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Plutón (Griego: Πλούτων, Ploutōn; latín: Pluto) era el gobernante del inframundo en la mitología clásica. El nombre previo del dios era Hades, que se convirtió en el nombre común del propio inframundo. En la antigua religión y mitología griega, Plutón representa un concepto más positivo del dios que preside sobre la otra vida. Plutón se combinaba frecuentemente con Pluto (Πλοῦτος, Plutus), un dios de riqueza, por la riqueza mineral encontrada en el subsuelo y porque el dios ctónico Plutón gobernaba sobre la tierra profunda que contenía los elementos necesarios para una cosecha abundante.[1] El nombre Plutón entró en uso extendido con los misterios eleusinos, en el que Plutón era venerado como un gobernante severo pero un marido cariñoso con Perséfone. La pareja recibía las almas en la otra vida, siendo invocados juntos en las inscripciones religiosas. En contraste, Hades tenía pocos templos y prácticas religiosas asociadas con él, siendo representado como el sombrío y violento secuestrador de Perséfone.

Aunque Plutón y Hades difieran en personalidad, no son figuras distintas y comparten dos mitos dominantes. En la cosmogonía griega, el dios recibe el gobierno del inframundo en una división en tres partes de la soberanía del mundo, con su hermano Zeus gobernando el cielo y su otro hermano Poseidón gobernando el mar. Su narración central es el secuestro de Perséfone para que fuera su esposa y reina de su reino.[2] El nombre de Plutón como gobernante del inframundo apareció por primera vez en la literatura griega del periodo clásico, en las obras de los dramaturgos atenienses y del filósofo Platón, que es la principal fuente griega de su importancia. Bajo su nombre latino, aparece en otros mitos en un papel secundario, generalmente como posesor de un objeto para una misión y especialmente en el descenso de Orfeo u otros héroes al inframundo.[3]

Plūtō (Genitivo Plūtōnis) es la forma latinizada del griego Ploutōn. El equivalente romano de Plutón es Dis Pater, cuyo nombre suele interpretarse como "Rico Padre", siendo quizás una traducción directa de Ploutōn. Plutón también se identificó con el dios más desconocido Orcus, siendo como Hades el nombre de un dios del inframundo como del lugar. El préstamo griego Plutón se suele usar para el gobernante de los muertos en la literatura latina, llevando a algunos manuales de mitología a asegurar que Plutón era el equivalente romano de Hades.[4] Plutón (Pluton en francés y alemán, Plutone en italiano) se convierte por lo tanto en el nombre más común para el gobernante clásico del inframundo en las consiguiente literatura occidental y otras formas de arte.

Hesiodo[]

The Abduction of Persephone by Pluto, Amphipolis

Un mosaico de la tumba de Kasta en Anfípolis mostrando el secuestro de Perséfone por Plutón, siglo IV a.C.

El nombre Ploutōn no aparece en la literatura griega del periodo arcaico.[5] En la Teogonía de Hesiodo, los seis hijos de Crono y Rea son Zeus, Hera, Poseidón, Hades, Deméter y Hestia. Los varones se dividen el mundo entres reinos. Hades toma por la fuerza a Perséfone de su madre Deméter con el consentimiento de Zeus. Pluto, "Riqueza", aparece en la Teogonía como hijo de Deméter y Yasión: "Este recorre toda la tierra y los anchos lomos del mar y a quien le encuentra, si se echa en sus brazos, le vuelve rico y le colma de prosperidad"[6]. La unión de Deméter y Yasión, también descrita en la Odisea,[7] sucedió en un campo en barbecho que había sido arado tres veces, lo que parece haber sido una mención a la copulación ritual o a la magia simpática para asegurar la fertilidad de la tierra. "La similitud de Pluto a Plutón...", se ha señalado, "no puede ser accidental. Plutón es el señor de los muertos, pero como esposo de Perséfone tenía serias demandas sobre los poderes de la fertilidad"[8]. El hijo de Deméter, Pluto, se combina en la tradición narrativa con su yerno Plutón, redefiniendo al implacable auriga Hades cuyos caballos pisotean la tierra en flor.[9]

Que el dios del inframundo estaba asociado tempranamente con el éxito de la actividad agrícola es ya evidente en Obras y dias de Hesiodo, línea 465-469: "Suplica a Zeus subterráneo y a la casta Demeter, con el fin de que maduren los frutos sagrados de ésta. Cuando comiences a labrar, teniendo en la mano el extremo de la mancera del arado y pinchando con el aguijón el lomo de los bueyes que arrastran el timón con ayuda de una correa".[10]

Plutón y Pluto[]

Dionysos Ploutos BM F68

Pluto con el cuerno de la abundancia en compañía de Dionisio (siglo IV a.C.).

Plouton era uno de los nombres eufemísticos de Hades, descrito en la Iliada como el dios más aborrecido por los mortales.[11] Platón dice que la gente prefiere el nombre Plouton, "dador de riqueza", porque el nombre de Hades provoca miedo.[12] Se entendía que su nombre refería a "las riquezas ilimitadas de la tierra, tanto los cultivos en su superficie -era originalmente un dios de la tierra- como de las minas en su interior".[13] Lo que a veces se toma como una "confusión" entre los dos dioses Plouton y Pluto ("Riqueza") sostenía o adquiría una importancia teológica en la antigüedad. Como señor de la abundancia o las riquezas, Plutón expresa el aspecto del dios del inframundo que era positivo, simbolizado en el arte como el "cuerno de la abundancia" (cornucopia)[14], por el que Plouton se distingue del lóbrego Hades.[15]

El poeta romano Enio (ca. 239-169 a.C.), la figura líder en la helenización de la literatura latina, consideró a Plutón un dios romano entendido en los términos de los equivalentes romanos Dis Pater y Orcus.[16] No está claro si Plutón tenía una presencia literaria en Roma antes que Enio. Algunos académicos piensan que los rituales y creencias concernientes a Plutón entraron en la cultura romana con el establecimiento de los Juegos Seculares en el 249 a.C., y que Dis Pater era solo una traducción de Plouton[17]. A mediados del siglo I a.C., Cicerón identifica a Plutón con DIs, explicando que "La tierra y todo su poder y abundancia es sagrado para Padre Dis, un nombre que es igual que Dives, "El rico", como el griego Plouton. Esto es porque todo nace de la tierra y vuelve a ella de nuevo".[18]

Durante el periodo imperial romano, el geógrafo griego Estrabón (siglo I d.C.) hace la distinción entre Plutón y Hades. En las escrituras de la riqueza mineral de la antigua Ibera (España romana), dice que entre los turdetanos, está "Plutón, y no Hades, que habita la región inferior".[19] En el discurso Sobre el luto del autor griego Luciano (Siglo II d.C.), la "riqueza" de Plutón son los muertos sobre los que gobierna en el abismo (Chasma); el nombre Hades se reserva para el propio inframundo.[20]

Otras identificaciones[]

En la práctica religiosa griega, Plutón se ve en ocasiones como el "Zeus ctónico" (Zeus Chthonios[21] o Zeus Catachthonios[22]), o al menos con funciones o importancia equivalente a aquellas de Zeus pero pertenecientes a la tierra o al inframundo. En la antigua religión romana y helenística, Plutón fue identificado con varias deidades, incluyendo Summanus, el dios del trueno nocturno;[23]Februus, el dios romano cuyos ritos de purificación dieron nombre al mes de febrero;[24] el dios sincrético Serapis, considerado el equivalente egipcio de Plutón;[25] y el dios semítico Mut (Μούθ). Filón de Biblos describió a Mut como el equivalente tanto de Tánatos (muerte personificada) como Plutón.[26] Los antiguos griegos no consideraban a Plutón como la "muerte" per se.[27]

Mitología[]

Pluton by Henri Chapu

Plutón (1884–86) por Henri Chapu, parte de una pareja con una Perséfone en pie recogiendo flores

El mito mejor conocido que implica a Plutón o Hades es el secuestro de Perséfone, también conocida como Kore ("la doncella"). Las versiones literarias más antiguas del mito son una breve mención en la Teogonía de Hesiodo y la narración extendida del Himno homérico a Deméter; en ambas obras, el gobernante del inframundo es llamado Hades ("el oculto"). Hades es una figura indolente, enfatizándose la negada renuencia de Perséfone.[28]El uso creciente del nombre Pluton en las inscripciones religiosas y textos literarios refleja la influencia de los misterios eleusinos, que trataban a Plutón y Perséfone como una pareja divina que recibía a los iniciados en la otra vida; como tal, Plutón se disoció del "secuestrador violento" de Kore.[29] Dos obras tempranas que dan al dios secuestrador el nombre de Plutón son la mitografía griega tradicionalmente conocida como Biblioteca de Apolodoro (Siglo I a.C.)[30] y las Fábulas latinas de Higino (ca. 64 a.C.-17 d.C.).[31]>

La versión más influyente del mito del secuestro es la de Ovidio (17-18 d.C.), que cuenta la historia tanto en Metamorfosis (Libro V) como en Fastos (Libro IV).[32] Otra narración importante, también en latín, es el largo poema inacabado De raptu Proserpinae ("Sobre el secuestro de Proserpina") por Claudiano (404 d.C.). Ovidio usa el nombre Dis, no Plutón, en estos dos pasajes,[33] mientras que Claudiano solo usa Plutón una vez; Sin embargo, los traductores y editores proporcionan el familiar "Plutón" cuando aparece otro epíteto en el texto original.[34] El mito del secuestro era un tema popular en el arte griego y romano, y recurre en el arte y literatura occidental, donde el nombre "Plutón" se vuelve común. Los detalles narrativos de la influencia de Ovidio y Claudiano influyen las versiones posteriores, donde el secuestrador es llamado Plutón, especialmente la función de Venus y Cupido al manipular a Plutón con amor y deseo.[35] A través de la Edad Media y el Renacimiento, y claramente en la época de la influyente Mythologiae de Natale Conti, las tradiciones pertenecientes a los distintos gobernantes del inframundo clásico convergieron en una única mitología que hacía pocas distinciones entre Hades, Plutón, Dis y Orcus.

Descendencia[]

A diferencia de sus hermanos Zeus y Poseidón que procrean libremente, Plutón es monógamo y raramente se dice que tenga hijos.[36] En los textos órficos,[37] se dice que la ninfa ctónica Melínoe es la hija de Perséfone con Zeus disfrazado de Plutón,[38] y las Euménides ("bondadosas") son la descendencia de Perséfone y Zeus Chthonios[39], a veces identificado con Plutón. El poeta augusto Virgilio dice que Plutón es el padre de Alecto la Furia, a quien odia.[40] La falta de una distinción clara entre Plutón y "Zeus ctónico" dificulta la pregunta sobre si en algunas tradiciones, ahora desconocidas, Perséfone engendró hijos con su esposo. A finales del siglo IV d.C., la épica claudiana del secuestro motiva a Plutón con el deseo de hijos. Sin embargo, el poema está inacabado, perdiéndose cualquier cosa que Claudiano supiera de estas tradiciones.[41] n, pero ni los nombra ni enume Justino Mártir (siglo II d.C.) alude a los hijos de Plutón.[42] Hesiquio (siglo V d.C.) menciona un "hijo de Plutón".[43] En su mitografía del siglo XIV, Boccaccio registra una tradición en el que Plutón era el padre de la personificación divina Veneratio ("Veneración"), señalando que no tenía madre porque Proserpina (nombre latino de Perséfone) era estéril.[44]

En La reina hada (Década de 1590), Edmun Spenser inventa una hija para Plutón que llama Lucifera.[45] El nombre del personaje se toma de la mitografía del siglo XVI de Natale Conti, que usó la traducción latina del griego phosphor, "portador de luz", un epíteto típico de Hécate.[46] Spenser incorporó aspectos de los misterios en La reina hada.[47]

Plutón y Orfeo[]

Jan Brueghel (I) - Orpheus in the Underworld - WGA03564

Orfeo ante Plutón y Proserpina (1605), por Jan Brueghel el viejo

Orfeo era considerado el fundador y profeta de los misterios llamados "órficos", "dionisiacos" o "báquicos". Mitificado por su habilidad de dormir animales y árboles con su música, también se le acreditó en la antiguedad con la autoría de las letras que han sobrevivido de los Himnos órficos, entre ellos el himno a Plutón. La voz de Orfeo y su lira representaban un medio de revelación o conocimiento superior para los cultos mistéricos.[48]

En el mito central, Orfeo visita el inframundo con la esperanza de recuperar a su esposa, Eurídice, apoyándose en el poder de su música para encantar al rey y reina de Hades. La narración griega del descenso de Orfeo y actuación nombran típicamente al gobernante del inframundo como Plouton, como el ejemplo de Biblioteca.[49] El mito demuestra la importancia de Plutón "el rico" como posesor del objeto de la misión. Orfeo actuando ante Plutón y Perséfone era un tema común de la literatura y arte occidental antiguos y tardíos, y uno de los temas mitológicos más importantes de la tradición clásica.[50]

La demostración del poder de Orfeo depende de la obstinación de Plutón; el poeta augusto Horacio lo describe incapaz de llorar.[51] Sin embargo, Claudiano muestra al acerado dios sucumbiendo a la canción de Orfeo por el que "con túnica de hierro se limpia sus lágrimas" (ferrugineo lacrimas deterget amictu), una imagen renovada por Milton en Il Penseroso (106-107): "Tales notas.../derramaron lágrimas de hierro por la mejilla de Plutón".[52]

El escritor griego Luciano (ca. 125 -después del 180 d.C.) sugiere que el amor de Plutón por su esposa dio al gobernante del inframundo una simpatía o percepción especial en los amantes separados por la muerte.[53] En uno de los Diálogos de los muertos de Luciano, Plutón pregunta a Protesilao, el primer héroe griego matado en la guerra de Troya, que desea volver al mundo de los vivos: "¿Estás enamorado de la vida?", pregunta Plutón. "De tales amantes tenemos aquí en abundancia; pero aman un objeto, que ninguno de ellos puede obtener". Protesilao explica, como Orfeo pero a la inversa, que él dejó a una joven novia a quien el recuerdo de él ni las aguas del olvido de Lete podrían borrar. Plutón le asegura que la meurte los reunirá algún día, pero Protesilao discute que el propio Plutón debería entender el amor y su impaciencia, recordándole al rey su concesión a Orfeo y a Alcestis, quien tomó el lugar de su esposo en la muerte y le fue permitida, a insistencia de Heracles, devolvérsela. Cuando Perséfone intercede por el guerrero fallecido, Plutón otorga al guerrero la petición a la vez, aunque permitiendo solo un día para la reunión.[54]

Misterios y culto[]

Eleusinian hydria Antikensammlung Berlin 1984

Hidria (ca. 340 a.C.) mostrando figuras de los misterios eleusinos.

