Reve es un dios lusitano de los ríos. Algunos autores, debido a uno de sus epítetos, Laraucus, lo han asociado con Júpiter y con el cielo.
Nombre[]
Su nombre podría interpretarse como "río".[1]
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Uno de sus epítetos era Anabaraeco. Su etimología puede desarrollarse a partir de una inscripción de un mausoleo de un sevir augustalis de Mérida. En ella, se representa al Ana como un viejo y al Barraeca como un joven con cuernos de la abundancia. Esto haría referencia al río Guadiana y a su afluente Albarregas, nombres que se transmitieron a través de los árabes. Por lo tanto, podría interpretarse Reve Anabaraeco como "al río Guadiana-Albarregas". No obstante, Reve Anabaraeco parece pertenecer a un culto local de Orense, no conociéndose evidencias a favor ni en contra de un culto más meridional. Anabaraeco también podría hacer referencia a un manantial termal orensano o un curso de agua.[1]
Se considera que Reve ("río") es un nombre genérico que sería completado por una precisión local o hidronímica. El dios podría identificarse totalmente con el río en sí, como Reve Ana y Reve Veisto, traducidos como "al río Ana" y "al río Veisuto"; en otros casos se distingue al dios del fenómeno físico, como sería Reve Langanidaeigvi y Reve Revmiraego (Reve del río Langanida y del Reumira); también puede asociarse a un territorio, como es el caso de Reve Laravco.[2]
Género[]
Su género es un tema de debate. Por una parte, podría ser una entidad femenina, divinización de rivus, riachuelo, de donde proceden las palabras femeninas rivière (Francés: río) o riera (Catalán: barranco). Tendría además un carácter de soberana y guerrera, como la diosa irlandesa Macha.[3]
Por otra parte, podría ser una entidad masculina, debido a que en las inscripciones el nombre debe coincidir en género con el epíteto. Además, el lusitano, latín y griego los ríos tenían nombres masculinos.[3]
Localización[]
Este es un dios que lo conocemos gracias a las inscripciones que nos han llegado de sus devotos. Las inscripciones a Reve se encuentran en la zona noroeste de la península, sobretodo en balnearios y saunas de origen prerromano. Las saunas y balnearios eran una construcción relativamente común en los castros de la Gallaecia prerromana y su uso se perpetuó y extendió con la llegada de los romanos. Estos lugares eran probablemente también lugares de culto y curación dedicados al dios Reve, un claro ejemplo de esto lo tenemos en el balneario de origen prerromano de As Burgas (Ourense), considerado hasta la fecha uno de los mayores lugares de culto de este dios.
Su origen pudo estar en la zona de Mérida, en Extremadura, y Castelo Branco, Portugal, extendiéndose primero hacia Callaecia y luego hacia el convento astur. Un indicio es el epíteto Anabaraeco, referente al Guadiana y a su afluente Albarregas. Otro es Reve Revmiraego de Orense y Miraeco en Cáceres.[2] También se defiende la hipótesis opuesta, en la que su distribución haya sido de norte a sur.[3].
Funciones[]
Inscripción de Cabeço das Fráguas.
En la inscripción indígena del Cabeço das Fráguas se le ofrece un toro. Los pueblos indoeuropeos normalmente ofrecen toros a las divinidades guerreras. Esto indica que, a pesar de su presencia en manantiales termales, todo señala que sus dones salutíferos eran un uso secundario, ya que esto lo convertiría en una deidad más ligada a la potencia torrencial de un gran río.[1] A falta de pruebas no se le puede considerar una deidad guerrera. En la zona de Orense, ya se rendía culto a la diosa Nabia, a quien se le adjudica características guerreras. En la misma zona también se adoraba al dios Bandua, relacionado con la guerra. Por lo tanto, sin importar su género, no parece probable que existieran dos divinidades guerreras del mismo género en una zona tan limitada.[3]
Algunos autores sostienen, a partir del epíteto Laraucus, asociado a la zona del monte Larauco, Portugal, que está asociado con el cielo. Una inscripción adicional en el mismo monte que rezaba Laraucus Deus Maximus reforzaba la idea y lo asociaba con Júpiter Ladico (Iovi ladico).[3] Sin embargo, es una asociación que no es directamente sostenible ignorando el problema de las relaciones dialectales y las variaciones gráficas en el Occidente peninsular.[2]
Una segunda dedicatoria que muestra el papel celeste de Reve es Reve Marandicus, relacionándolo con un orónimo.
Del mismo modo que Quangeius con Júpiter, se ha sugerido que Mercurio Esibraeo y Reve sean asimilables.[3]
Fuente[]
- ↑ 1,0 1,1 1,2 Prósper, Blanca María (2009). «Reve Anabaraego, divinidad acuática de las Burgas (Orense).». Acta Palaeohispanica X 9: pp. 203-214. http://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/29/54/17prosper.pdf.
- ↑ 2,0 2,1 2,2 Prósper, Blanca María (2002). Universidad de Salamanca (ed.). Lenguas y religiones prerromanas del occidente de la Península Ibérica, pp. 142-145.
- ↑ 3,0 3,1 3,2 3,3 3,4 3,5 Olivares Pedreño, Juan Carlos (2002). Real Academia de la Historia (ed.). Los dioses de la hispania céltica. ISBN 8495983001, 9788495983008. Consultado el 5 de enero de 2016.
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