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Xólotl 1

Xólotl en el códice Borgia.

En la mitología nahua, Xólotl era el dios con asociaciones al rayo y a la muerte. Se asociaba con la puesta de Sol, protegiéndolo mientras viajaba cada noche por el inframundo. Los perros se asociaban con Xólotl. Se creía que esta deidad y un perro guiaban a las almas a su viaje al inframundo.[1] Se representaba comúnmente como un perro monstruoso. Xólotl era el dios del fuego y el rayo.[2] También era el dios de los gemelos, los monstruos, el infortunio, la enfermedad y las deformidades. Xólotl es el hermano canino y gemelo de Quetzalcóatl,[3] siendo hijos de la virgen Coatlicue. Es la personificación oscura de Venus, la estrella vespertina, y se asociaba con el fuego celestial.

Mitos y funciones[]

Xolotl muz

Estatua Xólotl mostrada en el Museo Nacional de Antropología en Ciudad de México.

Xólotl era un siniestro dios de las monstruosidades que lleva una joya de viento enroscada en espiral y pendientes de Quetzalcóatl.[4] Su función era proteger al Sol de los peligros del inframundo. Como doble de Quetzalcóatl, lleva una concha ehecailacacozcatl o joya de viento. Xólotl acompañaba a Quetzalcóatl a Mictlan, la tierra de los muertos o inframundo, para recuperar los huesos de aquellos que habitaron el mundo previo (Nahui Atl) para crear nueva vida para el mundo actual, Nahui Olllin, el sol de movimiento. En ese sentido, esta recreación de la vida se repite cada noche cuando Xólotl guía al Sol a través del inframundo. En el tonalpohualli, Xólotl gobierna durante el día Ollin (movimiento) y sobre la trecena 1-Cozcacuauhtli (buitre).[5]

Kodeks borbonic

Códice Borbónico (p. 16) Xólotl es representado como un compañero del Sol poniente.[6] Se muestra con un cuchillo en su boca, un símbolo de muerte.[7]

Sus cuencas oculares vacías se explican en la leyenda de Teotihuacán, en la que los dioses decidieron sacrificarse para el nuevo Sol creado. Xólotl se apartó de este sacrificio y lloró tanto que sus ojos se le cayeron de sus cuencas.[8] Según la creación narrada en el códice Florentino, cuando fue creado el Quinto Sol, no se movía. Ehecatl ("Dios del viento") comenzó a golpear a todos los dioses para inducir el movimiento en el nuevo Sol. Sin embargo, Xólotl no deseaba morir para dar movimiento al nuevo SOl. Xólotl se transformó en una joven planta de maíz con dos tallos (xólotl), una doble planta de ágave (mexolotl) y un animal anfibio (axolotl). Xólotl es por tanto un maestro transformista. Al final, Ehecalt consiguió encontrar y matar a Xólotl.[9]

En el arte, Xólotl se solía mostrar como un hombre cinocéfalo, un esqueleto o un monstruo deformado con los pies invertidos. Un quemador de incienso con la forma de un esqueleto de perro representa a Xólotl.[10] Como psicopompo, Xólotl guiaría a los muertos por su viaje a Mictlán. Sus dos formas animales espirituales son la del perro Xoloitzcuintli y la salamandra acuática conocida como ajolote.[11] Xolos servía como compañero a los aztecas en su vida y también en la otra vida, ya que se han encontrado muchos restos de perros y esculturas perrunas en los enterramientos aztecas, incluyendo algunas en el templo principal de Tenochtitlán. Los perros solían ser víctimas del sacrificio ritual para que acompañasen a su amo en su viaje a través de Mictlán.[12] Su deber principal sería ayudar a sus dueños a cruzar un profundo río. Es posible que las esculturas de perro también se encuentren en enterramientos con la intención de guiar a la gente en su viaje. Xoloitzcuintli es el nombre oficial del perro pelón mexicano, una raza canina precolombina de mesoamérica que data de hace más de 3500 años.[13] Esta es una de las muchas razas nativas en las Américas y suele confundirse con el perro calvo peruano. El nombre "Xoloitzcuintli" se refiere a Xólotl porque la misión de este perro era acompañar el alma de los muertos en su viaje a la eternidad. El nombre ajolote viene del náhuatl, el idioma azteca. Una de las traducciones del nombre lo conecta con Xólotl. La traducción más común es "perro de agua". Atl para agua y Xólotl para perro.[14]

En el calendario azteca, el gobernador del día, Itzcuintli ("perro"), es Mictlantecuhtli, el dios de la muerte y señor de Mictlán, la otra vida.[15]

Origen[]

Xolotl, Codex Borgia page 38

Xólotl con Xiuhcóatl (serpiente de fuego) en el códice Borgia (p. 38).