Conforme Plutón ganaba importancia como la personificación de la riqueza agrícola en los misterios eleusinos, del siglo V a.C. en adelante, el nombre Hades se reservó de manera creciente para el inframundo como lugar.[55] Ni Hades ni Plutón eran tradicionalmente uno de los Doce Olímpicos, pareciendo que Hades recibiera un culto limitado,[56] quizás solo en Elis, donde se abría anualmente el templo.[57] Durante la época de Platón, los atenienses honraron periodicamente al dios llamado Plouton con el "esparcimiento de sofá" (tên klinên strôsai).[58] En Eleusis, Plouton tenía sus propias sacerdotisas.[59] Plutón era venerado con Perséfone como pareja divina en Cnidos, Éfeso, Mitilene y Esparta así como Eleusis, donde simplemente era conocido como Dios (Theos) y Diosa (Thea).[60]

En los textos rituales de las religiones mistéricas conservadas por las llamadas tablillas de oro órficas y báquicas, del siglo V a.C. en adelante,[61] el nombre Hades aparece más frecuentemente que Plouton, pero en mención al lugar subterráneo:[62] Plouton es el gobernante que preside en él[63] en armoniosa compañía de Perséfone.[64] A finales del siglo IV a.C., el nombre Plouton aparece en inscripciones métricas griegas.[65] Dos tablillas fragmentadas agradecen tanto a Plutón como a Perséfone, apareciendo la pareja junta,[66] y apareciendo además como figuras acogedoras en un epitafio métrico:

Cita inicioSé que incluso bajo la tierra, si de hecho hay una recompensa para los justos,
el primer y mejor de los honores, cuidadora,[67] debe ser tuyo, junto a Perséfone y Plutón[68]
Cita final

~ '


Hesiquio identifica a Plutón con Eubuleo,[69] pero otras fuentes antiguas distinguen entre estas dos deidades del inframundo. En los misterios, Eubuleo tiene la función de portantorcha, posiblemente un guía para el retorno del iniciado.[70] En opinión de Lewis Richard Farnell, Eubuleo era originalmente un título mencionado el "buen consejo" que el gobernante del inframundo era capaz de dar y que era buscado por los oráculos oníricos de Plutón; sin embargo, para el siglo II a.C., había adquirido una identidad separada.[71]

Himno órfico a Plutón[]

El himno órfico a Plutón se dirige al dios como de "espíritu fuerte" y el "receptor total" que dirige la muerte y es el amo de los mortales. Sus títulos eran dados como Zeus Chtonios y Euboulos ("Buen consejo").[72] En la topografía del himno, la morada de Plutón está en el Tártaro, simultáneamente una "pradera" y "densa sombra y oscura", donde Aqueronte rodea "las raíces de la tierra". Hades es de nuevo el nombre del lugar, aquí descrito como "sin viento", y sus puertas, por las que Plutón lleva a "la pura hija de Deméter" como su novia, están situados en una cueva ática en el distrito de Eleusis. La ruta de la pradera de Perséfone a Hades cruza el mar. El himno concluye:

Cita inicioTú solo naciste para juzgar actos oscuros y conspicuos.
El gobernante más sagrado e ilustre gobernante de todos, dios frenético,
te deleitas en el respeto y reverencia del adorador. Ven con favor y alegría tus iniciados. Te invoco[73]
Cita final

~ '


El himno concluye: El himno es uno de los varios ejemplos de oración grecorromana que expresa un deseo por la presencia de una deidad, y ha sido comparada con una epíclesis similar en los Actos de Tomás.[74]


Invocaciones mágicas[]

Los nombres tanto de Hades como de Plutón aparecen en el papiro mágico griego y en las tablillas de maldición, con Hades refiriéndose normalmente al inframundo como lugar y Plutón siendo invocado como compañero de Perséfone.[75] Cinco tablillas de maldición latinas de Roma, datando de mediados del siglo I a.C., prometen a Perséfone y Plutón una ofrenda de "dátiles, higos y un cerdo negro" si la maldición se cumple en la fecha determinada. El cerdo era un animal característico de sacrificio de deidades ctónicas, cuyas víctimas casi siempre eran de color negro.[76]

Un conjunto de tablillas de maldición escritas en griego dórico y encontradas en una tumba se dirige a Pasianax, "Señor de todo",[77] a veces interpretado como un título de Plutón[78], pero considerado más recientemente como un nombre mágico para un cadáver.[79] Pasianax se encuentra en otros lugares como un epíteto de Zeus, o en las tablillas puede invocar a un daimon como Abraxas.[80]

Santuarios de Plutón[]

Un santuario dedicado a Plutón era llamado ploutonion (Latín: Plutonium). El completo en Eleusis para los misterios tenía un ploutonion considerado el lugar de nacimiento del niño divino Pluto, en otro ejemplo de combinación o íntima asociación entre dos dioses.[81] La inscripciones griegas registran un altar de Plutón, que iba a ser "enlucida", es decir, resurgido para una nueva ronda de sacrificios en Eleusis.[82] Uno de los ploutonia conocidos estaba en la arboleda sagrada entre Trales y Nisa, donde se situaba un templo de Plutón y Perséfone. Los visitantes buscaban curación y oráculos oníricos.[83] El ploutonion en Hierápolis, Frigia, estaba conectado a los ritos de Cibeles, pero durante la era imperial romana, fue incorporado al culto de Apolo, como confirmó las investigaciones arqueológicas durante la década de 1960. También era un oráculo onírico.[84] Se creía que los vapores indicaban una puerta al inframundo.[85] En Italia, Averno era considerado la entrada al inframundo que producía vapores tóxicos, pero Estrabón parecía no pensar que fuera un ploutonion.[86]

Iconografía y atributos[]

En escenas eleusinas[]

Amphora Hades Louvre G209

Plouton con cornucopia (Ánfora ática de figuras rojas, ca. 470 a.C.)

Kevin Clinton intentó distinguir la iconografía de Hades, Plouton, Pluto y los misterios. En el esquema de Clinton, Plouton es un hombre maduro, a veces canoso; Hades también suele ser maduro y con barba, pero se enfatiza su oscuridad en sus descripciones literarias, representado en el arte con pelo oscuro. El atributo más común de Plouton es el cetro, pero también en ocasiones sujeta una cornucopia rebosante; Hades sostiene a veces un cuerno, pero se representa sin contenido, entendiéndose como un cuerno de beber. A diferencia de Plouton, Hades nunca sostiene atributos agrarios como tallos de grano. Su pecho suele estar desnudo o cubierto parcialmente, mientras que Plouton lleva una túnica que lo cubre (sin embargo, el autor admite excepciones). Plouton está en pie, a veces en compañía de Deméter y Kore, o a veces con una de las diosas, pero Hades casi siempre se sienta o reclina, normalmente con Perséfone mirándole.[87] Permanecen la "confusión y el desacuerdo" sobre la interpretación de estas imágenes.[88]

Las llaves de Plutón[]

Agostino Carracci 01

Plutón (1592) por Agostino Carracci, probablemente influido por la descripción en la mitografía de Vincenzo Cartari[89], con el dios sosteniendo su cetro y llave, y Cerbero a su lado.

Los atributos de Plutón mencionados en el Himno órfico a Plutón son su cetro, llaves, trono y caballos. En el himno, las llaves están conectadas a su capacidad de dar riqueza a la humanidad, especificamente la riqueza agrícola de "las frutas anuales".

Pausanías explica la importancia de la llave de Plutón al describir el pecho de cedro maravillosamente tallado en el templo de Hera en Elis. Se representan numerosas deidades, con un panel agrupando a Dionisio, Perséfone, las ninfas y Plutón. Plutón sostiene una llave porque "dicen que lo que llaman Hades ha sido cerrado por Plutón, y que nadie volverá de nuevo de allí".[90] Natale Conti cita a Pausanías señalando que las llaves son un atributo de Plutón como el cetro lo es de Jove (Zeus) y el tridente de Neptuno (Poseidón)[91]

En Eleusis, los sacerdotes colocaban una llave dorada (chrusea klês) en la lengua de los iniciados en Eleusis[92] y era un símbolo de la revelación que estaban obligados a mantener en secreto.[93] una llave está entre los atributos de otras deidades infernales, como Hécate, Anubis y Perséfone, y de aquellos que actúan como guardianes o protectores del tiempo, como Jano y Eón.[94] Éaco (Aiakos), uno de los tres reyes mortales que se convirtieron en jueces en la otra vida, también es un kleidouchos (κλειδοῦχος), "portador de las llaves", y portero sacerdotal en la corte de Plutón y Perséfone.[95]

Vegetación y color[]

Según el filósofo estoico Cornuto (siglo I d.C.), Plutón llevaba una corona de phasganion, frecuentemente llamada xiphion,[96] identificada tradicionalmente como un tipo de gladiolo.[97] Dioscórides registró usos medicinales para la planta. Para extraer aguijones y púas, el xiphion se mezclaba con vino e incienso para crear una cataplasma. La planta también se usaba como afrodisíaco[98] y anticonceptivo.[99] Crecía en lugares húmedos. En un pasaje poco conocido, Cornuto parece conectar el uso de Plutón del phasfanion con la etimología para Averno, que deriva de la palabra para "aire, quizás a través de alguna asociación con el color glaukos, "gris azulado", "verdoso" o "color del mar", que describiría las hojas de la planta. Como el color describiría el cielo, Cornuto suele darle connotaciones divinas.[100] La hermana gemela de Plutón fue llamada Glauce.

La ambiguedad del color es característico de Plutón. Aunque tanto él como su reino se describen como oscuro, negro o sombrío, en ocasiones, el dios se ve como pálido. Marciano Capella (Siglo V) lo describe tanto "cada vez más pálido en la sombra, un fugitivo de la luz" y activamente "derramando tinieblas en la penumbra de la noche tartarea", coronado con una corona hecha de ébano tan adecuada para el reino que gobierna.[101] Los caballos de Plutón suele ser negros, pero Ovidio los describe como cerúleos (caeruleus, de caelum, "cielo"), que puede ser azul, azul verdoso o azul oscuro.[102]

El mitógrafo del renacimiento Natale Conti dice que las coronas de narciso, el culantrillo (Adiantum) y el ciprés se entregaban a Plutón.[103] En el Himno homérico a Deméter, Gea (Tierra) produjo el narciso a petición de Zeus como trampa para Perséfone; cuando ella lo agarra, se abre un abismo y la captura el "anfitrión de muchos" (Hades).[104] Las coronas de narciso se usaban en tiempos antiguos para coronar a Deméter y Perséfone, así como a las Furias (Euménides).[105] La flor estaba asociada con la estupefacción narcótica (narkê, "torpor")[106], fascinación erótica[107] y muerte inminente[108]; soñar con coronarse a uno mismo con narciso era un mal augurio.[109] En el mito de Narciso, la flor es creada cuando un bello joven presumido rechaza la sexualidad y está condenado al auto-amor perpetuo en el Estigia.[110]


La inclusión del adianthus (Adiantum en la nomenclatura moderna) de Conti era menos directa. El nombre, que significa "no mojar" (griego: Adianton), se interpretaba en la antigüedad como una mención a la habilidad del culantrillo de repeler el agua. La planta, que crecía en lugares húmedos, también se llamaba capillus veneris, "cabello de Venus", divinamente seco cuando emergía del mar.[111] El historiador de la meidina John M. Riddle ha sugerido que el adianthus era uno de los culantrillos que Dioscórides llamaba asplenon y prescribía como anticonceptivo (atokios).[112] La asociación de Proserpina (Perséfone) y el culantrillo es aludida por Samuel Beckett en el poema de 1946, en el que el yo es una cueva platónica con capillaires, francés tanto para "culantrillos" como "capilares".[113]

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Espécimen de ciprés mediterráneo.

El ciprés (Griego: cyparissus, latín cupressus) tenía asociaciones tradicionales con el luto.[114] En la antigua Ática, los hogares en luto tenían guirnaldas de ciprés[115] y se usaba para fumigar el aire durante las incineraciones.[116] En mito de Cipariso, un joven que se transformó en un ciprés consumido por la pena por la muerte accidental de su ciervo mascota.[117] Un "ciprés blanco" es parte de la topografía del inframundo que se repite en las tablillas órficas de oro como un tipo de baliza cerca de la entrada, quizás comparándose con el árbol de la vida de varias mitologías del mundo. La descripción del ciprés como "blanco" (Griego: leukē), dado que el árbol botánico es oscuro, es simbólico, evocando los adornos blancos vestidos por los iniciados o la ropa de un cadáver, o la palidez de la muerte. En los ritos funerarios órficos, estaba prohibido hacer ataúdes de ciprés.[118]

Populus alba leaf

Caras de las hojas de un álamo blanco.

La tradición de las religiones mistéricas favorece a Plutón como compañero amoroso y fiel de Perséfone, en contraste con la violencia de Hades en mitos anteriores, aunque un mito antiguo conserva un amante para él que iguala el secuestro y también tiene un aspecto vegetativo.[119] Una fuente romana dice que Plutón se enamoró con Leuce (Griego: Leuké, "Blanco"), la más bella de las ninfas, secuestrándola para vivir con él en su reino. Después de que acabara su larga vida, él hizo un monumento a su amor creando un árbol blanco en los Campos Elíseos. El árbol era el álamo blanco (Populus alba), cuyas hojas tienen una cara blanca y otra oscura, representando la dualidad entre el inframundo y el mundo superior.[120] Una corona de hojas de álamo blanco fue llevada por Heracles para marcar su ascenso del inframundo, una acción por la que era llevado por los iniciados[121] y los atletas campeones participantes en los juegos funerales.[122] Como otras plantas asociadas con Plutón, el alamo blanco se consideraba un anticonceptivo en la antigüedad.[123] Se debate la relación de este árbol y el ciprés blanco de los misterios.[124]

El casco de invisibilidad[]

La Biblioteca de Pseudo-Apolodoro usa el nombre de Plouton en vez de Hades en relación a la división tripartita de la soberanía, el secuestro de Perséfone y la visita de Orfeo al inframundo. Esta versión de la teogonía sigue mayoritariamente a Hesiodo, pero añade que los tres hermanos recibieron cada uno un regalo de los cíclopes para usar en su batalla contra los titanes: Zeus el trueno y el rayo; Poseidón un tridente; y Plutón un casco (kyneê)[125]

El casco que recibe Plutón es presumiblemente la gorro de invisibilidad (aidos kyneê), pero Biblioteca es la única fuente antigua que dice explícitamente que pertenecía a Plutón.[126] Se cree que el juego de palabras de aidos, "invisible", y Hades explica la atribución del casco al gobernante del inframundo, ya que ninguna narración antigua registra su uso o posesión. Autores posteriores como Rabelais (s. XVI) atribuyen el casco a Plutón.[127] Erasmus lo llama "casco de Orcus"<ref[Erasmus, Adagia 2.10.74 (Orci galea).</ref> usándolo para referirse a aquellos que ocultan su verdadera naturaleza por medio de un astuto dispositivo. Francis Bacon señala el uso proverbial: "el cascod e Plutón, que hace al hombre político volverse invisible, es secreto en el consejo y celeridad en la ejecución".[128]

Bidente[]

Hendrick Goltzius 003

Plutón sosteniendo un bidente en una xilografía de la serie Dioses y Diosas de Hendrick Goltzius (1588-89)

No se puede decir con certeza que alguna imagen antigua del gobernante del inframundo lo muestre con un bidente,[129] aunque la punta decorada de su cetro pudo ser malinterpretad en ocasiones como uno.[130] En el mundo romano, el bidente (de bi-, "dos"+ dent-, "dientes") era un apero agrícola. Puede representar también uno de los tres tipos de rayos portados por Júpiter, el equivalente romano de Zeus y el etrusco Tinia. La noción posterior de que el gobernante del inframundo usaba un tridente o bidente puede trazarse quizás a la línea de Hercules furens ("Hércules enfurecido") de Séneca, en el que Dis Pater, el equivalente romano de Plutón, usa su lanza de tres puntas para alejar a Hércules mientras intenta invadir el inframundo. Séneca llama a Dis el "Jove infernal"[131] o el "Jove calamitoso"[132] (El Jove que da calamidad o malos augurios, dirae), al igual que nene la tradición griega, Plouton a veces se identifica con un "Zeus ctónico". El tridente y el bidente pueden ser, de alguna manera, intercambiables, como sugiere un escoliasta bizantino, que menciona a Poseidón armado con un bidente.[133]

En la Edad Media, las figuras clásicas del inframundo empiezan a ser mostradas con horcas.[134] Los primeros escritores cristianos han identificado el inframundo clásico con el infierno, siendo sus habitantes demonios o diablos.[135] En el renacimiento, el bidente se convirtió en el atributo convencional de Plutón. En un influyente mural de techo mostrando la boda de Cupido y Psique, pintada por el taller de Rafael en la Villa Farnesina en 1517, Plutón se muestra sosteniendo un bidente, con Cerbero a su lado, mientras que Neptuno sostiene un tridente.[136] Quizás, influenciado por esta obra, Agostino Carraci mostró originalmente a Plutón con un bidente en su dibujo preparatorio para su pintura Plutón (1592), en la que el dios acabó sosteniendo su característica llave.[137] En Giove, Nettuno e Plutone (ca. 1597) de Caravaggio, un mural de techo basado en la alegoría alquímica, es Neptuno quien sostiene el bidente.[138]

En la literatura y filosofía griega[]

Locri Pinax Of Persephone And Hades

Perséfone y Plutón[139], o Hades[140] , en un pínax de Locri.

