
Shesmu era el dios demoniaco del Antiguo Egipto de la ejecución, asesinato, sangre, aceite, vino y perfume. Como muchos dioses del Antiguo Egipto, tiene una naturaleza compleja. Tiene cualidades tanto de la luz como la oscuridad, aunque esa no es la razón por la que lo conocen como "demonio". Para los egipcios, igual que para otros dioses semíticos o de oriente medio, los demonios no eran necesariamente malvados. A veces eran útiles. De hecho, el término "demonio" se le dio a Shesmu porque era una de las deidades menores y su relación con el inframundo. Es adorado desde el Reino Antiguo.[1]
Descripción[]
Shezmu era raramente representado, apareciendo, de hacerlo, como un hombre con cabeza de león y un cuchillo de carnicero. En tiempos posteriores aparecía como león. Si solo se mencionaba su nombre, solía aparecer con el determinativo de una almazara. A veces solo se mostraba la almazara.[1][2]
Como muchas otras deidades egipcias, a veces se le representaba como un hombre o un hombre con cabeza de halcón. Para relacionarlo más con la sangre y destrucción, tomó la forma de un hombre con cabeza leonina. Esta es quizás una conexión entre él y Sejmet, la diosa de la venganza. Además, está asociado con Nefertum a través de su apariencia y su conexión con los perfumes.
Función[]
Shesmu era el dios demoniaco del vino tinto, asesinato y a veces de los perfumes y aceites. La relación entre la sangre y el color carmesí del vino es claro. También se le conocía por destruir a los impíos, colocando sus cabezas en lagares para sacarle la sangre. Se le conoció como el "ejecutor de Osiris". Shesmu seguía las órdenes del Dios de los Muertos y, por lo tanto, se le dio el título de "matarife de almas". Parece que inicialmente fue una fiera deidad del inframundo, pero era útil para los muertos. Aunque era un ejecutor duro de los malvados, también era un gran protector de los virtuosos. Shesmu ofrecía vino tinto a aquellos que habían muerto. Aparte del vino, estaba al cargo de los objetos terrenales como los aceites de embalsamar y los perfumes. Osiris era quien daba la orden de transformar la sangre de los malvados en vino. A veces se le daba el título de "demonio del lagar".
La afinidad de Shesmu con el rojo era lo que lo asociaba con el mal. Los egipcios temían y odiaban el carmesí. No solo es el color universal de la sangre, y por lo tanto, la muerte, sino que era el color del dios del caos, Seth. Dado que era el color del Sol poniente, también se asociaba al rojo con la oscuridad venidera y el reino de Apofis, la serpiente demonio.
Parece haber tenido cabeza de león, garras y una melena empapada en sangre. Se dice que llevaba cráneos humanos como un cinturón alrededor de su cintura.
Representación y adoración[]
A Shesmu se le representa tanto como un gran mal como una entidad benigna. En muchos lugares, se le mantiene una buena consideración por su relación con Osiris, un dios protector. Sin embargo, también es temido como el castigador implacable de los condenados. Su mayor culto se centró en Faiyum, pero sus adoradores también estaban ampliamente distribuidos en Dendera y Edfu.
Shezmu era un dios con una personalidad bastante contradictoria. Por un lado, era señor del perfume, creador de todos los aceites preciosos, señor de la almazara, señor de los ungüentos y señor del vino. Era algún tipo de deidad de las fiestas y celebraciones, como la diosa Meret. Los textos del Reino Antiguo mencionan un festival especial celebrado para Shesmu: los jóvenes aplastarían uvas con sus pies y entonces bailaban y cantaban para Shezmu.[1]
Sin embargo, por otra parte, Shesmu era bastante vengativo y sangriento. Era el señor de la sangre, gran matarife de los dioses y quien desmiembra cuerpos. En los textos de las pirámides del Reino Antiguo, varias oraciones piden a Shesmu que desmiembre y cocine a ciertas deidades para alimentar al faraón fallecido. Este necesita los poderes divinos para sobrevivir al peligroso viaje a las estrellas.[2][1][3]
Sin embargo, debe tenerse en cuenta si la palabra "sangre" debe interpretarse literalmente, porque los antiguos egipcios ofrecían simbólicamente vino rojo como "la sangre de los dioses" a varias deidades. Esta asociación se basaba simplemente en el color rojo oscuro del vino, una circunstancia que llevó a la conexión de Shesmu con otras deidades que podían aparecer en colores rojizos. Algunos ejemplos son Ra, Horus y Kherty. La personalidad violenta le convirtió en un protector entre los compañeros de la barca nocturna de Ra. Shesmu protegía a Ra amenazando a los demonios y luchando con ellos. En los textos de las pirámides actuaba de forma similar.[1]
Parece que con el comienzo del Reino Nuevo, los atributos positivos fueron eclipsando gradualmente a los negativos. Aunque en un papiro de la dinastía XXI su almazara parecía llena de cabezas humanas en vez de uvas (una representación que era común antes, en los textos de los sarcófagos del Reino Medio), en el sarcófago de la dinastía XXVI de la divina adoratriz Anjnesneferibre, se registra a Shesmu como un creador de aceites finos para el dios Ra; luego, durante el periodo grecorromano, la fabricación de los aceites y perfumes más finos para los dioses se convirtió en su principal función.[3]
Cambios[]
Debido a su color, se asoció al vino tinto con la sangre, y por lo tanto, se identificó a Shesmu como el señor de la sangre. Dado que el vino se veía como algo bueno, su asociación con la sangre se consideraba como una virtud. considerándolo como el verdugo de los impíos, matarife de almas. Cuando la decapitación era la principal forma de ejecución, se decía que Shesmu arrancaba la cabeza de los malvados y los tiraba al lagar, donde sacaba el vino tinto. Normalmente la decapitación se hacía con la cabeza de la víctima reposando en un bloque de madera, por lo que a Shesmu se le refería como el "derrocador de los malvados y del bloque". Este aspecto violento ha llevado a su representación en el arte como un hombre de cabeza leonina, siendo así conocido por su fiereza. En tiempos posteriores, los egipcios usaron el lagar para producir aceites en vez de vino, que entonces se producía pisando la uva. Por lo tanto, Shesmu pasó a asociarse con los ungüentos y aceites de embalsamar y, por lo tanto, con la conservación del cuerpo y la belleza.
Culto[]
El principal centro de culto de Shesmu se situaba en el Fayún. Posteriormente se erigieron santuarios en Edfú y Dendera.[1]
Referencias[]
- ↑ 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5 Pat Remler: Egyptian Mythology, A to Z. Chelsea House, New York 2010, ISBN 1438131801, p. 177-178.
- ↑ 2,0 2,1 Hans Bonnet: Reallexikon der ägyptischen Religionsgeschichte. Walter de Gruyter, Berlin/New York 2000, ISBN 3110827905, p. 679.
- ↑ 3,0 3,1 George Hart: The Routledge Dictionary of Egyptian Gods and Goddesses. Routledge, London/New York 2005, ISBN 0-203-02362-5, pp. 146-147.