Xólotl suele mostrarse en ocasiones portando una antorcha en los códices mayas conservados, que mencionan la tradición maya en la que los perros trajeron el fuego a la humanidad.[16] En los códices mayas, el perro se asocia conspicuamente con el dios de la muerte, la tormenta y el rayo.[17] Xólotl parece tener afinidades con Zapotec y el perro del rayo maya, y puede representar el rayo que desciende de una nube de tormenta, el relámpago, el reflejo que crea en la gente primitiva la creencia de que el rayo es "doble" y les lleva a suponer una conexión entre el rayo y los gemelos.[18]

Xólotl se originó en las regiones sureñas, pudiendo representar el fuego acelerando de los cielos o un rayo ardiendo a los cielos.[19] Xólotl era originalmente el nombre para una bestia de rayo de la tribu maya, normalmente tomando la forma de un perro. El perro tiene una función importante en los manuscritos mayas. Es la bestia del rayo, que se precipita del cielo con una antorcha en su mano.[20] Xólotl es representado directamente como un perro, y se distingue como deidad del aire y de las cuatro direcciones del viento por el adorno pectoral de Quetzalcóatl. Xólotl se considera equivalente a la bestia que se precipita del cielo en el manuscrito maya.[21] El perro es el animal de los muertos y por lo tanto del lugar de las sombras.[18]

Ollin y Xólotl[]

Codex Borgia p

Símbolo del día Ollin en el códice Borgia (p. 10).

Eduard Seler asocia la representación de Xólotl como un perro con la creencia de que los perros acompañan las almas de los muertos a Mictlán. Encuentra pruebas adicionales en la asociación entre Xólotl, los perros, la muerte y Mictlán en el hecho de que los mesoamericanos veían a los gemelos como monstruosidades no naturales, matando típicamente a uno de los dos gemelos tras nacer. Seler especula que Xólotl representa el gemelo asesinado que habita en la oscuridad de Mictlán, mientras que Quetzalcóatl ("El precioso gemelo") representa el superviviente que habita en la luz del Sol.[9]

Xolotl head

Escultura de piedra representado la cabeza del dios Xólotl.

En los manuscritos, el Sol poniente, devorado por la tierra, es opuesto a la imagen de Xólotl.[22] Quetzalcóatl y Xólotl constituyen las fases gemelas de Venus como estrella del alba y vespertina, respectivamente. Quetzalcóatl como estrella del alba actúa como heraldo del ascenso (renacer) del Sol cada mañana, mientras Xólotl como estrella vespertina actúa como heraldo de la puesta (muerte) de Sol cada anochecer. De esta manera dividen el proceso de vida y muerte de una transformación cíclica en dos fases: una llevando del nacimiento a la muerte y otra de la muerte al nacimiento.[9]

Red Xolotl, Codex Borgia page 34

Códice Borgia (p. 34) Codex Borgia (p. 34) Xólotl sacrifica al dios de la lluvia. En el santuario del templo rojo, nace finalmente el Sol. Contra el fondo de un disco sólido rojo, un guerrero crea un fuego en el pecho de una figura yaciente. Del humo emerge una deidad solar roja con una joya de viento. Inmediatamente a la derecha, la deidad está entronizada en el templo. Ahora tiene garras caninas, una máscara con boca de perro, la joya de viento y un ojo distendido que lo identifican con el Xólotl rojo, llevando también el Sol en su espalda.[23]

Xólotl era el patrón del juego de pelota mesoamericano. Algunos académicos discuten que el juego de pelota simboliza el arriesgado e incierto viaje nocturno del Sol a través del inframundo.[9] Xólotl es capaz de ayudar al renacimiento del Sol ya que posee el poder de entrar y salir del inframundo.[9] En varios manuscritos, Xólotl es mostrado enfrentándose en un partido contra los otros dioses. Por ejemplo, en el códice Mendoza, podemos verle jugar con el dios lunar, y podemos reconocer la señal ollin que le acompaña, y por el ojo arrancado con el que acaba el símbolo. Seler piensa "que la raíz del nombre ollin sugiere a los mexicanos el movimiento de la bola de goma olli y, como consecuencia, el juego de pelota".[24]

Codex Borgia page 47(Xolotl)

Códice Borgia (p. 47) un perro Xólotl acompaña al avatar antropomórfico de Xólotl.[25]

Ollin es un movimiento pulsante, oscilante y centrado. Es tipificado por las pelotas que rebotan, los corazones bombeantes, las contracciones del parto, los terremotos, el aleteo de las alas de una mariposa, el ondulante movimiento de la trama al tejer y el camino oscilante del Quinto Sol sobre y bajo la superficie de la tierra. Ollin es el cambio de movimiento de una finalización cíclica.[26]

