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Waitangi Maori Carving n

Tallado de una canoa maorí.

En la mitología maorí, Tāwhaki es un ser semi-sobrenatural asociado con el rayo y el trueno.

Genealogía[]

La genealogía de Tāwhaki varía según los distintos relatos. En general, Tāwhaki es el nieto de Whaitiri, una diosa caníbal que se casa con el mortal Kaitangata (antropófago), pensando que comparte su gusto por la carne humana. Decepcionada al descubrir que no es así, ella lo deja tras nacer sus hijos Hemā y Punga, y vuelve al cielo. Hemā es el padre de Tāwhaki y Karihi.[1] Tāwhaki crece y se vuelve atractivo, la envidia de sus primos, que le dan una paliza y lo dan por muerto. Se recupera gracias a los cuidados de su esposa, que alimenta el fuego que lo calienta con todo un leño. En recuerdo de este incidente su hijo es llamado Wahieroa (Larga-pieza-de-leña)[2]. En algunas versiones, Tāwhaki es el padre de Arahuta. Ella es la causa de la pelea entre sus padres, y su madre Tangotango se la llevó al cielo, donde luego se encontraron con Tāwhaki.[3]

Venga a su padre[]

Hemā, mientras busca un regalo para su hijo, cruza a la tierra del Ponaturi, que son seres malvados. Lo capturan a él y a Urutonga, cegando a Hemā en el proceso. Mientras viaja para rescatar a sus padres, Tāwhaki conoce y se casa con Hinepiripiri, con quien engendra a su hijo, Wahieroa. Tāwhaki y su hermano Karihi rescatan a su madre esclavizada, quien les cuenta que la luz es letal para los Ponaturi. Finalmente, con la ayuda de su madre, engañan a los Ponaturi, que han vuelto a su casa a dormir. Tāwhaki y su hermano se ayudan tras bloquear todas las grietas de la casa para que no entre la luz. Cuando los Ponaturi comienzan a pensar que la noche se está haciendo demasiado larga, Urutonga les asegura que aún queda mucho hasta que llegue el alba. Entonces prenden fuego a la casa y abren la casa. Los Ponaturi son asesinados por el fuego y la exposición a la luz solar. Los únicos supervivientes son Tonga-Hiti y Kanae.

Escalar a los cielos[]

Tāwhaki y su hermano pequeño se disponen a escalar el cielo. Al comienzo de su ascenso se encuentran a su abuela, Whaitiri, ahora ciega, que se sienta contando contínuamente los tubérculos de un batatas o taro, que es su único alimento.[4] Whaitiri es ahora la guardiana de las enredaderas que forman el camino al cielo. Los hermanos la provocan arrebatándoselas una a una, y alterando su cuenta. Finalmente, se revelan a sí mismos y restauran su visión. A cambio, ella les aconseja sobre la mejor manera de escalar al cielo. Karihi lo intenta primero, pero comete el error de escalar el aka taepa o enredadera colgante. Es empujado violentamente por los vientos del cielo y muere por la caída. Tāwhaki escala el aka matua, o enredadera madre, recita los encantamientos adecuados y alcanza el más alto de los 10 cielos. Allí aprende muchos hechizos de Tama-i-waho y se casa con una mujer llamada Hāpai, o como otros dicen, Tangotango o Maikuku-makaka. Tienen un hijo, y según algunas versiones de la historia, este es el llamado Wahieroa[2][5].

Versiones tribales[]

En un país como Nueva Zelanda, cada tribu tiene distintas versiones (o una serie de versiones relacionadas) de una historia como Tāwhaki; realmente, las historias contadas por cada narrador dentro de una tribu sería distinto, y el mismo narrador contaría una leyenda ligeramente distinta cada vez que se contase. Para ilustrar esta variación, y demostrar que no hay una manera correcta de contar la historia de Tāwhaki, abajo se presentan dos grupos tribales distintos:

Versión arawa[]

En la versión de 1850 de Tāwhaki por Hohepa Paraone de la tribu arawa de Rotorua [6][7], Tāwhaki es un hombre mortal que es visitado cada noche por Hāpai, una mujer de los cielos. Cuando Hāpai se queda embarazada, Tāwhaki le cuenta que si es una niña, él debe lavarla. Tras nacer su hija Puanga, Tāwhaki la lava, pero expresa asco por su olor. Ofendida, Hāpai se lleva a su hija, escala al tejado de la casa y desaparece en el cielo.