El nombre Plouton es usado por primera vez en la literatura griega en las obras atenienses. En la comedia de Aristófanes, Las ranas (Batrachoi, 405 a.C.), en que "el coloreado eleusianos es, de hecho, tan penetrante"[141], el gobernante del inframundo es uno de los personajes, bajo el nombre de Plouton. La obra muestra un falso simulacro al inframundo del dios Dionisio para traer de vuelta a uno de sus dramaturgos trágicos con la esperanza de recuperar la antigua gloria del teatro ateniense. Plutón es una presencia silenciosa en el escenario en torno a 600 líneas, presidiendo un concurso de dramaturgos, anunciando entonces que el ganador tiene el privilegio de volver al mundo superior.[142] La obra también toma creencias e imágenes de los cultos órficos y dionisiacos, y rituales pertenecientes a Pluto (Plutus, "riqueza").[143] En un fragmento de otra obra de Aristófanes, un personaje "está cantando cómicamente de los detalles excelentes de estar muerto", preguntando en mención a la tripartición de la soberanía del mundo:

Cita inicio¿Y dónde crees que Plutón toma su nombre [es decir, "rico"],
si no es porque tomó la mejor porción?
...
¿Cuán mejores son las cosas abajo que las que posee Zeus?[144]
Cita final

~ '


Para Platón, el dios del inframundo era "un agente en [el] beneficioso ciclo de la muerte y el renacimiento" mereciendo trabajar bajo el nombre de Plouton, un dador de riqueza espiritual.[145] En el diálogo Crátilo, Platón tiene a Sócrates explicando la etimología de Plouton, diciendo que Plutón da riqueza (ploutos), y su nombre significa "donación de la «riqueza» (ploûtos), dado que la riqueza sale de debajo de la tierra". Dado que el nombre Hades se interpreta como "el invisible", la gente teme lo que no puede ver; aunque se equivocan en la naturaleza del poder de esta deidad, dice Sócrates, "el oficio y el nombre del dios realmente no corresponden":

Cita inicioEste dios es un cumplido sofista y un gran bienhechor de quienes con él están. ¡Él, que tantos bienes envía a los de aquí: tan numerosos son los que le sobran allí! Conque, en razón de esto, recibió el nombre de Ploútōn. Al mismo tiempo, el no desear convivir con los hombres mientras tienen cuerpo; el convivir cuando el alma se halla purificada de todos los males y apetitos del cuerpo ¿no te parece que es propio de un filósofo y de quien tiene bien pensado que, de esta forma, podrá retenerlos encadenándolos con el deseo de virtud, pero que, mientras tengas el aturdimiento y locura del cuerpo, ni siquiera Cronos, su padre, podría retenerlos atándolos con las ligaduras 75 que le atribuye la leyenda?[146]Cita final

~ Platón - Crátilo


Dado que "la unión del cuerpo y el alma no es mejor que la pérdida"[147], la muerte no es un mal. Walter Burkert ve por lo tanto a Plutón como "dios de disolución"[148]. Entre los títulos de Plutón estaba Isodaitēs, "divididor en porciones iguales", un título que lo conecta con las diosas del destino, las Moiras.[149] Isodaités también era un título de culto de Dionisio y Helios.[150]

Disponiendo su ciudad ideal, Platón propuso un calendario en el que Plutón era honrado como benefactor del duodécimo mes, situándolo implícitamente como una de las doce principales deidades.[151] En el calendario ático, el duodécimo mes, más o menos equivalente a Junio, era esciroforión; el nombre puede estar conectado a la violación de Perséfone.[152]

Teogonías y cosmología[]

Evemerismo y latinización[]

En la teogonía de Evémero (siglo IV a.C.), los dioses eran tratados como gobernantes mortales cuyas hazañas fueron inmortalizadas por la tradición. Enio tradujo a Evémero al latín un siglo después, siendo un pasaje de su versión conservado por el escritor cristiano temprano Lactancio.[153] Aquí, la unión de Saturno (el equivalente romano de Crono) y Ops, una diosa itálica de la abundancia, produce a Júpiter (Griego: Zeus), Juno (Hera), Neptuno, Plutón y Glauce:

Cita inicioEntonces Saturno tomó a Ops como esposa. Titán, el hermano mayor, pidió la corona para sí. Vesta su madre, con sus hermanas Ceres [Deméter] y Ops, persuadieron a Saturno de no dar pie a su hermano en el asunto. Titán era menos atractivo que Saturno; por esa razón, y también porque él podía ver a su madre y hermanas trabajando para tenerlo así, concedió el reinado a Saturno, y llegó a un acuerdo con él: si Saturno tenía un varón, no sería criado. Esto se hizo para asegurar la reversión de la corona en los hijos de Titán. Entonces ellos mataron al primer hijo nacido de Saturno. Luego vinieron los gemelos, Júpiter y Saturno. Juno fue entregada a Saturno para que la viese, mientras que Júpiter fue quitado en secreto y dado a Vesta para que lo criara sin el conocimiento de Saturno. De la misma manera sin saberlo Saturno, Ops engendró a Neptuno y lo ocultó. En su tercer parto, Ops engendró un tercer par de gemelos, Plutón y Glauce (Plutón en latín es Dis Pater[154]; algunos le llaman Orcus). A Saturno le fue mostrada su hija Glauce pero su hijo Plutón fue oculto y retirado. Glauce entonces murió joven. Ese es el linaje, como escriben, de Júpiter y sus hermanos; así es como han pasado a nosotros en la sagrada escritura.Cita final

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En esta teogonía, que Enio introdujo en la literatura latina, Saturno, "Titán",[155] Vesta, Ceres y Ops son hermanos; Glauce es la gemela de Plutón que muere misteriosamente joven. Hay varias figuras mitológicas llamadas Glauce; la hermana de Plutón puede ser la Glauce que, en el relato de Cicerón de los tres aspectos de Diana, concibió el tercero con el igualmente misterioso Upis.[156] Esta es la genealogía para Plutón que Boccaccio usó en su Genealogia Deorum Gentilium y en sus lecturas explicando la Divina comedia de Dante.[157]

En el libro III de los Oráculos sibilinos, datando mayoritariamente del siglo II d.C., Rea da a luz a Plutón mientras pasa por Dodona, "donde fluían los caminos acuosos del río Europo, y el agua corría al mar, combinado con el río Peneo. Este también es llamado río Estigio".[158]

Sistemas órficos y filosóficos[]

Las teogonías órficas variaron notoriamente,[159] influyendo la cosmogonía órfica las distintas teogonías gnósticas de la antigüedad tardía.[160] La literatura clementina (siglo IV d.C.) conserva una teogonía con influencia órfica explícita que también toma de Hesiodo, produciendo una esfera generativa, el "huevo" del que nace la entidad órfica primitiva Fanes y se forma el mundo. La liberación de Fanes y su ascenso a la cumbre celestial del huevo-mundo causa que la materia restante en la esfera se asiente en relación al peso, creando el mundo tripartido de las teogonías tradicionales.

Cita inicioEn la parte inferior, el elemento más pesado, se hunde abajo, y es llamado Plutón por su gravedad, peso, y gran cantidad (pléthos) de materia. Tras la separación de este pesado elemento en la parte media del huevo el agua fluye unida, que llaman Poseidón. El elemento más puro y noble, el fuego, es llamado Zeus, porque su naturaleza es brillante (ζέουσα, zeousa). Vuela directo al aire, y eleva el espíritu, ahora llamado Metis, que quedaba en la humedad subyacente. Y cuando este espíritu ha alcanzado la cumbre del éter, es devorado por Zeus, que a su vez engendra la inteligencia (σύνεσις, sunesis), también llamada Pallas. Y por esta inteligencia artística, el artífice etéreo crea el mundo completo. Este mundo está rodeado de aire, que se extiende de Zeus, el éter muy caliente, a la tierra; este aire es llamado Hera.[161]Cita final

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Esta cosmogonía interpreta a Hesiodo alegóricamente, y el elemento más pesado no se identifica con la Tierra, sino como el inframundo de Plutón[162] (En la geoquímica moderna, el plutonio es el elemento primordial más pesado). Las supuestas etimologías se usan para dar sentido a la relación del proceso físico al nombre divino; Plouton se conecta aquí con pléthos (Abundancia).[163]

En el sistema estoico, Plutón es representado en las regiones más bajas del aire, donde según Séneca (siglo I d.C.), el alma sufre un tipo de purgatorio antes de ascender al éter.[164] El contemporáneo de Séneca, Cornuto, usó la etimología tradicional del nombre de Plutón para la teología estoica. Los estoicos creían que la forma de una palabra contenía la verdad original de su significado, que con el tiempo podía corromperse u ocultarse.[165] Plouton derivaba de ploutein, "ser rico", decía Cornuto, porque "todas las cosas son corruptibles y por lo tanto son «definitivamente consignadas a él como su propiedad»".[166]

En las tradiciones pitagóricas y neoplatónicas, Plutón fue alegorizado como la región donde se purificaban las almas, situada entre la Luna (como representaba Perséfone) y el Sol.[167] Los neoplatonistas interpretaban en ocasiones los misterios eleusinos como una fábula del fenómeno celestial:

Cita inicioLos autores cuentan la fábula de que Ceres era la madre de Proserpina, y que Proserpina mientras jugaba un día, fue violada por Plutón. Su madre la buscó con antorchas encendidas; y fue decretado por Júpiter que la madre debería tener a su hija quince días al mes, pero Plutón por el resto, los otros quince. Esto no es nada más que el nombre de Ceres solía significar la tierra, llamada Ceres en analogía con crees ("tú puedes crear"), porque todas las cosas son creadas de ella. Por Proserpina significa la Luna, y su nombre es una analogía con prope serpens ("crepitaciones cerca"), porque está más cerca de la tierra que los otros planetas. Ella es llamada la hija de la tierra, porque su sustancia tiene más de la tierra en ella que de los otros elementos. Por Plutón se entiende la sombra que a veces oculta la Luna.[168]Cita final

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Plouton Helios[]

Caravaggio Jupiter Neptune Pluto vertical

Júpiter, Neptuno y Plutón, mural de techo (ca. 1597) por Caravaggio

Una inscripción dedicatoria de Smyrma describe el santuario del siglo I-II a "Dios mismo" como el más exaltado de un grupo de seis deidades, incluyendo estatuas vestidas de Plouton Helios y Koure Selene, "Plutón el Sol" y "Kore la Luna".[169] El estado de Plutón y Kore como pareja divina está señalada por lo que el texto describe como una "cortina nupcial bordada en lino".[170] Los dos están situados como novia y novio en un templo cerrado, separados de las otras deidades veneradas en el santuario.

Plouton Helios se menciona en otras fuentes literarias en conexión con KOoure Selene y Helios Apollon; el Sol en su curso nocturno se veía en ocasiones como viajando por el inframundo en su retorno por el este. Apuleyo describe un rito en el que el Sol aparece a medianoche a los iniciados en las puertas de Proserpina; se ha sugerido que este Sol de medianoche peuda ser Plouton Helios..[171]

La inscripción de Smyrma tambien registra la presencia de Helios Apollon en el santuario. Como dos formas de Helios, Apolo y Plutón disponen una dicotomía:

Helios Apollon Plouton Helios
Uno Muchos
Claridad Invisibilidad
Brillo Oscuridad
Memoria Olvido[172]

Se ha discutido que el santuario estaba en la guarida de la sodalidad o "hermandad" pitagórica. La relación de las creencias órficas con la rama mística del pitagorismo, o de estos con el platonismo o neoplatonismo, es compleja y muy debatida.

Plutonius[]

Serapis

Serapis con la Luna y el Sol en una lámpara de aceite.

En la época helenística, el título o epíteto Plutonius se suele unir a los nombres de otras deidades. En el Corpus hermeticum[173], Júpiter Plutonius "gobierna sobre la tierra y el mar, y es él quien nutre a los seres mortales que tienen un alma y dan fruto".[174]

En la Alejandría ptolemaica, en el lugar de un oráculo onírico, Serapis fue identificado con Eón Plutonius.[175] Gilles Quispel conjeturó que esta figura resulta de la integración del Fanes órfico en la religión mitraica de Alejandría, y que "asegura la eternidad de la ciudad", donde el nacimiento de Eón era celebrado en el santuario de Kore el 6 de enero.[176] En Latín, Plutonius puede ser un adjetivo que significa simplemente "de o perteneciente a Plutón".[177]

Demiurgo neoplatónico[]

El neoplatonista Proclo (s. V d.C.) consideró a Plutón el tercer demiurgo, un demiurgo sublunar que también se identificaba con Poseidón y Hefesto. Esta idea está presente en el neoplatonismo renacentista, como en la cosmología de Marsilio Ficino (1433-1499),[178] que tradujo los textos órficos al latín para uso propio.[179] Ficino veía al demiurgo sublunar como "un sofista «policéfalo» daemónico, un mago, un encantador, un creador de imágenes y reflejos, un cambiaformas de sí mismo y de otros, un poeta en la manera de ser y no ser, un Plutón real". La figura demiúrgica identificada con Plutón también es "«un purificador de almas» que preside sobre la magia del amor y la generación y que usa el contra-arte para burlarse, pero también...para complementar, el arte icástico divino o realmente imitativo del sublime demiurgo translunar".[180]

En el arte y literatura occidental[]

Cristianización[]

Charun hammer Cdm Paris 2783

El etrusco Charun presidiendo una ejecución.