Una estatua de jade de un Xólotl esquelético llevando un disco solar con la imagen del Sol en su dorso[27][28] (llamado "el viajero nocturno") muestra sucintamente la función de Xólotl asistiendo al Sol a través del proceso de la muerte, gestación y renacimiento. La asociación de Xólotl con el cambio de movimiento ollin sugiere que la finalizaciones adecuadas y las gestaciones deben poseer el cambio de movimiento ollin. La descomposición e integración (muerte) con forma de ollin promueve la composición e integración con forma de ollin (renacimiento y renovación).[9]

Xólotl y Nanahuatzin[]

Existe una íntima relación entre Xólotl y Nanahuatzin.[29] Xolótl probablemente sea idéntico con Nanahuatl (Nanahuatzin).[30] Seler caracteriza a Nanahuatzin ("el cubierto en pequeñas pústulas"), que es deformado por el sífilis, como aspecto de Xólotl y su capacidad como dios de los monstruos, enfermedades deformantes y las deformidades.[9] El dios sifilítico Nanahuatzin es el avatar de Xólotl.[31]

Referencias[]

  1. . Dog Effigy. The Walters Art Museum. Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
  2. Johns 2008 p. 25
  3. Milbrath 2013 p. 83
  4. Seler 2010 p. 290
  5. . Xolotl, the Twin. azteccalendar.com. Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
  6. Milbrath 2013 p. 84
  7. Neumann 1975 p. 16
  8. Seler 2010 p. 94
  9. 9,0 9,1 9,2 9,3 9,4 9,5 9,6 Maffie, James (2013). Aztec Philosophy: Understanding a World in Motion, University Press of Colorado. ISBN 1-45718-426-5. Olin and Xolotl
  10. . Xolotl (Illustration). ancient.eu. Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
  11. . Story of the Fifth Sun. mexicolore.co.uk. Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
  12. . Dog. mexicolore.co.uk. Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
  13. . About Xolos. xoloitzcuintliclubofamerica.org. Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
  14. . Introduction. axolotl.org. Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
  15. . Mictlantecuhtli. Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
  16. Neumann 1975 p. 19
  17. Johnson 1994 p. 118
  18. 18,0 18,1 Spence 2015 p. 276
  19. Seler 2010 p. 65
  20. Seler 2010 p. 45
  21. Seler 2010 p. 46
  22. Seler 2010 p. 66
  23. Boone, Elizabeth Hill (2013). Cycles of Time and Meaning in the Mexican Books of Fate, University of Texas Press. ISBN 978-0-292-75656-4.
  24. Spence 2015 p. 275
  25. Milbrath 2013 p. 57
  26. . Aztec Philosophy. mexicolore.co.uk. Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
  27. . Skeletonized deity. Latinamericastudies.org. Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
  28. . Statue of Xolotl, rear view. Gettyimages.com. Consultado Error: No se ha definido la fecha de acceso a la página.
  29. Boone 1985 p. 132
  30. Spence 1994 p. 93
  31. Sweely 1999 p. 120

Bibliografía[]

  • Seler, Eduard (2010). Mexican And Central American Antiquities, Calendar Systems And History., translated by Charles P. Bowditch, Kessinger Publishing, LLC. ISBN 978-1-169-14785-0.
  • Milbrath, Susan (2013). Heaven and Earth in Ancient Mexico: Astronomy and Seasonal Cycles in the Codex Borgia., University of Texas Press. ISBN 978-0-292-74373-1.
  • Neumann, Franke J. (1975). «The Dragon and the Dog: Two Symbols of Time in Nahuatl Religion». Numen, Vol. 22, Fasc. 1 Apr 1975 (Brill Publishers):  pp. 1–23. 
  • Johns, Catherine (2008). Dogs: History, Myth, Art, Harvard University Press. ISBN 978-0-674-03093-0.
  • Maffie, James (2013). Aztec Philosophy: Understanding a World in Motion, University Press of Colorado.. ISBN 1-45718-426-5.
  • Johnson, Buffie (1994). Lady of the Beasts: The Goddess and Her Sacred Animals, Inner Traditions International. ISBN 0-89281-523-X.
  • Spence, Lewis (1994). The Myths and Legends of Mexico and Peru., Senate; New edition.. ISBN 1-85958-007-6.
  • Spence, Lewis (2015). The Magic and Mysteries of Mexico: Or the Arcane Secrets and Occult Lore of the Ancient Mexicans and Maya (Classic Reprint), Forgotten Books. ISBN 1-33045-827-3.
  • Boone, Elizabeth Hill (1985). Painted Architecture and Polychrome Monumental Sculpture in Mesoamerica., Dumbarton Oaks Research Library and Collection. ISBN 0-884-02142-4.
  • Boone, Elizabeth Hill (2013). Cycles of Time and Meaning in the Mexican Books of Fate, University of Texas Press. ISBN 978-0-292-75656-4.
  • Sweely, Tracy L. (1999). Manifesting Power: Gender and the Interpretation of Power in Archaeology., Taylor & Francis. ISBN 0-415-17179-2.
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