Tras varios meses, Tāwhaki decide ir y encontrar a Hāpai y Puanga. Parte con dos esclavos. Advierte a los esclavos que no deben mirar la fortaleza de Tongameha mientras pasan. Uno de los esclavos mira y Tongameha le saca los ojos. Tāwhaki y el otro esclavo continúan y se encuentran con Matakerepō, una anciana ciega, protegiendo las enredaderas (o cuerdas) que llevan a los cielos. Matakerepō es una ancestra de Tāwhaki. Mientras Matakerepō cuenta sus diez tubérculos taro, Tāwhaki se los quita uno a uno.

Matakerepō, percatándose de que alguien la engaña, empieza a olisquear, y su estomago se distiende, lista a tragarse al extraño. Huele al sur y hacia todos los vientos. Cuando huele al oeste, percibe el olor de Tāwhaki y grita: "¿Eres tú quien viene con el viento que sopla mi piel?". Tāwhaki gruñe y Matakerepō dice: "Oh, es mi nieto Tāwhaki". Su estómago comienza a encogerse. Si no hubiera sido por el viento del oeste, se lo habría tragado.

Matakerepō le pregunta a Tāwhaki a dónde va. Él le respodne que está buscando a su esposa y a su hija; su esposa es la hija de Whatitiri-matakamataka (o Whaitiri) y ha vuelto a los cielos. Matakerepō le enseña el camino, aconsejándole que parta por la mañana. El esclavo de Tāwhaki prepara la comida. Tāwhaki toma algo de comida cocinada y la frota en los ojos de la anciana. Matakerepō es curada al instante de su ceguera. Por la mañana, Tāwhaki presenta su esclavo a Matakerepō, quien canta un hechizo para ayudarle mientras escala. Cuando alcanza los cielos, Tāwhaki se disfraza como un esclavo viejo y ayuda a su cuñado a construir una canoa. Cada noche, el cuñado vuelve a su pueblo, donde viven la esposa y la hija de Tāwhaki. Pretendiendo ser incapaz de seguirlo, Tāwhaki deja que su cuñado se adelante, y vuelve a trabajar en la canoa, llevando a la canoa, llegando al pueblo mucho después. A la mañana siguiente, Tāwhaki y su cuñado vuelven; viendo la canoa, el cuñado está sorprendido por todo lo que ha trabajado. Cada noche, Tāwhaki se sienta en el asiento especial de Hāpai, a pesar de las protestas de los lugareños. Estas acciones llaman la atención de Hāpai, quien le pregunta quién es. Tāwhaki vuelve a su apariencia real y es reconocido por su esposa. Él realiza rituales de dedicación sobre su hija.

Versión Ngāti Porou[]

En la leyenda presentada en un manuscrito por Mohi Ruatapu de Ngāti Porou en 1971[8], Tāwhaki es un descendiente de Māui. Whaitiri, una nieta de Māui, se casa con Kaitangata y tiene a Hemā. Hemā se casa con Rawhita-i-te-rangi y engendra a Tāwhaki. Tāwhaki y Karihi parten para encontrar a su abuela Whaitiri. Van a un pueblo donde se realiza un kawa (Ceremonia pública) para la casa de Hine-te-kawa. Se esconden en los muros de la casa y oyen los hechizos. Mientras termina la ceremonia, Tāwhaki y Karihi saltan y matan a todas las personas menos a Hine-te-kawa, que duerme esa noche con Tāwhaki. Ella les meustra el camino que deben seguir al cielo; tiene clavijas como puntos de apoyo. Karihi hace varios intentos de subir, pero muere en la caída en su segundo intento. Tāwhaki toma los ojos de Karihi y sube. Se encuentra con Whaitiri, su abuela ciega, contando doce taro para sus nietos, que están lejos en el pueblo de Tama-i-waho. Tāwhaki les quita los tubérculos taro uno por uno, hasta que Whaitiri se percata que debe ser su nieto, quien se predijo que vendría a encontrarla. Tāwhaki coloca los ojos de Karihi en los suyos y le restaura la vista. Tāwhaki se ocupa de ordenar el pueblo de su abuela, limpiando y cuidando de ella. Tāwhaki captura y se casa con Maikuku, una de las nietas de Whaitiri; las otras nietas escapan al pueblo de Tama-i-waho, en el segundo cielo. Cuando miran abajo y ven a Tāwhaki y Maikuku haciendo el amor al aire libre, se ofenden y bajan, y se llevan a Maikuku al cielo. Tāwhaki, desesperado por encontrar a su esposa, que está embarazada, intenta ascender en una cometa, pero el malvado Tama-i-waho envía un hākuai, un ave mítica, para atacar la cometa, haciendo que Tāwhaki caiga. Tāwhaki entocnes se convierte en un aguilucho caricalvo y despega. Usando su adze Te Rakuraku-o-te-rangi, Tama-i-waho corta una de las alas del aguilucho y Tāwhaki muere en la caída. Tras la muerte de Tāwhaki, Maikuku engendra un hijo, llamado Wahiroa.

