Xiuhnel, en náhuatl la estrella matutina,[1] fue en la mitología nahua uno de los 400 chichimecas que nacieron de una peña que el dios Camaxtli había golpeado con un bastón para hacer que los hombres del octavo cielo bajaran a hacer la guerra.[2] En otras versiones del mito se sostiene que Xiuhnel era parte de los Centzon Mimixcoa, dioses menores de las estrellas del norte e hijo de Iztac-Chalchiuhtlicue, mientras que en tradiciones tardías sería hijo de Mixcóatl con la diosa Coatlicue.
Mitología[]
Los mitos principales sostienen que él y sus 399 hermanos fueron enviados a la tierra para hacer la guerra con los humanos, pero por el contrario se dedicaron a la procreación con las mujeres humanas, a beber Octli (Vino) y cazar animales que no inmolan en nombre de los dioses ni de sus padres. Por lo que los dioses enviarían a sus hermanos menores Apanteuctli, Coauhtliicohua, Cuitlachcíhuatl, Mixcóatl y Tlopéte para exterminarlos. Logrando escapar del combate solamente Xiuhnel, Mimich, Camaxtle y Quilaztli que era mujer. Aunque otras versiones aseguran que el mismo Mixcóatl volviéndose Chichimeca les perdona la vida.[3]
Tiempo después él y Mimich se encontraban cazando en un valle cercano a Huiznáhuac, cuándo del cielo bajaron un grupo de venados bicéfalos, las diosas Itzpapálotl y Coatlicue disfrazadas. Estos al verlos le intentaron dar caza con sus arcos, pero las criaturas fácilmente las esquivaron, la persecución duro varios días y noches por todo el lugar, prepararon trampas y emboscadas pero todos los intentos resultaron nulos. Hasta que las diosas decidieron transformarse en hermosas mujeres para seducirlos. Entonces construyen un par de chozas para posteriormente llamarles diciendo:
"Xiuhnel y Mimich ¿En dónde estáis? Venid a comer; venid a beber." [4]
Xiuhnel cae rápidamente a pesar de que su hermano le comparte sus dudas con respecto a la naturaleza de aquellas mujeres, Xiuhnel entonces se acerca a Itzpapálotl, y esta le da de beber sangre de un plato, que él toma inmediatamente para después acostarse junto con ella y finalmente quedarse dormido, Itzpapálotl entonces le arranca el corazón para comerlo. Muriendo de esta forma.
Bibliografía[]
- ↑ Mitos y leyendas Toltecas y Aztecas Volumen 2: de Culturas "mitos y leyendas" Tema 2 de Las culturas de Mario A. Valotta (1985). Editorial Zero. Páginas 54 y 55.
- ↑ Diccionario de mitología náhuatl de Cecilio Agustín Róbelo, The University of Virginia, México, página 768. ISBN 978-9684327955
- ↑ Cacería, sacrificio y poder en Mesoamérica: Tras las huellas de Mixcóatl, “Serpiente de Nube” (2015) de Guilhem Olivier, Fondo de Cultura Económica, México. ISBN 978-6071632166.
- ↑ Declaración de fe de Rosario Castellanos. Penguin Random House Grupo Editorial México, 2012. ISBN 978-6071119339.