Los escritores cristianos de la antigüedad tardía buscaban desacreditar los dioses competidores de las religiones romanas y helenísticas, adoptando en ocasiones abordajes evemeristas, no interpretándolos como deidades sino como gente glorificada a través de historias y prácticas de culto, no siendo realmente deidades dignas de culto. Sin embargo, los dioses infernales mantuvieron su potencia, identificándose con el diablo y tratándose como fuerzas demoniacas por los apologistas cristianos.[181]

Una fuente de la repulsión cristiana hacia los dioses ctónicos era la arena. Los asistentes en traje divino, entre ellos "Plutón" que escoltaban los cuerpos que salían, eran parte de las ceremonias de los juegos de gladiadores.[182] Tertuliano llama a la figura con mazo normalmente identificado con el Charun etrusco, "el hermano de Jove",[183] es decir, Hades/Plutón/Dis, una indicación de que la distinción entre estos habitantes del inframundo se difuminaba en el contexto cristiano.[184] Prudencio, en su polémica poética contra el tradicionalista religioso Símaco, describe el ruedo como un lugar donde se cumplían los votos salvajes en un altar a Plutón (solvit ad aram/Plutonis fera vota) donde los gladiadores caídos eran sacrificios humanos a Dis y Charon recibía las almas como su pago, para delicia del Jove infernal (Iovis infernalis).[185]

Mitografía medieval[]

Las mitografías medievales, escritas en latín, continuaron la combinación de deidades griegas y romanas comenzadas por los propios antiguos romanos. Quizás porque en nombre de Plutón se usaba en ambas tradiciones, aparece ampliamente en estas fuentes latinas para el gobernante clásico del inframundo, que también se ve como la figura doble, aliada o adjunta al conocido, en la mitología cristiana, como el diablo, Satán o Lucifer. Las deidades clásicas del inframundo se volvieron casualmente intercambiables con Satán como personificación del infierno[186]. Por ejemplo, el Abbo Cernuus del siglo IX, el único testigo conservado del Asedio de París, llamó a los vikingos invasores "prole de Plutón".[187]

En el Little Book on Images of the Gods , Plutón es descrito como:

Cita inicioun intimidante personaje sentado en un trono de azufre, sosteniendo un cetro de su reino en la mano diestra, y con su zurda estrangulando un alma. Bajo sus pies el tricéfalo Cerbero mantiene una posición, y junto a él tiene tres harpías. De su trono dorado de azufre fluían cuatro ríos, que eran llamados, como era conocido, Lete, Cocito, Flegetonte y Aqueronte, afluentes del pantano Estigio.[188]Cita final

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Esta obra deriva del Tercer Mitógrafo Vaticano, posiblemente una de Albricus o Alberico, que suele presentar extensas alegorías y dedica sus capítulos más largos, incluyendo un excurso sobre la naturaleza del alma, a Plutón.[189]

Literatura medieval y renacentista[]

Dürer - Die Entführung auf dem Einhorn

El secuestro de Proserpina en unicornio (1516) de Durero.

En la Divina comedia (1308-1321) de Dante, Plutón preside sobre el cuarto círculo del infierno, en el que son condenado los codiciosos.[190] La forma italiana del nombre es Pluto, interpretada por algunos comentaristas[191] para referirse específicamente a Pluto como dios de la riqueza que preside sobre el tormento de aquellos que acumularon o despilfarraron en vida.[192] El Plutón de Dante se considera "el gran enemigo"[193] y pronuncia la línea famosamente impenetrable Papé Satàn, papé Satàn aleppe. Gran parte de este canto se dedica al poder de Fortuna de dar y quitar. La entrada del cuarto círculo está marcada por un giro descendente en el viaje del poeta, y el siguiente punto de referencia después de que él y su guía crucen el círculo del pantano Estigio, que pasan de camino a la ciudad de Dis (Italiano: Dite). La clara distinción entre Plutón y Dis de Dante sugiere que tenía a Pluto en mente cuando llamó al primero. La ciudad de Dis en la "ciudadela del infierno inferior" donde los muros están guarnecidos por ángeles caídos y Furias.[194] Plutón es tratado como una figura puramente satánica por el poeta italiano del siglo XVI Tasso en su Jerusalén liberada, en la que "gran Dis, gran Plutón" es invocado en la compañía de "todos vuestros demonios que yacen en el más profundo infierno".[195]

Influenciado por Ovidio y Claudiano, Geoffrey Chaucer (1343-1400)[196] desarrolló el mito de Plutón y Proserpina (el nombre latino de Perséfone) en la literatura inglesa. Como escritores medievales anteriores, Chaucer identifica el reino de Plutón con el infierno como un lugar de condena y tormento,[197] describiéndolo como "derk and lowe" ("oscuro y bajo").[198] Pero la apariencia principal de Plutón en las obras de Chaucer viene como un personaje de El cuento del comerciante, donde Plutón es identificado como "Kyng of Fayerye" ("Rey hada").[199] Como en el romance anónimo Sir Orfeo (ca. 1300), Plutón y Proserpina gobiernan sobre un mundo fantástico que fusiona el mito clásico y la |tierra de las hadas.[200] Chaucer hace que la pareja participe en la batalla cómica de los sexos y socava la imagen cristiana en la leyenda, que es la más sexualmente explícita de Chaucer.[201] El poeta escocés William Dunber (ca. 1503) también describió a Plutón como un ser sobrenatural popular, "the elrich incubus / in cloke of grene" (el misterioso íncubo en manto de verde"), que aparece entre los cortesanos de Cupido.[202]

El nombre Plutón para el gobernante clásico del inframundo fue adicionalmente establecido en la literatura inglesa por Arthur Golding, cuya traducción de la Metamorfosis (1565) de Ovidio fue de gran influencia para William Shakespeare,[203] Christopher Marlowe[204] y Edmund Spenser.[205][206] Golding traduce Dis como Plutón,[207] una práctica que prevalece entre traductores ingleses, a pesar del uso de John Milton del latino Dis en Paraíso perdido..[208] La percepción cristiana del inframundo clásico como el infierno influyó las prácticas de traducción de Golding; por ejemplo, la tenebrosa sede tyrannus / exierat ("el tirano [Dis] se ha ido de su reino sombrío") se convierte en "el príncipe de los demonios abandona su agujero oscuro".[209]

La corte de Plutón como escenario literario podía agrupar a una gran variedad de personajes. En el poema del siglo XIII de Huon de Méry, "El torneo del Anticristo", Plutón gobierna sobre una congregación de "dioses y semidioses clásicos, diablos bíblicos y cristianos malvados".[210] En la alegoría onírica del siglo XV, La reunión de los dioses, las deidades y personificaciones están "vestidas como la nobleza medieval"[211] disfrutando de la magnificencia de su "señor Plutón", que está vestido con una "red humeante" y apestando a azufre.[212]

A través del renacimiento, las imágenes e ideas de la antigüedad clásica entraron en la cultura popular a través de un nuevo medio de la pintura y a través de desfiles y otras actuaciones publicas en los festivales. El Fête-Dieu en Aix-en-Provence en 1462 muestra personajes vestidos como distintas deidades clásicas, incluido Plutón,[213] y Plutón era el tema de siete desfiles presentados como parte del festival de la víspera de San Juan en 1521 en Londres.[214] Durante el siglo XV, no hubo un tema mitológico que se representara en el escenario más que el descenso de Orfeo, con la corte de Plutón inspirando el escenario fantástico.[215] Leonardo da Vinci diseñó un dispositivo con una montaña rotatoria que se abría para revelar a Plutón emergiendo del inframundo; los dibujos sobreviven, siendo la base para la recreación moderna.[216]

Ópera y ballet[]

Jean Raoux – Orpheus and Eurydice

Orfeo y Eurídice (1718–20) de Raoux, con Plutón y Proserpina liberando a la pareja.

El trágico descenso del héroe-músico Orfeo al inframundo para recuperar a su esposa y su actuación en la corte de Plutón y Proserpina, ofrecía un material irresistible para los libretistas y compositores de ópera y ballet. Plutón también aparece en obras basadas en otros mitos clásicos del inframundo. Como papel de canto, Plutón siempre es representado por una voz de bajo, con el bajo rango vocal representando las profundidades y peso del inframundo, como en L'Orfeo (1607) e Il ballo delle ingrate (1608) de Monteverdi y Rinuccini. En su ballo, una forma de ballet con números vocales, Cupido invoca a Plutón del inframundo para reclamar a las mujeres "ingratas" que eran inmunes al amor. La parte de Plutón se considera particularmente virtuosa,[217] describiendo un crítico en la première el personaje, que apareció desde un infierno ardiente, como "formidable e increíble a la vista, con vestimentas entregadas por los poetas, pero cargado con oro y joyas".[218]

La función de Plutón está escrita como un bajo para Eurídice (1600) de Peri;[219] Eurídice (1602) de Caccini; Orfeo (1642) De Rossi; Il pomo d'oro (1668) de Cesti;[220] Orfeo (1672) de Sartori; Alceste, a tragédie en musique (1674) de Lully;[221] la ópera de cámara La descente d'Orphée aux enfers (1686) de Charpentier;[222] Orpheus (1726) de Telemann; e Hippolyte et Aricie (1733) de Rameau.[223] Plutón era un baritono en Proserpina (1680) de Lully, que incluye a un dúo dramatizando el conflicto entre la pareja real del inframundo, que destaca por su temprano uso de la caracterización musical.[224] Quizás la más famosa de las óperas de Orfeo es la satírica Orphée aux enfers (1858)[225] de Offenbach, en el que el tenor canta el papel de Plutón, disfrazado en la enrevesada trama como Aristée (Aristeo), un granjero.

Las escenas dispuestas en el reino de Plutón se orquestaron con la instrumentalización que se volvió convencionalmente "infernal", establecida por L'Orfeo de Monteverdi con dos cornetas, tres trombones, un fagot y un regal.[226]

Plutón se ha mostrado como un papel en el ballet. En el interludio "Ballet de los siete planetas" de Lully de la ópera Ercole amante ("Hércules enamorado") de Cavalli, el propio Luis XIV bailó como Plutón y otros personajes; fue un fracaso espectacular.[227] Plutón apareció en la perdida La descente d'Orphée aux Enfers (década de 1760) de Noverre. Gaétan Vestris bailó el papel del dios en Orefeo ed Euridice (1763) de Florian Deller.[228] La Perséfone coreografiada por Robert Joffrey (1952) estaba basada en la línea de André Gide (rey de inviernos, el Plutón infernal".[229]

Bellas artes[]

Rembrandt - The Rape of Proserpine - Google Art Project

Secuestro de Proserpina (ca. 1631) de Rembrandt

El secuestro de Proserpina por Plutón era una escena del mito más representada por los artistas, siguiendo normalmente la versión de Ovidio. El influyente libro de emblemas Iconología de Cesare Ripa (1593, segunda edición en 1603) presenta la figura alegórica de Violación con un escudo en el que se muestra el secuestro.[230] Jacob Isaacsz. van Swanenburg, el primer profesor de Rembrandt, imitó a Ovidio al mostrar a Plutón como objetivo de la flecha de Cupido, mientras Venus observa el desarrollo de su plan (localización desconocida de la pintura). El tratamiento de la escena por Rubens es similar. Rembrandt incorpora la caracterizaciones más apasionadas de Claudiano.[231] La actuación de Orfeo en la corte de Plutón y Proserpina también es un tema popular.

Los principales artistas que produjeron obras de Plutón son:

  • Durero, Secuestro de Proserpina en un unicornio (1516), aguafuerte. El primer biógrafo inglés de Durero llamó a esta obra "una extraña idea salvaje" que "produce la impresión más incómoda y estremecedora en el espectador".[232] El origen o importancia del unicornio como forma de transporte no está clara; El dibujo preparatorio de Durero mostraba un caballo convencional. Plutón parece presentarse de manera que recuerda al líder de la cacería salvaje.[233]
  • Caravaggio, Júpiter, Neptuno y Plutón (Italiano: Giove, Nettuno e Plutone, ca. 1597), un mural de techo diseñado para verse desde abajo, de ahí la inusual perspectiva. Caravaggio creó la obra para una habitación adyacente a la destilería alquímica del cardenal Francesco Maria Del Monte, su patrón más importante. Los tres dioses flotan en torno a un globo translúcido que representa el mundo: Júpiter con su águila, Neptuno sosteniendo un bidente y Plutón acompañado por un caballo gris azulado y Cerbero, que recuerda a un border collie tricéfalo más que a un sabueso infernal. Además de personificar los elementos clásicos del aire, agua y tierra, las tres figuras representan "una alegoría de la ciencia aplicada de la alquimia".[138]
  • Jan Brueghel el viejo, Orfeo ante Plutón y Proserpina (1604), pintura.[234]
  • Bernini, Plutón y Proserpina (1621-1622), también conocido como La violación de Proserpina, escultura con un Cerbero mirando en tres direcciones distintas.[235]
  • Rembrandt, Secuestro de Proserpina (ca. 1631), pintura influenciada por Rubens (por el grabado de su estudiante Pieter Soutman).[236] El Plutón leonino de Rembrandt influenciado por la descripción de Claudiano del dios como un león rabioso.[237]

Literatura moderna[]

Tras el renacimiento, el interés literario en el mito del secuestro disminuyó hasta el resurgimiento del mito clásico entre los románticos. La obra de mitógrafos como J.G. Frazer y Jane Ellen Harrison ayudó a inspirar la recreación de mitos en términos modernos por los escritores victorianos y modernistas. En Tess, la de los d'Urberville (1891), Thomas Hardy representa a Alex d'Urberville como "una grotesca parodia de Plutón/Dis" ejemplificando la cultura victoriana tardía de dominación masculina, en el que a las mujeres se les asignaba "una ruptura sin fin...en la rueda de la reproducción biológica".[238] En The Lost Girl de D.H. Lawrence se encuentra una figura similar, donde el personaje Ciccio[239] actúa como Plutón para la Perséfone de Alvina, "la mortalmente perdida novia...paradójicamente obliterada y vitalizada al mismo tiempo por el contacto con Plutón/Dis" en "un preludio al gran diseño del renacimiento". La oscuridad de Plutón es tanto fuente de regeneración como de "aniquilación inmisericorde".[240] Lawrence toma el tema en otras partes de su obra; en The First Lady Chatterley (1926, una versión temprana de El amante de Lady Chatterley), Connie Chaterley se ve a sí misma como Perséfone y declara "que prefiere casarse con Plutón que con Platón", considerando a su terrenal amante guardabosques como el primero y su esposo escupidor de filosofía como el segundo.[241]

Serie de Percy Jackson[]

