, dirige los vientos, tormentas y rayos. Es la reina del río Níger y la madre de nueve. Es una guerrera imbatible. Los atributos de Iansã incluyen una gran intensidad de los sentimientos, sensaciones y encanto. Otra habilidad atribuida a Iansã es el control sobre los misterios que rodean a los muertos.[4] Iansã es sincretizada con Santa Bárbara.[5] En la nação (Asociación) Candomblé de Angola, Iansã se asocia con el rojo.[6]

Comida ritual[]

Bahia acaraje

Acarajé.

El acarajé, una bola formada de judías aplastadas o peladas y fritas en dendé (aceite de palma) es la ofrenda tradicional de Iansã en la tradición candomblé en Brasil. Una forma sencilla, sin especias, de acarajé se usa en los rituales, sirviéndose una versión con condimentos en la venta callejera de Bahia en el noreste de Brasil. Ipeté y bobo de inhame también se asocian con Iansã.[6]

Representaciones[]

Oya es la dueña del número 9, el número de la terminación. Por lo tanto, su personalización lleva en su brazo derecho nueve brazaletes de cobre y una corona de cobre con nueve puntas. Su elekes (collar hecho de cuentas) son cuentas marrones y rojas con líneas blancas y negras. Se cree que encuentra favor con todos los colores excepto el negro. Es conocida por una falda multicolor y una bandana en el contexto lucumi.[2]

Adivinación[]

Jogo de Ikin Orossi

Bandeja de adivinación ifá.

En la tradición yoruba, el orisha habla a través de un proceso llamado adivinación. El divino se comunica con el vivo a través del Odu Ifa, que son 256 configuraciones (odus), en la que los orishas aconsejan a los humanos de todos sus asuntos. El proceso tiene lugar cuando el practicante habla al orisha usando la bandeja de adivinación. Cada odu es referido a un "camino" dado por un orisha específico; Oya habla en muchos odus con los números 9, 5 y 11. Cada orisha tiene un método para remediar los problemas y asuntos de los humanos; estos serían eboos (sacrificios). Los practicantes de la religión pueden recibir ayuda de Oya para alejar el mal, adquirir dinero o purificarse y obtener bendiciones ejecutando varios sacrificios que requieren oraciones, ofrendas y rituales[2]


Referencias[]

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 Lynch, Patricia Ann. African Mythology A to Z, pp. 90-91. ISBN 0-8160-4892-4.
  2. 2,00 2,01 2,02 2,03 2,04 2,05 2,06 2,07 2,08 2,09 2,10 2,11 2,12 Asante, Molefi Kete; Mazama, Ama. Encyclopedia of African Religion, Volumen 1, pp. 514-516.
  3. A Bahia de Santa Bárbara
  4. (2009) Obaràyí : babalorixá Balbino Daniel de Paula, Salvador, Bahia, Brasil: Barabô Design Gráfico e Editora, p. 568. ISBN 9788562542008.
  5. Henry, Clarence Bernard (2008). Let's Make Some Noise: Axé and the African Roots of Brazilian Popular Music, Jackson, Mississippi: University Press of Mississippi. ISBN 9781604730821.
  6. 6,0 6,1 Barbosa, Ademir (2015). Dicionário de Umbanda, São Paulo: Anubis, pp. 108-109, 240. ISBN 9788567855264.


Orisha
Yoruba: Aganju  •  Aja  •  Babalu Aye  •  Eshu  •  Elegua  •  Nana  •  Oba  •  Obatala  •  Ogun  •  Olokun´  •  Olorun  •  Osanyin  •  Oshun  •  Oshosi  •  Ori  •  Orunmila  •  Oya  •  Shango  •  Yemoja  •  Osun
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