Renpet era, en el idioma egipcio, la palabra para año. Su jeroglífico se representaba figurativamente en el arte como una mujer con una palma (simbolizando el tiempo) sobre su cabeza. Solía mencionarse como la Señora de la eternidad y también personificaba la fertilidad, juventud y primavera. El glifo aparece regularmente en monumentos y documentos durante la historia egipcia desde el comienzo de la frase que registra el año real del faraón.
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