En la serie de fantasía para jóvenes adultos de Rick Riordan, Los héroes del Olimpo, el personaje Hazel Levesque es la hija de Plutón, dios de las riquezas. Es uno de los siete personajes con un padre de la mitología clásica. En El hijo de Neptuno, el segundo volumen de la serie, Riordan describe a Plutón como "mola...Simplemente tuvo mala suerte cuando los dioses se dividieron el mundo...A Júpiter le tocó el cielo, a Neptuno el mar, y a Plutón el pozo", pero adquirió su identidad como dios de la riqueza entre los romanos, junto con un nuevo nombre.[242]

Referencias[]

  1. William Hansen, Classical Mythology: A Guide to the Mythical World of the Greeks and Romans (Oxford University Press, 2005), p. 182.
  2. Hansen, Classical Mythology,, p. 180.
  3. Hansen, Classical Mythology, pp. 180–181.
  4. Hansen, Classical Mythology, p. 182, hace la distinción.
  5. Lewis Richard Farnell, The Cults of the Greek States (Clarendon Press, 1907), vol. 3, p. 281.
  6. ., Hesiodo. «Catalogo de los héroes», Teogonía, pp. 11. Consultado el 9 de noviembre de 2017.
  7. ., Homero. «Canto V», Odisea. Consultado el 9 de noviembre de 2017. «Así, cuando Deméter, de hermosas trenzas, cediendo a su impulso, se unió en amor y lecho con Jasión en campo tres veces labrado.»
  8. Athanassakis, Hesiodo, p. 56.
  9. Emily Vermeule, Aspects of Death in Early Greek Art and Poetry (University of California Press, 1979), pp. 37, 219; Hendrik Wagenvoort, "The Origin of the Ludi Saeculares," in Studies in Roman Literature, Culture and Religion (Brill, 1956), p. 198.
  10. ., Hesiodo. «Libro II», Los trabajos y los días. Consultado el 9 de noviembre de 2017.
  11. Hansen, Classical Mythology, pp. 162 y 182, Citando la Iliada 9.158–159 de Homero. Eufenismo es una manera característica de hablar de figuras divinas asociadas con los muertos y el inframundo; Joseph William Hewitt, "The Propitiation of Zeus," Harvard Studies in Classical Philology 19 (1908), p. 66, considera el eufenismo una forma de propiciación.
  12. Platón, Crátilo 403a; Glenn R. Morrow, Plato's Cretan City: A Historical Interpretation of the Laws (Princeton University Press, 1993), pp. 452–4.53
  13. Fernando Navarro Antolin, Lygdamus: Corpus Tibullianum III.1–6, Lygdami Elegiarum Liber (Brill, 1996), pp. 145–146.
  14. Charlotte R. Long, The Twelve Gods of Greece and Rome (Brill, 1987), p. 179; Phyllis Fray Bober, “Cernunnos: Origin and Transformation of a Celtic Divinity,” American Journal of Archaeology 55 (1951), p. 28, examples in Greek and Roman art in note 98; Hewitt, "The Propitiation of Zeus," p. 65.
  15. Tsagalis, Inscribing Sorrow, pp. 101–102; Morrow, Plato's Cretan City, pp. 452–453; John J. Hermann, Jr., "Demeter-Isis or the Egyptian Demeter? A Graeco-Roman Sculpture from an Egyptian Workshop in Boston" in Jahrbuch des Deutschen Archäologischen Instituts 114 (1999), p. 88.
  16. Pluto Latine est Dis pater, alii Orcum vocant ("En Latín, Plutón es Dis Pater, otros lo llaman Orcus"): Enio, Euhemerus frg. 7 en la edición de Vahlen = Var. 78 = E.H. Warmington, Remains of Old Latin (Heinemann, 1940), vol. 1, p. 421. El augusto Horacio retiene la forma griega acusativa del nombre (Plutona en vez del latín Plutonem) en Carmen 2.14.7, como señala John Conington, P. Vergili Maronis Opera (London, 1883), vol. 3, p. 36.
  17. H.D. Jocelyn, The Tragedies of Ennius (Cambridge University Press, 1967), p. 331, con mención a Kurt Latte, Römische Religionsgeschichte (C.H. Beck, 1967, 1992), p. 246ff.
  18. Cicerón, De natura deorum 2.66, traducción de John MacDonald Ross (Penguin Books, 1972): Terrena autem vis omnis atque natura Diti patri dedicata est, qui dives, ut apud Graecos Πλούτων quia et recidunt omnia in terras et oriuntur e terris.
  19. Estrabón 3.2.9, citando a Posidonio como su fuente, que a su vez cita a Demetrio de Falero sobre la mina de plata de Ática, donde "la gente cava tan enérgicamente como si esperaran sacar al propio Plutón" (Traducción de Loeb Classical Library, en la edición LacusCurtius). El mitógrafo del siglo XVI Natale Conti describe el imperio de Plutón como las españas y todos los lugares que limitan el Sol poniente" (Mythologiae 2.9, edición de 1651, p. 173; cf. Strabón 3.12).
  20. Luciano, Sobre el luto (ver Greek text); Peter Bolt, Jesus' Defeat of Death: Persuading Mark's Early Readers (Cambridge University Press, 2003) discute este pasaje (pp. 126–127) y las ideas grecorromanas del inframundo como un contexto para la escatología cristiana passim.
  21. Noel Robertson, Religion and Reconciliation in Greek Cities: The Sacred Laws of Selinus and Cyrene (Oxford University Press, 2010), p. 102, citando pasajes de los Himnos órficos, en el que Plouton es el nombre del gobernante y Hades el lugar.
  22. Hewitt, "The Propitiation of Zeus," p. 74, asegura que "Zeus Catachthonius parece con certeza ser Plutón." Otras deidades a quienes se les asignaba el título Katachthonios eran Deméter, Perséfone y las Furias; Eugene Lane, "The Epithets of Men," Corpus monumentorum religionis dei Menis: Interpretation and Testimonia (Brill, 1976), vol. 3, p. 77, citando la entrada sobre Katachthonioi en Roscher, Lexikon II, i, col. 998ff.
  23. Marciano Capella, De Nuptiis 2.161.
  24. Marciano Capella, De nuptiis 2.149; Isidoro de Sevilla, Etymologies 5.33.4; Servio, nota a Georgics 1.43 de Virgilio (Virgilio se niega a nombrar el dios); John Lydus, De mensibus 4.25.
  25. Plutarco, De Iside 27 (361e): "De hecho, los hombres aseguran que Plutón no es más que Serapis y que Perséfone es Isis, incluso como dijo Arquémaco de Euboea, y también Heráclides Póntic que sostiene el oráculo en Canopo, Egipto como el oráculo de Plutón" (Traducción de Loeb Classical Library de 1936, edición LacusCurtius). También escrito Sarapis. Ver Jaime Alvar, Romanising Oriental Gods: Myth, Salvation, and Ethics in the Cults of Cybele, Isis, and Mithras, traducido por Richard Gordon (Brill, 2008), pp. 53 online y 58; Hermann, "Demeter-Isis or the Egyptian Demeter?", p. 84.
  26. Eusebio, Praeparatio Evangelica 1.10.34, atribuyendo su visión al autor fenicio semi-legendario Sanjuniatón a través de Filón de biblos. Además de asegurar que Mut era equivalente tanto a Tátanos (Muerte personificada) como Plutón, Filón dijo que él era el hijo de Crono y Rea. Ver entrada sobre "Mot," Dictionary of Deities and Demons in the Bible, editada por Karel van der Toorn, Bob Becking y Pieter Willem van der Horst (William B. Eerdmans Publishing, 1999, 2nd ed.), p. 598, y Religions of the Ancient World: A Guide, editada por Sarah Iles Johnston (Harvard University Press, 2004), p. 479. La cosmogonía de Filón resumida por Eusebio tiene similitudes con las de Hesiodo y las órficas; Filón dijo que estas eran reinterpretaciones de las creencias "fenicias" por los griegos.
  27. Hansen, Classical Mythology, p. 182.
  28. Diane Rayor, The Homeric Hymns (University of California Press, 2004), pp. 107–109.
  29. Christos Tsagalis, Inscribing Sorrow: Fourth-century Attic Funerary Epigrams (Berlin: Walter de Gruyter, 2008), pp. 101–102.
  30. Las fuentes usadas para preparar este artículo suelen referirse a Biblioteca de Pseudo-Apolodoro como Biblioteca de Apolodoro. Los estudios recientes prefieren ver la autoría de la obra como anónima.
  31. Higino, Fabulae 146. El mitógrafo de la antigüedad tardía Fulgencio también llama al gobernante del inframundo Plutón, una práctica continuada por mitógrafos medievales.
  32. Andrew D. Radford, The Lost Girls: Demeter-Persephone and the Literary Imagination, 1850–1930 (Editions Rodopi, 2007), p. 24. Para una comparación ampliada de los dos tratamientos de Ovidio para el mito, con menciones a ambas versiones como el Himno homérico a Deméter, ver Stephen Hinds, The Metamorphosis of Persephone: Ovid and the Self-Conscious Muse (Cambridge University Press, 1987), limited preview online.
  33. En el libro VI de la Eneida (la catábasis de Eneas), Virgilio también nombra al gobernante del inframundo con más frecuencia como Dis que como Plutón.
  34. Ver también, por ejemplo, J.J.L. Smolenaars, Statius. Thebaid VII: A Commentary (Brill, 1994), passim, o John G. Fitch, Seneca's 'Hercules Furens' (Cornell University Press, 1987), passim, donde el gobernante del inframundo es referido como "Plutón" en el comentario inglés, pero como "Dis" u otros epítetos en los textos latinos.
  35. Radford, The Lost Girls, p. 22 et passim.
  36. Natale Conti observa (Mythologiae 2.9, edición de 1651, p. 174) que antes del secuestro, Plutón era el único soltero sin hijos entre los dioses (solus omnium deorum coelibem et filiis carentem vitam traduceret). La ninfa Mente era la concubina (pallakis, Estrabón 8.3.14) del gobernante del inframundo bajo el nombre de Hades, pero ninguna fuente antigua registra a Plutón en esta función; Sin embargo, Conti describe a Mente (Menthe) como la pellex de Plutón.
  37. Fragmentos órficos 197 andy 360 (edición de Kern) e Himnos órficos 70, as cited by como cita Helene P. Foley, Hymn to Demeter (Princeton University Press, 1994), p. 110, note 97.
  38. Himno órfico 71.
  39. Robertson, Religion and Reconciliation in Greek Cities, p. 102. Robertson sostiene que en la tradición órfica, las Euménides se distinguían de las Furias (Griego: Erínias). Virgilio combina las Euménides y las Furias, y en otras partes dice que Noche (Nix) es su madre. Proclo, en su comentario sobre Crátilo de Platón, proporciona pasajes de las Rapsodias órficas que dan dos genealogías diferentes de las Euménides, una convirtiéndolas en descendencia de Perséfone y Plutón (o Hades) y la otra hablando de una profecía por la que fueron nacidas de Perséfone y Apolo. (Robertson, Religion and Reconciliation, p. 101).
  40. Virgilio, Eneida 7.327: odit et ipse pater Pluton ... monstrum.
  41. Foley, Hymn to Demeter, p. 110.
  42. Justino Martir, Apología 2.5; ver discusión del contexto por David Dawson, Allegorical Readers and Cultural Revision in Ancient Alexandria (University of California Press, 1992), pp. 193–194.
  43. Hesiquio, entrada de lexicón sobre Ἰσοδαίτης (Isodaitês), 778 en la edición de 1867 de Schmidt.
  44. David Scott Wilson-Okamura, Virgil in the Renaissance (Cambridge University Press, 2010), p. 169, citando Boccaccio, Genealogia deorum gentilium 8.6; ver también la traducción italiana de 1644, p. 130. Boccaccio cita a Servio como su fuente, añadiendo que Teodoncio nombra a la hija de Plutón como Reverentia y dice que está casada con Honos ("Honor") Macaria "bienaventurada", era la hija de Hades según Suda.
  45. "Del espeluznante Plutón hija era": Edmund Spenser, The Faerie Queene, I.iv.11.1, como señala G.W. Kitchin, Book I of The Faery Queene (Oxford: Clarendon Press, 1879, 9th ed.), p. 180. En la alegoría del siglo XV La reunión de los dioses (líneas 601-602), la figura del Vicio personificado es el hijo bastardo de Plutón.re of Vice personified is the bastard son of Pluto.
  46. A.C. Hamilton, The Spenser Encyclopedia (University of Toronto Press, 1990, 1997), p. 351, señalando que Hécate es llamada un "phosphor", portadora de luz, por Eurípides, Helen 569. El títuloPhosphoros es uno común para Hécate; Sarah Iles Johnston, Restless Dead: Encounters between the Living and the Dead in Ancient Greece (University of California Press, 1999), p. 206.
  47. Douglas Brooks-Davies, entrada sobre "Mysteries" en The Spenser Encyclopedia, pp. 486–487.
  48. Claude Calame, "The Authority of Orpheus, Poet and Bard: Between Tradition and Written Practice," en Allusion, Authority, and Truth: Critical Perspectives on Greek Poetic and Rhetorical Praxis (De Gruyter, 2010), p. 16.
  49. As accurately reflected by the translation of Michael Simpson, Gods and Heroes of the Greeks: The Library of Apollodorus (University of Massachusetts Press, 1976), pp. 13–15. Apolodoro llama consistentemente al gobernante del inframundo Plouton durante toda la obra, incluyendo los mitos de su nacimiento, la división tripartita de la soberanía del mundo y el secuestro.
  50. Geoffrey Miles, Classical Mythology in English Literature: A Critical Anthology (Routledge, 1999), p. 54ff.
  51. Horacio, Carmen 2.14.6–7, inlacrimabilem Plutona (Greek accusative instead of Latin Plutonem).
  52. A.S.P. Woodhouse et al., A Variorum Commentary on the Poems of John Milton (Columbia University Press, 1972), p. 327.
  53. En el diálogo Amatorius (Ἐρωτικός) 20, Plutarco dice que solo el dios Hades oye a su Eros: el clasicista del siglo XVII Daniel Clasen, traduciendo la Moralia al latín, da el nombre del dios como Plutón, y su obra mitográfica Theologia gentilis 2.4.6 incluye esta cualidad en su capítulo sobre Plutón; ver Thesaurus graecarum antiquitatum (Leiden, 1699), vol. 7, 104.