Mito del diluvio[]

Algunas versiones de la historia maorí de Tāwhaki contienen episodios donde el héroe causa una inundación para destruir el pueblo de sus dos cuñados celosos. Dirige a su propia gente a resituar su pueblo en la cumbre de la montaña Hikurangi. Un comentario en Polynesian Mythology de Grey pudo dar al maorí algo que no tenían antes - como señala A.W. Reed, "En Polynesian Mythology, Grey dice que cuando los ancestros de Tāwhaki liberaron las inundaciones del cielo, la tierra fue sobrecogida y todos los seres humanos murieron - proporcionando así al maorí con su propia versión del diluvio universal"[9]. La influencia cristiana llevó a la aparición de genalogías donde el abuelo de Tāwhaki, Hemā, era reinterpretado como Shem, hijo de Noé del diluvio bíblico.

Referencias[]

  1. En algunas versiones, su madre es Urutonga.
  2. 2,0 2,1 Biggs 1966:450
  3. Grey, Sir George (1885). Polynesian Mythology and Ancient Traditional History of the New Zealand Race, Auckland: H. Brett, p. 41. Consultado el 29 Nov 2010.
  4. En otras historias, la mujer ciega está protegiendo las enredaderas de la ancestra de Tāwhaki, Matakerepō.
  5. En otras versiones, cuando Tāwhaki alcanza el mundo del cielo, se disfraza. Cuando al final se revela, se reconcilia con Tangotango y su hija Arahuta. Algunas versiones dicen que decidió quedarse en el sexto cielo, Ngā Atua, donde muestra su poder con el rayo y el trueno. En otras historias, la esposa de Tāwhaki se llama Hinepiripiri; son los padres de Matuku y Wahroa.
  6. Paraone 1850:345-352, White 1887:115-119 (English), 100-105 (Māori)
  7. White atribuye esto inexplicablemente a la historia de Te Arawa a la tribu Ngāi Tahu de la isla del Sur; él también tiene a 'Pihanga' en vez de 'Puanga' para el nombre de la hija de Tāwhaki.
  8. Reedy 1993:25-33, 126-134
  9. Reed 1963:165, en una nota al pie

Bibliografía[]

  • B. G. Biggs, 'Maori Myths and Traditions' in A. H. McLintock (editor), Encyclopaedia of New Zealand, 3 Volumes. (Government Printer: Wellington), 1966, II:447-454.
  • R. D. Craig, Dictionary of Polynesian Mythology (Greenwood Press: New York, 1989).
  • H. Paraone, "Tawhaki". (GNZMMSS 64, manuscript in Grey collection, Auckland City Library, Auckland, 1850), 345-352.
  • H. Potae, "Story of Tāwhaki," Journal of the Polynesian Society, 37 (1928), 359-66.
  • A. Reedy, Ngā Kōrero a Mohi Ruatapu, tohunga rongonui o Ngāti Porou: The Writings of Mohi Ruatapu (Canterbury University Press: Christchurch), 1993.
  • J. White, The Ancient History of the Maori, Vol I (Government Printer: Wellington, 1887).
  • E. R. Tregear, Maori-Polynesian Comparative Dictionary, (Lyon and Blair: Lambton Quay 1891), 497.
  • Journal of the Polynesian Society Vol. XXVI page 116
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