El Ziz (Hebreo: זיז) es un ave gigante similar a un grifo de la mitología judía. Se dice que es lo suficientemente grande para bloquear el Sol con sus alas. Se considera un animal o monstruo gigante correspondiente con las criaturas arquetípicas. Los rabinos han dicho que el Ziz es comparable al Simurg persa, mientras que los académicos modernos comparan el Ziz al Anzu sumerio y al antiguo fénix griego.[1]
Solo hay una mención del Ziz en la Biblia, encontrada en Salmos 50:11 "Conozco todas las aves de los montes, y el Ziz del campo me pertenece" y Salmos 80:13-14 "Los jabalíes del bosque la destruyen, el Ziz la devora." (Hebreo: וְזִיז שָׂדַי), que normalmente se pierden en la traducción del hebreo.[1] El Aggadá judío dice del Ziz:
Como el leviatán es el rey de los peces, el Ziz es el señalado para gobernar sobre las aves. Su nombre proviene de una variedad de sabores que tiene su carne; sabe como esto, zeh, y como eso, zeh. El Ziz es de tamaño monstruoso como el propio leviatán. Sus tobillos descansan sobre la tierra, y su cabeza alcanzan el propio cielo.
Una vez sucedió que unos viajeros en un barco avistaron un ave. Mientras permanecía en el agua, tan solo cubría sus pies, y su cabeza tocaba el cielo. Los espectadores pensaron que el agua no tendría ninguna profundidad en se punto, por lo que se prepararon para bañarse allí. Una voz celestial les advirtió: "¡No se bajen aquí! Una vez un hacha de un carpintero se desprendió en este punto, y tardó siete años en tocar el fondo". El ave que vieron los viajeros no era otro que el Ziz. Sus alas son tan enormes que desplegadas oscurecen el Sol. Protegen la tierra contra las tormentas del sur; sin su ayuda la tierra no sería capaz de resistir los vientos que soplan de allí. Una vez un huevo de un Ziz cayó al suelo y se rompió. Su fluido inundó sesenta ciudades, y el golpe aplastó trescientos cedros. Afortunadamente tales accidentes no ocurren frecuentemente. Como norma el ave deja sus huevos deslizarse amablemente en su nido. Este percance ocurrió porque el huevo estaba podrido, y el ave se deshizo de él descuidadamente.
El Ziz tiene otro nombre, Renanin, porque es el cantante celestial. A cuenta de su relación a las regiones celestiales es llamado Sekwi, el vidente, y, además, es llamado "hijo del nido", por sus pájaros en ciernes salen de su cascarón sin ser incubados por la madre ave; surgen directamente del nido, por decirlo así. Como el leviatán, el Ziz es un manjar que será servido a los piadosos al final de los tiempos, para compensarles por las privaciones que abstienen de las aves impuras que se le imponen.
...La creación del quinto día, el mundo animal, gobierna sobre las esferas celestes. Testigo el Ziz, que puede oscurecer el Sol con sus alas[2][3]
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Los no judíos también conocían al Ziz. Synagoga Judaica (1603) De Johannes Buxtorf trata el Ziz.[4] Su texto se refleja en el de Samuel Purchas en 1613[5]:
Elias Leuita informó de un enorme enorme ave, también llamado Bariuchne, para ser asado en este banquete; del que el Talmud dice, que sus huevos caen a veces de su nido, se vienen abajo y derriban trescientos altos cedros; con cuya caída el huevo se rompe, inundando y llevándose sesenta pueblos...pero para tener una visión de otra extraña criatura, hagan espacio, rezo, por otro rabino con este ave; y una gran cantidad de espacio dirá que es requisito: el rabino Kimchi en el 50º salmos dicen del rabino Iehudah, que Ziz era un ave tan grande, que con extender ampliamente sus alas, ocultaba el Sol, y oscurecía todo el mundo. Y (volviendo al Talmud) cierto rabino navegando en el mar, vio un ave en medio del mar, tan alto, que el agua no le llegaba más que a las rodillas; tras lo cual deseó que sus compañeros fueran allí a bañarse, porque era muy poco profundo; No lo hagas (Dijo una voz del cielo) porque tardó siete años de duración para un hacha, caída casualmente de las manos de un hombre, y siempre descendiendo, aún no ha llegado al fondo.
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Humphrey Prideaux en 1698 describe al Ziz como un gallo gigante celestial[6]:
Pues en el Tract Bava Bathra del Talmud babilónico, tenemos una historia de una ave prodigiosa, llamada Ziz, que con sus pies sobre la Tierra, alcanzaba los cielos con su cabeza, y con extender sus alas oscurecía el orbe completo del Sol, y causaba por lo tanto un eclipse total. Este ave el Chaldee Paraphrast en los Salmos dice, es un gallo, que describe de la misma grandeza, y nos cuenta que canta ante el Señor. Y el Chaldee Paraphrast en Job también nos habla sobre él, y su canto cada mañana ante el Señor, y que Dios le da sabiduría para este propósito
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Referencias[]
- ↑ 1,0 1,1 Wazana, Nili (2008). «Anzu and Ziz: Great Mythical Birds in Ancient Near Eastern, Biblical, and Rabbinic Traditions». Journal of the Ancient Near Eastern Society 31: pp. 111–135. http://www.jtsa.edu/Documents/pagedocs/JANES/2009/Wazana_JANES31.pdf. Consultado el 26 November 2012.
- ↑ Willis Barnstone. The Other Bible. New York: Harper-Collins. 2005. pp. 23, 34.
- ↑ Louis Ginzberg. The Legends of the Jews. Philadelphia: Jewish Publication Society of America. 1913.
- ↑ Buxtorf, Johannes (1603). Synagoga Judaica, Basel: Sebastianus Henricpetrus, pp. 36, 335, 649–654.
- ↑ Purchas, Samuel (1614). Purchas, His Pilgrimage; or, Relations of the World and the Religions Observed in All Ages, London: William Stansby, pp. 222–223.
- ↑ Prideaux, Humphrey (1698). The True Nature of Imposture Fully Displayd in the Life of Mahomet, London: William Rogers, pp. 60.