  54. Luciano, Dialogues of the Dead 23 (Traducción inglesa de la edición de 1820 de William Tooke; Jan Kott, The Eating of the Gods (Northwestern University Press, 1987), pp. 95–97. En ocasiones se ha mencionado el diálogo de Luciano como modelo para la pérdida prematura del amor entre un hombre activo muerto súbitamente y su joven esposa; ver por ejemplo Alfred Woltmann, Holbein and His Times (London, 1872), p. 280, y A.P. Russell, In a Club Corner: The Monologue of a Man Who Might Have Been Sociable (Houghton, Mifflin, 1890), pp. 78–79. El diálogo también ha servido para burlesque de la domesticidad; Betrand A. Goldgar, Henry Fielding: Miscellanies (Wesleyan University Press, 1993), vol. 2, p. xxxviii.
  55. Tsagalis, Inscribing Sorrow, p. 102. Este cambio pudo haber pasado tan pronto como el siglo VI. La prueba más antigua de la asimilación de Hades y Ploutos/Plouton es una fiale del pintor Duris, datada del ca. 490 a.C., según Jan N. Bremmer, "W. Brede Kristensen and the Religions of Greece and Rome," en Man, Meaning, and Mystery: Hundred Years of History of Religions in Norway. The Heritage of W. Brede Kristensen (Brill, 2000), pp. 125–126. Un punto de variado énfasis sobre si la idea de Plouton como dios de la riqueza fue un desarrollo tardío o una parte inherente de su naturaleza, debiendo el almacenamiento subterráneo del grano en el pithos, que también se usaba como enterramiento. Para un resumen de estos temas, ver Cora Angier Sowa, Traditional Themes and the Homeric Hymns (Bolchazy-Carducci, 1984, 2005), p. 356, note 105.
  56. Morrow, Plato's Cretan City, p. 452; Long, The Twelve Gods, p. 154.
  57. Farnell, The Cults of the Greek States, p. 281.
  58. Long, The Twelve Gods, p. 179. Dos inscripciones de Ática registran los nombres de los individuos que participaron en distintas época: Inscriptiones Graecae II21933 y 1934, como cita Robert Develin, Athenian Officials, 684–321 B.C. (Cambridge University Press, 1989, 2003), p. 417.
  59. Nicholas F. Jones, The Associations of Classical Athens: The Response to Democracy (Oxford University Press, 1999), p. 125, citing IG II21363, dating ca. 330–270; Karl Kerényi, Eleusis: Archetypal Image of Mother and Daughter (Princeton University Press, 1967), pp. 110–111.
  60. Tsagalis, Inscribing Sorrow, pp. 101–102.
  61. Fritz Graf y Sarah Iles Johnston, Ritual Texts and the Afterlife (Routledge, 2007), primera página (no numerada).
  62. La frase recurrente "casa de Hades" (῾Αΐδαο δόμος) puede leerse ambiguamente tanto como el ser divino como el lugar. En la numeración de Graf y Johnston, Ritual Texts and the Afterlife, "casa de Hades" aparece en la tablilla 1, línea 2 (Hiponio, Calabria, Magna Graecia, ca. 400 BC), que se refiere de nuevo a Hades como lugar ("qué estás buscando en la oscuridad del turbio Hades", línea 9), que el rey del inframuno (ὑποχθονίοι βασιλεϊ, hypochthonioi basilei) aludió en la línea 13; Tablilla 2, linea 1 (Petelia, present-day Strongoli, Magna Graecia, siglo IV BC); y tablilla 25 (Farsala, Tesalia, 350–300 a.C.). Hades también es discernible en la "cuidadosamente inscrita" tablilla 38 de una tumba de la época helenística en Agios Athanasios, cerca de Tesalónica.
  63. Kevin Clinton, Myth and Cult: The Iconography of the Eleusinian Mysteries (Stockholm, 1992), p. 111,observando su presentación en el arte contrasta con las fuentes literarias anteriores.
  64. Giovanni Casadio and Patricia A. Johnston, "Introduction", Mystic Cults in Magna Graecia (University of Texas Press, 2009), p. 21.
  65. Tsagalis, Inscribing Sorrow, p. 101.
  66. Tablillas 15 (Eleutera 6, siglos I/II a.C.) y 17 (Rétino 1, del imperio romano temprano, 25–40 d.C.), de Creta, en la numeración de Graf y Johnston.
  67. A veces leído como "padre", como en la traducción dada por Alberto Bernabé y Ana Isabel Jiménez San Cristóbal, Instructions for the Netherworld: The Orphic Gold Tablets (Brill, 2008), p. 84.
  68. Παρὰ Φερσεφόνει Πλούτωνί τε: Tsagalis, Inscribing Sorrow, pp. 100–101. Tsagalis discute esta discusión en luz de Homeric Hymn to Demeter y las Temosforias..
  69. La entrada de Hesiquio dice: Εὐβουλεύς (sch. Nic. Al. 14) · ὁ Πλούτων. παρὰ δὲ τοῖς πολλοῖς ὁ Ζεὺς ἐν Κυρήνη (Eubouleus: ho Ploutôn. para de toîs polloîs ho Zeus en Kyrene), 643 (Schmidt).
  70. Kevin Clinton, "The Mysteries of Demeter and Kore," in A Companion to Greek Religion (Wiley-Blackwell, 2010), pp. 347–353.
  71. Lewis Richard Farnell, The Cults of the Greek States, vol. 3, p. 145.
  72. Euboulos aquí puede ser un título de culto y no el nombre del dios Eubuleo; en otras partes es un epíteto del dios del mar Nereo, perfecto por su conocimiento de la verdad y la justicia, y en su propio himno órfico el guardián de las "raíces" del mar. Ver Píndaro Oda pítica 3.93; Hesiodo, Teogonía 233–236; Himno órfico 23; Athanassakis, Hesiodo, p. 52; Pierre Bonnechere, "Trophonius of Lebadea: Mystery Aspects of an Oracular Cult in Boeotia," en Greek Mysteries: The Archaeology and Ritual of Ancient Greek Secret Cults (Routledge, 2003, 2005), p. 188.
  73. Las traducciónes de los Himnos órficos a Plutónson de Apostolos N. Athanassakis, The Orphic Hymns (Scholars Press, 1977).
  74. Act of Thomas 50, como cita y discute Susan E. Myers, Spirit Epicleses in the Acts of Thomas (Mohr Siebeck, 2010), p. 174.
  75. Hans Dieter Betz, The Greek Magical Papyri in Translation (University of Chicago Press, 1986, 1992), passim; John G. Gager, Curse Tablets and Binding Spells from the Ancient World (Oxford University Press, 1992), p. 12 (examples invoking Pluto pp. 99, 135, 143–144, 207–209) and passim on Hades.
  76. Bolt, Jesus' Defeat of Death, p. 152; John Scheid, "Sacrifices for Gods and Ancestors", in A Companion to Roman Religion (Blackwell, 2007), p. 264.
  77. Daniel Ogden, Magic, Witchcraft, and Ghosts in the Greek and Roman Worlds (Oxford University Press, 2002), p. 212, presenta una traducción inglesa de la maldición.
  78. Gager, Curse Tablets, p. 131,con traducciones en ambas tablillas y nota 35.
  79. Derek Collins, Magic in the Ancient Greek World (Blackwell, 2008), p. 73.
  80. Esther Eidinow, "Why the Athenians Began to Curse," in Debating the Athenian Cultural Revolution: Art, Literature, Philosophy and Politics 430–380 BC (Cambridge University Press, 2007), p. 50; Ogden, Magic, Withcraft, and Ghosts, p. 212.
  81. Bernard Dietrich, "The Religious Prehistory of Demeter's Eleusinian Mysteries," in La soteriologia dei culti orientali nell' Impero Romano (Brill, 1982), p. 454.
  82. Robertson, Religion and Reconciliation, p. 163 online, citando IG 13356.155 and IG 221672.140; see also The Sanctuary of Demeter and Kore: Topography and Architecture (American School of Classical Studies, 1997), p. 76, nota 31.
  83. Estrabón 14.1.44; "Summaries of Periodicals," American Journal of Archaeology 7 (1891), p. 209; Hewitt, "The Propitiation of Zeus," p. 93.
  84. Frederick E. Brenk, "Jerusalem-Hierapolis. The Revolt under Antiochos IV Epiphanes in the Light of Evidence for Hierapolis of Phrygia, Babylon, and Other Cities," en Relighting the Souls: Studies in Plutarch, in Greek Literature, Religion, and Philosophy, and in the New Testament Background (Franz Steiner, 1998), pp. 382–384, citando a Focio, Vida de Isidoro 131 sobre el sueño.
  85. Christiane Sourvinou-Inwood, "Reconstructing Change: Ideology and the Eleusinian Mysteries," en Inventing Ancient Culture: Historicism, Periodization and the Ancient World (Routledge, 1997), p. 137; Georg Luck, Arcana Mundi: Magic and the Occult in the Greek and Roman Worlds (Johns Hopkins University Press, 1985, 2006, 2nd ed.), p. 505.
  86. Estrabón C244–6, as cited by Daniel Ogden, Magic, Witchcraft, and Ghosts in the Greek and Roman Worlds: A Sourcebook (Oxford University Press, 2002), pp. 190 –191.
  87. Kevin Clinton, Myth and Cult: The Iconography of the Eleusinian Mysteries (Stockholm, 1992), pp. 105. Como señala Clinton (p. 107), el Lexicon Iconographicum Mythologiae Classicae no distingue entre Hades y Plouton, y combina pruebas de ambos en una sola entrada. El único vaso en marcar el Theos Eleusino con una inscripción es un dinos de figuras rojas en la colección de J. Paul Getty Museum, atribuida al pintor Sileo. La principal escena es la salida de Triptólemo, con Deméter en la izquierda y Perséfone como Pherephata ([Φε]ρ[ε]φάτα) a la derecha. Theos viste un himatión sobre una túnica adornada con dobladillos (Clinton, p. 106).
  88. Catherine M. Keesling, "Endoios's Painting from the Themistoklean Wall: A Reconstruction," Hesperia 68.4 (1999), p. 544, nota 160.
  89. Clare Robertson et al., Drawings by the Carracci from British Collections (Ashmolean Museum, 1996), p. 35.
  90. Pausanías 5.20.
  91. Natale Conti, Mythologiae 2.9, edición de 1651, pp. 173–174.
  92. Sófocles, Edipo en Colono ("apadrinan venerandas iniciaciones de los mortales a quienes oprime la lengua, áurea llave de sacerdotes eumólpidas,"), como cita Jane Ellen Harrison, introducción a Mythology and Monuments of Ancient Athens, una traducción de Pausanías por Margaret de G. Verrall (London, 1890), pp. liv–lv. No está claro si se refiere a una llave literal o a una lamella dorada.
  93. Robert Turcan, Les religions de l'Asie dans la vallée du Rhône (Brill, 1972), p. 26.
  94. Turcan, Les religions de l'Asie, pp. 23–26. Tanto Perséfone (como Persephassa y "Kore fuera del Tártaro") y Anubis son portadores de llaves a través del Papiro mágico. Jesucristo, como conquistador de la muerte y Hades, sostiene llaves en en Libro del Apocalipsis 1:18; ver Walter A. Elwell and Philip W. Comfort, Tyndale Bible Dictionary (Tyndale, 2001), p. 561.
  95. Para notas extensas sobre Aiakos, ver Radcliffe Guest Edmonds, Myths of the Underworld Journey: Plato, Aristophanes, and the 'Orphic' Gold Tablets (Cambridge University Press, 2004), p. 148, note 116. Como poseedor de llaves, aparece en Apolodoro 3.12.6, Papiro mágico griego IV.1264, e inscripciones.
  96. Las fuentes antiguas sobre phasganion, xiphion y gladiolus, generalmente lo llama "anhelí" por los botánicos históricos, incluyendo, Historia Plantarum 7.12.3; Dioscórides, De Materia Medica E 2.101; Plinio, Historia natural 21.107–115; Pseudo-Apuleyo, Herbarius 79, como cita Andrew Dalby, Food in the Ancient World from A to Z (Routledge, 2003), p. 105, caracterizando la entrada de Plinio sobre la plant como "confusa". La correspondencia de los antiguos nombres de las plantas con las especies modernas siempre es incierta. Tanto en griego xiphion y la palabra latina gladiolus ("pequeña espada") vienen de una palabra que significa "espada".
  97. Nouveau dictionnaire d'histoire naturelle (Paris, 1819), pp. 315–316; Julius Billerbeck, Flora classica (Leipzig, 1824), p. 13; "L'origine dei maccheroni," Archivo per lo studio delle tradizioni popolari 17 (1898), vol. 36, p. 428.
  98. Francis Adams, The Seven Books of Paulus Aegineta (Londres, 1847), p. 270; Dalby, Food in the Ancient World, p. 105; Nouveau dictionnaire d'histoire naturelle, p. 315.
  99. John M. Riddle, Contraception and Abortion from the Ancient World to the Renaissance (Harvard University Press, 1992), p. 42; Nouveau dictionnaire d'histoire naturelle, p. 315.
  100. P.G. Maxwell-Stuart, Studies in Greek Colour Terminology: ΓΛΑΥΚΟΣ (Brill, 1981), vol. 1, pp. 40, 42, citando a Cornuto, Theologiae Graecae Compendium 9, 20, 35. La palabra γλαυκότης (glaukotēs), sin embargo, es un textual crux en el pasaje perteneciente a Plutón.
  101. Lucifuga inumbratione pallescens y Tartareae noctis obscuritate furvescens, Marciano Capella, De nuptiis 1.79–80; Danuta Shanzer, A Philosophical and Literary Commentary on Martianus Capella's De Nuptiis Philologiae et Mercurii Libro 1 (University of California Press, 1986), p. 171.
  102. Ovidio, Fastos 4.446, como cita John G. Fitch, Seneca's Hercules furens: A Critical Text with Introduction and Commentary (Cornell University Press, 1987), p. 166, note to Seneca's identical description of the horses of the Sun (line 132). Ovidio describe los caballos como negro (ater) en su versión del mito del secuestro en Metamorfosis, 5.310. Sobre el color caeruleus, ver también Hendrik Wagenvoort, "Caerimonia," en Studies, pp. 98–101.
  103. Natale Conti, Mythologiae 2.9. Las fuentes de Conti en este punto no son claras, combinando concienzudamente las tradiciones de varios gobernantes clásicos del inframundo.
  104. Himno homérico a Deméter, líneas 7–9, como cita Radford, Lost Girls, p. 145; Clayton Zimmerman, The Pastoral Narcissus: A Study of the First Idyll of Theocritus (Rowman & Littlefield, 1994), p. 2.
  105. Sófocles, Edipo en Colono 681, y escolio, sobre Deméter y Perséfone (las dos "Grandes Diosas"); Euforión de Calcis, fragmentp 94, sobre las Euménides; Zimmerman, The Pastoral Narcissus, p. 2; Jan Coenradd Kamerbeek, The Plays of Sophocles, Commentaries: The Oedipus Colonus (Brill, 1984), vol. 7, p. 106, señalando que las guirnaldas de flores estaban estrictamente prohibidas en las Tesmoforias; James C. Hogan, A Commentary on the Plays of Sophocles (Southern Illinois University Press, 1991), p. 99.
  106. "Death and Greek Myths," en Greek and Egyptian Mythologies, editado Yves Bonnefoy (University of Chicago Press, 1991, 1992), p. 110.
  107. Zimmerman, The Pastoral Narcissus, p. 2; Carlin A. Barton, The Sorrows of the Ancient Romans: The Gladiator and the Monster (Princeton University Press, 1993), p. 92. El falo como amuleto mágico era un remedio para la invidia o el mal de ojo, forma auto-inflingida el cual fue la ruina de la figura mitológica de Narciso.
  108. Sobre la dificultad de identificar precisamente qué flor consideraban los antiguos por "narciso", ver R.C. Jebb, Sophocles: The Plays and Fragments (Cambridge University Press, 1900, 3rd edition), p. 115.
  109. Artemidoro, Oneirocritica 1.77, como señala Jebb, Sophocles, p. 115.
  110. Ovidio, Metamorfosis 3.505; Zimmerman, The Pastoral Narcissus, p. 48. Aquí Estigia es un lago.
  111. Teofrasto, Historia plantarum 7.13–14; Nicandro, Theriaca 846; Rabelais, Gargantúa y Pantagruel 4.24; Adams, The Seven Books of Paulus Aegineta, pp. 22–23; Richard Hunter, Theocritus: A Selection (Cambridge University Press, 1999), p. 277, señalando que "la asociación de la vegetación lozana...con la "alteridad" femenina y sexualidad tiene una larga historia."
  112. Riddle, Contraception and Abortion, pp. 31, 82, 180 (nota 5).
  113. Samuel Beckett, "Jusque dans la caverne ciel et sol", the last of twelve poems in the cycle Poèmes 38–39 (1946); C.J. Ackerley and S.E. Gontarski, The Grove Companion to Samuel Beckett (Grove Press, 2004), pp. 293, 443, 599.
  114. Bernabé y Jiménez San Cristóbal, Instructions for the Netherworld, p. 25.
  115. Servio, Eneida 3.680.
  116. Isidoro de Sevilla, Etymologiae 17.7.34.
  117. Ovidio, Metamorfosis 10.106ff.; Servio, nota a Virgilio Georgicas 1.20.
  118. Bernabé y Jiménez San Cristóbal, Instructions for the Netherworld, pp. 25–28.
  119. La ninfa Mente, un rival para las atenciones de Hades (no llamado como Plutón), fue transformada por Perséfone en una planta de menta, un ingrediente importante en la bebida ritual de los misterios (Estrabón 8.3.14).
  120. Servio, nota a Virgilio Bucólicas 7.61. Perséfone no se menciona.
  121. Bernabé y Jiménez San Cristóbal, Instructions for the Netherworld, pp. 93 y 124–125, citando a Harpocratión.
  122. Arthur Calvert, P. Vergili Maronis. Aeneidos Liber V (Cambridge University Press, 1879), p. 48. Esta era una costumbre particular de los rodeses; la heroina Polixo recompensó coronas de álamo blanco a los niños atletas en los juegos que presentó en honor a su esposo; Pierre Grimal, The Dictionary of Classical Mythology (Blackwell, 1986, 1996), p. 385.
  123. Riddle, Contraception and Abortion, p. 33.
  124. [Arthur Bernard Cook, Zeus: A Study in Ancient Religion (Cambridge University Press, 1925), pp. 420–422; Bernabé y Jiménez San Cristóbal, Instructions for the Netherworld, pp. 25–26; W.K.C. Guthrie, Orpheus and Greek Religion (Princeton University Press, 1952, 1993), p. 182.
  125. Pseudo-Apolodoro, Biblioteca 1.1–2, 1911 edición Loeb Classical Library, traducción y notas de J.G. Frazer.
  126. Hansen, Classical Mythology, p. 182. Las menciones aparentes al "casco de Plutón" en otros autores, como Ireneo (Against Heresies), son engañosas; "Plutón" es sustituido por los traductores ingleses por "Hades"."
  127. Rabelais, Gargantúa y Pantagruel Libro 5, Capítulo 8.
  128. Francis Bacon, Essays Civil and Moral 21, "Of Delays."
  129. A.L. Millin, "Mythologie," en Magasin Encyclopédique (Paris, 1808), p. 283; G.T. Villenave, Les métamorphoses d'Ovide (Paris, 1806), p. 307; Arthur Bernard Cook, Zeus: A Study in Ancient Religion (Oxford University Press, 1924), vol. 2, p. 798 ff.; John G. Fitch, Seneca's Hercules Furens: A Critical Text With Introduction and Commentary (Cornell University Press, 1987), p.
  130. Cook, Zeus, vol. 2, p. 801.
  131. Inferni Iovis (caso genitivo), Hercules Furens línea 47, en el prólogo hablado por Juno.
  132. Diro Iovi, línea 608 de Hercules Furens; comparar con Virgilio, Eneida 4.638, Iove Stygio, el "Jove de la Estigia". Fitch, Seneca's Hercules Furens, p. 156.
  133. Codex Augustanus, nota a Eurípides ' Mujeres fenicias, línea 188, como cita Cook, Zeus, vol. 2, p. 806, nota 6.
  134. Cook, Zeus, vol. 2, p. 803.
  135. Friedrich Solmsen, "The Powers of Darkness in Prudentius' Contra Symmachum: A Study of His Poetic Imagination," Vigiliae Christianae 19.4 (1965), pp. 238, 240–248 et passim.
  136. Richard Stemp, The Secret Language of the Renaissance: Decoding the Hidden Symbolism of Italian Art (Duncan Baird, 2006), p. 114; Clare Robertson et al., Drawings by the Carracci from British Collections (Ashmolean Museum, 1996), p. 78.
  137. Robertson et al., Drawings by the Carracci from British Collections, pp. 78–79.
  138. 138,0 138,1 Creighton Gilbert, Caravaggio and His Two Cardinals (Penn State University Press, 1995), pp. 124–125.
  139. IDentificado como Plutón por Bernabé y Jiménez San Cristóbal, Instructions for the Netherworld, p. 275.
  140. Identificado como Hades por Hansen, Classical Mythology, p. 181.
  141. A.M. Bowie, Aristophanes: Myth, Ritual and Comedy (Cambridge University Press, 1993, 1996), p. 229.
  142. Como resumió Benjamin Bickley Rogers, The Comedies of Aristophanes (Londres, 1902), pp. xvii y 214 (nota a línea 1414).
  143. Bowie, Aristophanes, pp. 231–233, 269–271.
  144. Bernabé y Jiménez San Cristóbal, Instructions for the Netherworld, pp. 127–128.
  145. Morrow, Plato's Cretan City, pp. 452–453.
  146. ., Platón. Crátilo. Consultado el 17 de noviembre de 2017.
  147. Platón, Leyes 828d, ttraducción de Long, The Twelve Gods, p. 69.
  148. Walter Burkert, Greek Religion (Harvard University Press, 1985, publicado originalmente en 1977 en alemán), pp. 231, 336. Ver también Homo Necans' (University of California Press, 1983, publicado originalmente en 1972 en alemán), p. 143.
  149. HEsiquio, entrada sobre Ἰσοδαίτης, 778 en la edición de 1867 Schmidt, como tradujo y discutió Richard Seaford, Money and the Early Greek Mind: Homer, Philosophy, Tragedy (Cambridge University Press, 2004), p. 51. HEsiquio señala que Isodaités puede referirse alternativamente al hijo de Plutón así como al propio Plutón.
  150. H.S. Versnel, Inconsistencies in Greek and Roman Religion: Transition and Reversal in Myth and Ritual (Brill, 1993, 1994), p. 119, especially note 93.
  151. Platón, Leyes 828 B-D; Morrow, Plato's Cretan City p. 452; Long, The Twelve Gods, p. 179.
  152. Morrow, Plato's Cretan City, p. 453; Long, The Twelve Gods, p. 179.
  153. Lactancio, Divine Institutes 1.14; Brian P. Copenhaver, Polydore Vergil: On Discovery (Harvard University Press, 2002), p. 564.
  154. Esta anotación parentésica es parte del texto original. Varios manuscritos de Lactancio dicen Diespiter, que normalmente es un título de Júpiter, pero Dis pater se considera la lectura más probable. Ver Katherine Nell MacFarlane, "Isidore of Seville on the Pagan Gods (Origines VIII. 11)," Transactions of the American Philosophical Society 70 (1980), p. 20, citando a Migne, Patrologia Latina vol. VI, col. 190. The relation of the title Dis Pater to Diespiter in Latin is debated.
  155. "Titán" suele referirse a una clase o raza de deidades, pero en ocasiones se refiere a Helios u otra personificación del Sol.
  156. Cicerón, De natura deorum 3.58: "Igualmente, hay múltiples Dianas. Se dice que la primera nació del alado Cupido, con Jove y Proserpina [como padres]. La segunda, que consideramos la hija del tercer jove y Latona, es mejor conocida. Una tradición sostiene que Upis es el padre y Glauce es la madre de la tercera [Diana]" (Dianae item plures: prima Iovis et Proserpinae, quae pinnatum Cupidinem genuisse dicitur; secunda notior, quam Iove tertio et Latona natam accepimus; tertiae pater Upis traditur, Glauce mater: eam saepe Graeci Upim paterno nomine appellant); Copenhaver, Polydore Vergil: On Discovery, p. 564.
  157. Boccaccio's Expositions on Dante's Comedy, translated by Michael Papio (University of Toronto Press, 2009), pp. 332–333, 355.
  158. Rieuwerd Buitenwerf, Book III of the Sibylline Oracles and Its Social Setting (Brill, 2003), p. 157.
  159. Gábor Betegh, The Derveni Papyrus: Cosmology, Theology and Interpretations (Cambridge University Press, 2004), p. 151, ha señalado que "uno no puede establecer un descenso lineal entre las diferentes versiones"; aunque se han hecho esfuerzos para realizarlos, "no podemos encontrar un único mitema que pueda ocurrir en todos los relatos y pueda crearse un núcleo de las teogonías órficas".
  160. J. van Amersfoort, "Traces of an Alexandrian Orphic Theogony in the Pseudo-Clementines," in Studies in Gnosticism and Hellenistic Religions, Presented to Gilles Quispel on the Occasion of His 65th Birthday (Brill, 1981), p. 13.
  161. Van Amersfoort, "Traces of an Alexandrian Orphic Theogony," pp. 17–18. Betegh, The Derveni Papyrus, p. 151, resume esta versión de la siguiente manera: "La historia empieza con Caos; luego viene el huevo; la parte inferior del huevo se sumerge y se convierte en Plutón, y Cronos -no un dios independiente, sino identificado con Cronos (primigenio) - se traga la materia pesada. La parte media, cubriendo el primer sedimento, se convierte en Poseidón. La parte superior del huevo, siendo más pura y ligera, feroz en naturaleza, va hacia arriba y es llamada Zeus, etc."
  162. Van Amersfoort, "Traces of an Alexandrian Orphic Theogony," p. 23; Betegh, The Derveni Papyrus, p. 150.
  163. Arthur Bernard Cook, Zeus: A Study in Ancient Religion (Cambridge University Press, 1925), p. 746.
  164. Cornuto 5; Varrón, De lingua latina 5.66 (on Dis); Séneca, Consolatio ad Marciam 25; todos citados por Joseph B. Mayor, De natura deorum libri tres (Cambridge University Press, 1883), vol. 2, p. 175, nota a 2.26.66.
  165. R.M. van den Berg, Proclus' Commentary on the Cratylus in Context: Ancient Theories of Language and Naming (Brill, 2008), pp. 34–35.
  166. David Dawson, Allegorical Readers and Cultural Revision in Ancient Alexandria (University of California Press, 1992), p. 33, citing Epidrome 5.5.7–9.
  167. Plutarco, The Face of the Moon, edición LacusCurtius de la traducción de Loeb Classical Library translation online, as discussed by Leonard L. Thompson, "ISmyrna 753: Gods and the One God," in Reading Religions in the Ancient World: Essays Presented to Robert McQueen Grant on His 90th Birthday (Brill, 2007), p. 113, con mención también a Jámbilico. Ver también Van den Berg, Proclus' Commentary, p. 49, con mención a Plutarco, Sobre la E de Delfos.
  168. Esta interpretación se atribuye al neoplatonista Numenio (Siglo II d.C.), por el escolástico Willliam de Conches, como cita y traduce Peter Dronke, Fabula: Explorations into the Uses of Myth in Medieval Platonism (Brill, 1985), p. 54.
  169. Thompson, "ISmyrna 753," p. 101ff. Las otras deidades son Helios Apollon, que se empareja con Artemisa (p. 106); Zeus, que está subordinado a "Dios mismo""; y Mēn, una deidad lunar anatólica a veces identificado con Atis, que tenía una mesa ante él para la cena ceremonial (pp. 106, 109).
  170. Thompson, "ISmyrna 753," pp. 104–105.
  171. Thompson, "ISmyrna 753," p. 111.
  172. Thompson, "ISmyrna 753," pp. 110–111, 114, con mención a las enseñanzas de Amonio de Atenas como registra Plutarco, The E at Delphi. El pasaje relevante (21) es: "Este aparece de los nombres, en sí opuestos y contradictorios. Él es llamado Apolo, otro es llamado Plutón; él es Delius (aparente), el otro Aidoneus (invisible); él es Phoebus (brillante), el otro Skotios (lleno de oscuridad); por su lado están las Musas, y Mnemósine, con el otro Olvido y Silencio; él es Theorius y Phanæus, el otro es "rey de la turbia noche y sueño inefectivo". Ver también Frederick E. Brenk, "Plutarch's Middle Platonic God," Gott und die Götter bei Plutarch (Walter de Gruyter, 2005), pp. 37–43, sobre las obras etimológicas de Plutarco que produce estas antítesis.
  173. En el diálogo latino Asclepio a veces atribuido a Apuleyo; ver B.L. Hijmans, "Apuleius, Philosophus Platonicus," Aufstieg und Niedergang der römischen Welt II.36.1 (1987), p. 441, et passim sobre el tema de la autoría.
  174. Bardo Baal Thinissut

    Baal-Hammon.

    Terrae vero et mari dominatur Iupiter Plutonius, et hic nutritor est animantium mortalium et fructiferarum (Asclepius 27), señalado por G.F. Hildebrand, L. Apuleii Opera Omnia (Leipzig, 1842), p. 314, como equivalente al Plutón descrito por Valerio Flaco, Argonauticas 1.780, donde, sin embargo, el dios es llamado Dis y no Plutón. Traducción de Brian P. Copenhaver, Hermetica: The Greek Corpus Hermeticum and the Latin Asclepius (Cambridge University Press, 1992, 2002), p. 83; ver también nota al pasaje p. 245. Influencia de la África romana, particularmente la figura de Baal-Hammon, podría explicar este sincretismo particular; Jean-Pierre Mahé, Le fragment du "Discours parfait" dans la Bibliothèque de Nag Hammadi, Colloque International sur les textes de Nag hammadi (Québec, 22–25 août 1978) (Éditions Peeters, 1981), p. 310.
  175. Pseudo-Calístenes, I.30–33, como cita Jarl Fossum, "The Myth of the Eternal Rebirth: Critical Notes on G.W. Bowersock, Hellenism in Late Antiquity," Vigiliae Christianae 53.3 (1999), p. 309, nota 15. Sobre el oráculo y para el pasaje en que se nombra a Eón Plutonius, ver Irad Malkin, Religion and Colonization in Ancient Greece (Brill, 1987), p. 107, especially note 87.
  176. "Sobre este día esta hora la Virgen dio a luz a Eón": Gilles Quispel, "Hermann Hesse and Gnosis," in Gnostica, Judaica, Catholica: Collected Essays (Brill, 2008), p. 258, señalando que esta fecha coincidía con la Epifanía y era la celebración de Año Nuevo.
  177. Como en Horacio, Carmen 1.4.17, donde el domus ... Plutonia interpreta en latín la frase griega "casa de Hades".
  178. Entrada sobre "Demiurgo" The Classical Tradition (Harvard University Press, 2010), p. 256.
  179. Entrada sobre "Orfeo," The Classical Tradition, p. 665. Incluso se decía que el alma de Orfeo había nacido en Ficino
  180. Entrada sobre "Demiurgo" en The Classical Tradition p. 256.
  181. Friedrich Solmsen, "The Powers of Darkness in Prudentius' Contra Symmachum: A Study of His Poetic Imagination," Vigiliae Christianae 19 (1965) 237–257; Margaret English Frazer, "Hades Stabbed by the Cross of Christ," Metropolitan Museum Journal 9 (1974) 153–161.
  182. K.M. Coleman, "Fatal Charades: Roman Executions Staged as Mythological Enactments," Journal of Roman Studies 80 (1990), p. 67.
  183. Tertuliano, Ad nationes 1.10. Agustín de Hipona suele llamar al gobernante del inframundo Plutón en De civitate Dei; ver 2.15, donde Plutón y Neptuno son descritos como hermanos de Jove; 4.10, señalar la división tripartita de la soberanía de la Tierra con Proserpina como esposa de Plutón (coniunx); 4.11, en ridiculizar la alegorización de la divinidad de la cosmogonía física; y 6.7, en denunciar los misterios sacra como obscenos.
  184. Daniel P. Harmon, "The Religious Significance of Games in the Roman Age," in The Archaeology of the Olympics: The Olympics and Other Festivals in Antiquity (University of Wisconsin Press, 1988), p. 242; Paul-Marie Duval, "Sucellus, the God with a Hammer," en American, African, and Old European Mythologies (University of Chicago Press, 1993), p. 222.
  185. Prudentius, Contra Symmachum 1.379–398; Donald G. Kyle, Spectacles of Death in Ancient Rome (Routledge, 1998, 2001), p. 59.
  186. Solmsen, "The Powers of Darkness," pp. 237–257; Frazer, "Hades Stabbed by the Cross of Christ,", pp. 153–161.
  187. Dic igitur, praepulchra polis, quod Danea munus / Libavit tibimet soboles Plutonis amica, Bella Parisiacae urbis 1.21, como señala Nirmal Dass, "Temporary Otherness and Homiletic History in the Late Carolingian Age: A Reading of the Bella Parisiacae urbis of Abbo of Stain-Germain-des-Prés," en Difference and Identity in Francia and Medieval France (Ashgate Publishing, 2010), p. 106. En su edición, traducción y comentario anterior de la obra, Dass dice "Habla, la más maravillosa de las ciudades, del regalo que te trajeron los daneses,/aquellos amigos de Plutón", en Viking Attacks on Paris: The 'Bella Parisiacae Urbis' of Abbo of Saint-Germain-des-Prés (Peeters, 2007), pp. 28–29, pero soboles (latín clásico suboles) significa "progenie, descendencia," modificado por amica, "querida, amada."
  188. De deorum imaginibus libellus, capítulo 6, "De Plutone": homo terribilis in solio sulphureo sedens, sceptrum regni in manu tenens dextra: sinistra, animam constringes, cui tricipitem Cerberum sub pedibus collocabant, & iuxta se tres Harpyias habebat. De throno aurê eius sulphureo quatuor flumina manabunt, quae scilicet Lethum, Cocytû, Phlegethontem, & Acherontem appellabant, & Stygem paludem iuxta flumina assignabant.
  189. El asunto de la teoría implicada en el De deorum imaginibus libellus y el Liber Ymaginum deorum ("Libro de imágenes de los dioses") está discutida; Ronald E. Pepin, The Vatican Mythographers (Fordham University Press, 2008), pp. 7–9.
  190. Dante, Inferno, Canto VII.
  191. Por ejemplo, Peter Bondanella en su nota a la traducción de Henry Wadsworth Longfellow, The Inferno: Dante Alighieri (Barnes & Noble Classics, 2003), pp. 202–203. Dante puede estar simplemente conservando la duradera combinación del griego Plouton y Ploutos; ver Allen Mandelbaum, nota a su traducción de The Divine Comedy of Dante Alighieri: Inferno (Bantam Dell, 2004, originally published 1980), p. 357. En italiano moderno, el nombre del gobernante clásico del inframundo es Plutone.
  192. The tormented souls wail "Perché tieni? e "Perché burli?" ("'Why do you hoard?' 'Why do you squander?'"): Inferno, Canto VII, línea 30.
  193. Il gran nemico, Inferno, Canto VI, línea 115.
  194. Bondanella, The Inferno p. 206; Mandelbaum, Inferno p. 69.
  195. Tasso, Jerusalén liberada, Canto 13.7, traducida por Edward Fairfax (1907).
  196. En La casa de la fama (líneas 1510–1511), Chaucer reconoce explícitamente su deuda a Claudiano "That bar up al the fame of helle, / Of Pluto, and of Proserpyne," como señala Radford, The Lost Girls, p. 25.
  197. En Troilo y Crésida (líneas 590–503), como señala Rosalyn Rossignol, Critical Companion to Chaucer: A Literary Reference to His Life and Work (Facts on File, 2006), p. 540.
  198. Chaucer, "The Knight's Tale" 2082 y 2299.
  199. Rossignol, Critical Companion pp. 432, 540.
  200. John M. Fyler, "Pagan Survivals," in A Companion to Chaucer (Blackwell, 2000, 2002), p. 351.
  201. Seth Lerer, "The Canterbury Tales," en The Yale Companion to Chaucer (Yale University Press, 2006), p. 270. Plutón y Proserpina en La historia del mercader ha sido vista como el modelo de Shakespeare para Titania y Oberón en Un sueño de una noche de verano, una opinión al menos tan antigua como el editor de Chaucer, Thomas Tyrwhitt (ver 1798 edition) y reiterada por Walter William Skeat en su reedición de Los cuentos de Canterbury (1894 edition).
  202. William Dunbar, The Goldyn Targe (1503), líneas 126–7, como cita Ian Simpson Ross, William Dunbar (Brill, 1981), p. 252. Comparar también "elfos del infierno" de Arthur Golding para traducir los Avernales...nymphas, "ninfas del Averno", de Ovidio (Metamorfosis 5.670, en su relato del secuestro).
  203. Las menciones de Shakespeare a Plutón son convencionales. Plutón se asocia con el infierno en las obras "romanas" Pluto are conventional. Pluto is associated with Hell in the "Roman" plays Coriolano (I.iv, "¡Plutón e infierno!" como una exclamación) y Tito Andrónico (IV.iii, "Región de Plutón" y " Pero Plutón te manda un mensaje: Si quieres, tendrás venganza por parte del Infierno"), como también en Enrique IV, Segunda parte (II.iv): "Primero quiero verla condenada, en el maldito lago de Plutón, en el abismo infernal, en brazos del Erebo y en las más viles torturas." Las puertas de Plutón son una metáfora de fuerza en Troilo y Crésida (V.ii), donde Plutón también es jurado (III.iv y V.ii). La actuación de Orfeo es mencionada en La violación de Lucrecia (línea 553): "mientras Orfeo toca y Plutón parpadea." Shakespeare también usa el nombre romano Dis, como en el catálogo de flores de Perdita en Cuento de invierno (IV.iii): "O Proserpina, / For the flowers now, that, frighted, thou lett'st fall / From Dis's waggon!"
  204. En La trágica historia del doctor Fausto (III.ii, 1616 quarto), Mefistófeles invoca "el fuego azul de Plutón" al lanzar un hechizo de invisibilidad en el protagonista. En su traducción de la épica de Lucano, Marlowe usa Plutón por Dis (Primer libro de Lucano, líneas 449, donde "Plutón" se refiere al dios druídico Julio Cesar identificado con Dis, y 576), pero usa ambos nombres en la narración mitológica Hero y Leandro.
  205. Spenser juega con la combinación de Plutón y Pluto: "but a little stride ... did the house of Richesse from hell-mouth divide" and "Here Sleep, there Richesse, and Hel-gate them both betwext" (24.5), como señala Thomas E. Maresca, en la entrada "Hell", The Spencer Encyclopedia, p. 352. Ver en este artículo la sección de la descendencia de Plutón sobre la hija que Spencer le inventa a Plutón. Su epíteto favorito para Plutón es "espeluznante" (FG I.iv.11.1, II.vii.24.1, IV.iii.13.2, VI.xii.35.6, aplicado a Proserpina en I.i.37.4; Plutón también referido en FG I.v.14.8, II.viii.24.1, VI.xii.35.6, VII.vii.5.9, y The Shepheardes Calender "October" 29).
  206. Robert DeMaria Jr. y Robert D. Brown, Classical Literature and Its Reception: An Anthology (Blackwell, 2007), p. 453. Tanto Dis como Plutón aparecen en las obras de Shakespeare y Marlowe, pero Plutón con más frecuencia; Spenser prefiere el nombre Plutón.
  207. Arthur Golding, Ovid's Metamorphoses (Johns Hopkins University Press, 2001) passim, con unos pocos casos de Dis; Radford, The Lost Girls, p. 25.
  208. Por ejemplo, en Paraíso perdido 4.270, como cita Radford, The Lost Girls, p. 25, donde Proserpina es descrita como una flor más clara que aquellas que ella estaba recogiendo y "por el sombrío Dis/eran recogidas".
  209. Ovid's Metamorphosis Translated by Arthur Golding, editada por Madeleine Forey, (Johns Hopkins University Press, 2001), p. 164. Plutón gobierna sobre el infierno a través de Faerie Queene de Spenser, como señala Maresca, The Spenser Encyclopedia, p. 352.
  210. John Block Friedman, Orpheus in the Middle Ages (Syracuse University Press, 2000), p. 238; Li Tournoiemenz Anticrit (Le tornoiement de l'Antéchrist) text.
  211. Theresa Lynn Tinkle, Medieval Venuses and Cupids: Sexuality, Hermeneutics, and English Poetry (Stanford University Press, 1996), p. 132.
  212. La reunión de los dioses, líneas 82, 51, 311, 314, en la edición de Oscar Lovell Triggs (Londres, 1896).
  213. Entrada sobre "Popular Culture," The Classical Tradition, p. 766.
  214. Sheila Lindenbaum, "Ceremony and Oligarchy: The London Midsummer Watch," en City and Spectacle in Medieval Europe, (University of Minnesota Press, 1994), p. 171; Maria Hayward, Rich Apparel: Clothing and the Law in Henry VIII's England (Ashgate, 2009), p. 290. La corte de Plutón seguía inspirando la pompa pública a finales del siglo XIX, cuando cuando carrozas sobre el "ardiente Palacio de Plutón" seguía inspirando las cabalgatas de Mardi Gras en Nueva Orleans; Henri Schindler, Mardi Gras Treasures: Costume Designs of the Golden Age (Pelican, 2002), p. 15.
  215. Nino Pirrotta, Music and Theatre from Poliziano to Monteverdi (Cambridge University Press, 1992, originalmente publicada en italiano 1969), passim, especialmente p. ix.
  216. Pirrotta, Music and Theatre from Poliziano to Monteverdi, con Leonardo's drawing (n.p.); Carlo Pedretti, Leonardo: The Machines (Giunti, 1999), p. 72.
  217. Mark Ringer, Opera's First Master: The Musical Dramas of Claudio Monteverdi (Amadeus Press, 2006), pp. 34, 75, 103–104; Tim Carter, Monteverdi's Musical Theatre (Yale University Press, 2002), p. 95; Enid Welsford, The Court Masque (Cambridge University Press, 1927), pp. 112–113.
  218. Tim Carter, Monteverdi's Musical Theatre p. 81, citando Follino, Compendio delle sontuose feste (1608), y p. 152.
  219. George J. Buelow, A History of Baroque Music (Indiana University Press, 2004), p. 37.
  220. Kristiaan Aercke, Gods of Play: Baroque Festive Performances as Rhetorical Discourse (SUNY Press, 1994), p. 230.
  221. Piero Gelli y Filippo Poletti, Dizionario dell'opera 2008 (Baldini Castoldi Dalai, 2005, 2007), p. 36.
  222. El Plutón de Charpentier es un bajo-baritono.
  223. Gelli y Poletti, Dizionario dell'opera 2008, p. 625.
  224. James R. Anthony, French Baroque Music from Beaujoyeulx to Rameau (Amadeus Press, 1997), p. 115.
  225. Plutón no tiene papel cantante en Orfeo y Eurídice (1762) de Gluck.
  226. Aercke, Gods of Play, p. 250; Ringer, Opera's First Master, p. 71.
  227. Andrew Trout, City on the Seine: Paris in the Time of Richelieu and Louis XIV (St. Martin's Press, 1996), pp. 189–190; Buelow, A History of Baroque Music, p. 160.
  228. Daniel Heartz, Music in European Capitals: The Galant Style, 1720–1780 (W.W. Norton, 2003), pp. 488–492.
  229. Sasha Anawalt, The Joffrey Ballet: Robert Joffrey and the Making of an American Dance Company (University of Chicago Press, 1996), p. 66.
  230. Frederick Kiefer, Shakespeare's Visual Theatre: Staging the Personified Characters (Cambridge University Press, 2003), pp. 60–61.
  231. Amy Golahney, "Rembrandt's Abduction of Proserpina," en The Age of Rembrandt: Studies in Seventeenth-Century Dutch Painting (Penn State University Press, 1988), p. 30; Eric Jan Sluijter, Rembrandt and the Female Nude (Amsterdam University Press, 2006), pp. 109–111.
  232. Mary Margaret Heaton, The History of the Life of Albrecht Dürer of Nürnberg (London, 1870), p. 187; Walter L. Strauss, The Complete Engravings, Etchings, and Drypoints of Albrecht Dürer (Dover, 1973), p. 178.
  233. Strauss, The Complete Engravings, p. 178.
  234. Entrada sobre "Orpheus," The Classical Tradition p. 665.
  235. Entrada sobre "Sculpture," The Classical Tradition, p. 870.
  236. Golahny, "Rembrandt's Abduction of Proserpina," p. 30ff.
  237. Amy Golahny, Rembrandt's Reading: The Artist's Bookshelf of Ancient Poetry and History (Amsterdam University Press, 2003), pp. 102–103.
  238. Radford, The Lost Girls, pp. 85, 98, 114, citando Chelser, Women and Madness, pp. 240, 266.
  239. Quizás un juego de palabras con el verbo italiano chioccia usado por Dante para describir la forma de hablar de Plutón en Inferno, Canto VII, línea 2.
  240. Radford, The Lost Girls, pp. 247, 252, 254, et passim.
  241. Radford, The Lost Girls, p. 254.
  242. Rick Riordan, El hijo de Neptuno (Disney-Hyperion Books, 2011), p. 111 (vol. 2 de la serie Los héroes del Olimpo).
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